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PolíticaHistoriaBiografía

Buondelmonti, Familia (s. XII-s. XVI).

Familia italiana de origen florentino, cuyos orígenes se remontan a un tal Sichelmo, que fue patrón de San Michele di Passignano y señor de Montebuoni (de donde procede el apellido), Fabbrica y Sambuca. Parece ser que San Juan Gualberto, fundador del monasterio de Vallumbrosa, fue miembro de este linaje, que no tomaría el nombre de Buondelmonti hasta el siglo XII. Desde el siglo XIII los Buondelmonti tomaron parte en las luchas internas de Florencia, encabezando siempre el bando güelfo. Durante el siglo XVI, en el que advino la decadencia de la familia, se identificaron mayormente con el bando mediceo. Además de políticos los Buondelmonti también dieron a la Historia importantes eclesiásticos y hombres de finanzas.

La familia Buondelmonti participó de forma activa en la política de Florencia y de Italia, encabezando en su ciudad el bando güelfo y uniéndose en el exterior a las coaliciones contra los gibelinos. El primero en llevar tal nombre fue un tal Buondelmonte, cuya actividad se puede rastrear entre 1151 y 1172. Su sobrino, que llevó su mismo nombre, fue hijo de Tegghiaio. Es mencionado en la documentación desde 1213, siempre acompañado de su hermano Gherardo En las crónicas destacó sobre todo por su implicación en las luchas entre güelfos y gibelinos. En 1215 se acordó su matrimonio con la hija de Lambertuccio delgli Amidei, un reconocido gibelino, como medio de poner fin a las luchas entre ambas familias. Sin embargo, Buondelmonte rompió su promesa y casó con la hija de un Donati. Esta ofensa unió a las familias de los Fifanti, Lamberti, Gaugalandi y Uberti, que decidieron vengar el ultraje con el asesinato de Buondelmote (abril de 1215). Enseguida la ciudad se dividió en dos bandos, agrupados bajos los güelfos Buondelmonti y los gibelinos Uberti. Rainieri Buondelmonti fue su hijo y dirigió el partido güelfo tras su muerte. En 1231 era podestá en Montepulciano, ciudad aliada de Florencia en sus guerras contra Siena. Aquel año el legado del emperador Federico II arrasó los alrededores de Montepulciano, pero sus habitantes resistieron el asedio, demostrando su fidelidad a Florencia. En 1239 Rainieri vengó la muerte de su padre, ocurrida veinticuatro años antes. Siguiendo la tradición de la época, se trató de sellar la paz entre las facciones florentinas mediante un matrimonio entre una hija de Rainieri y Neri Piccolino degli Uberti. Fueron llamados a la boda los miembros de las principales familias gibelinas de la ciudad y al final del banquete nupcial un grupo de sicarios entró en la sala y mató a los representantes de los Uberti, Fifanti y Galli. Esto desató con más violencia las luchas entre las facciones. Rainieri era podestá de Mantua en 1246, pero perdió el cargo tras la llegada al poder en Florencia de Federico de Antioquía. En 1248 ya había regresado a Italia y participó en la tentativa fracasada de los güelfos florentinos de expulsar a los gibelinos. Hubo de refugiarse en el castillo de Capraia, que fue conquistado en 1249 por Federico II.

Tegghia Buondelmonti también era hijo de Buondelmonte. Su periodo de actividad política se desarrolló durante la supremacía de las clases populares. En 1256 formó parte del Consejo de Ancianos que firmó la paz con Lucca. Huyó de Florencia durante el periodo de dominación gibelino (1260-1267) y regresó a la ciudad tras la caída de sus adversarios, formando parte en 1277 de los jueces güelfos encargados de distribuir los bienes de los gibelinos vencidos. Tomó parte de forma activa en los consejos florentinos, distinguiéndose en las discusiones sobre las empresas bélicas de la Comuna. En 1306 Rainieri di Buondelmonti fue elegido podestá de Perugia y el año siguiente de Pistoia. Durante su ejercicio en Pistoia luchó contra el gibelino Lippo Vergiolesi, que se había apoderado de Piteccio, villa que le fue arrebatada por Buondelmonti en noviembre. En 1308 Rainieri luchó bajo la bandera de Florencia en la guerra contra la gibelina Arezzo. Dos años después fue otro Buondelmonti, también llamado Rainieri (di Marignano), uno de los capitanes encargados de dirigir la expedición contra Arezzo, en la que se habían refugiado los gibelinos expulsados de Florencia. Ambos Rainieri participaron en la batalla de Montecatini, que supuso una gran derrota de la Liga Güelfa frente a los gibelinos de Uguccione della Faggiuola y en 1325 lucharon en la batalla de Altopascio, en la que los güelfos fueron de nuevo vencidos por los gibelinos de Castruccio Castracani.

Benghi di Buondelmonti (ca. 1340-1381) fue uno de los más poderosos miembros de su familia y pudo instaurar un largo periodo de gobierno güelfo sobre Florencia. Contemporáneo a él fue su pariente Gherardo, que en 1350 fue enviado a la ciudad de Bolonia para recaudar fondos para luchar contra el bando gibelino de los Ubaldini. En 1352 formó parte de la embajada florentina que pidió ayuda al emperador Carlos IV contra los Visconti de Milán y cuando en 1372 fue instituido el Consiglio dei dieci della libertà, fue el primero en ser elegido. Formó parte del Consejo de la Signoria en 1373, 1375, 1377, 1386 y 1388 y este mismo año desempeñó el cargo de oficial de Gracia. En 1382 fue elegido prior y miembro del colegio comunal y en 1389 realizó su última misión diplomática en Milán

Desde el siglo XIV encontramos una rama de los Buondelmonti al servicio de los reyes de Nápoles, en virtud de sus conexiones matrimoniales con la familia de los Acciaiuoli. Francesco di Buondelmonti fue sobrino de Niccolò Acciaiuoli, senescal en la corte napolitana y se introdujo en la vida política en pequeños cargos públicos y formando parte de diferentes embajadas. En 1354 recibió el encargo de su tío de recaudar dinero y reunir hombres para la conquista de Sicilia, pero fracasó en su misión. Niccolo lo promocionó a justiciero de Calabria (1357) y en 1359 le dio el título de barón y los feudos de Basciano y Castagno. Pero, unido a las vicisitudes de su tío, cayó con él en desgracia después de la derrota de Acireale (20 de junio de 1357) y en 1359 acudió con él para defender los intereses del reino frente al papa Inocencio VI, en Aviñón. Siempre acompañando a Niccolò, Francesco regresó a Nápoles a reprimir los desórdenes que se estaban produciendo en el reino. Francesco fue encarcelado en el castillo de Aversa tras la muerte de su tío (1359) y sus bienes fueron confiscados, lo que provocó una protesta formal de la Señoría de Florencia ante la corte de Nápoles y más tarde la intervención del propio Urbano V, tras la cual se consiguió su excarcelación. En 1370 fue elegido podestá de Prato y cuatro años después regresó a Nápoles, que disfrutaba de una paz relativa. Recuperó su puesto en la corte como consejero de la reina Juana. También perteneciente a la rama establecida en Nápoles, Esaú di Buondelmonti, que gobernó Cefalonia como regente de su sobrino Carlos I Tocco y se apoderó del Peloponeso, por lo que tuvo que luchar contra los albaneses.

A finales del siglo XIV Andrea Buondelmonti renunció a su nobleza para poder tomar parte en la política florentina después del decreto de 1393, que prohibía a los nobles participar en los negocios públicos. Desde entonces una rama de la familia Buondelmonti tomó el nuevo apellido de Montebuoni, iniciado por el propio Andrea y su hermano Gherardo. En abril de 1396 Andrea fue enviado como embajador frente al rey Segismundo de Hungría, no sólo para atraerse su colaboración militar contra Gian Galeazzo Visconti, sino también para tratar de abrir a los operadores florentinos el mercado magiar. En 1406 fue elegido podestá de Estensi y en 1409 realizó su última embajada en Pisa. Murió hacia 1411. También fue Montebuoni su hijo Simone (1387-1437), que en 1411 fue enviado como embajador frente al emperador Segismundo para tratar la organización del Concilio de Constanza. Continuó prestando servicio a la Sede Apostólica y en 1421 obtuvo de Martín V el título de conde de Rocca Francola. En 1422 fue podestá de Bolonia y en los años sucesivos capitano da popolo en la misma ciudad. Fue podestá de Peruggia en 1427, al tiempo que el papa lo nombraba senador de Roma. Regresó a Florencia después de la muerte de Martín V y prestó numerosos servicios a la República. Fue embajador en Roma en 1431 y en Hungría dos años después.

La Iglesia fue otro de los ámbitos donde, sobre todo a partir del siglo XV, destacaron algunos Buondelmonti (o Montebuoni). Giovanni di Montebuoni (1390-1448) entró muy joven en la abadía benedictina de Praglia (Padua). Con veinte años fue designado abad del monasterio húngaro de Pécsvárad y su elección fue confirmada en septiembre de 1410 por Juan XXIII. En 1424, tras la muerte del arzobispo Cormano Buondelmonti degli Scolari, fue elegido para sucederle en la sede metropolitana de Kalocsa-Bács por el capítulo de la catedral. Pero en noviembre el papa Martín V declaró nula la elección, puesto que la sede dependía directamente de Roma; no obstante designó arzobispo a Giovanni y dio comunicación al capítulo. En el gobierno de su archidiócesis debió enfrentarse al arzobispo de Sion, quedando resuelta la querella entre ambos en 1431. Por lo demás su tarea fue enorme, ya que la diócesis contaba con más de trescientas parroquias, por lo que le fue asignado un obispo auxiliar y dos vicarios. Se ocupó de la defensa y fortificación de Kalocsa y Bács. Pero en 1432 se formó una coalición entre Venecia, Florencia y el Papado contra el rey Segismundo de Hungría y los bienes del obispo fueron confiscados como ciudadano de una potencia enemiga, siendo él encarcelado. Fue liberado tras la firma de la paz y entró de nuevo en posesión de sus bienes en junio de 1434. En los años siguientes se extendió la herejía husita, sobre la que Montebuoni se mostró muy tolerante. Andrea Buondelmonti (1465-1542) también siguió la carrera eclesiástica, obteniendo en 1493 una canonjía en la sede de Florencia y en 1503 el cargo de secretario pontificio de Julio II. Ascendió en la corte romana bajo el papa florentino, León X, que le nombró escudero pontificio y durante su pontificado, Buondelmonti se enriqueció participando en la sociedad comercial llamada Uffici dei Cavalieri di San Pietro. El segundo papa mediceo, Clemente VII, también le protegió y le puso al frente de todo el tráfico romano de importación y exportación. Fue elegido arzobispo de Florencia el 4 de octubre de 1432, cargo que ejerció bajo la protección papal.

Podemos encontrar el apellido Buondelmonti en las nóminas de mercaderes y la banca fue otra de las actividades a que se dedicó la familia. Cabe destacar Filippo (1434-1522) y sobre todo su hijo Benedetto (1481-1533), administrador de los Médicis y que al amparo de esta importante familia desempeñó también cargos de gobierno y diplomáticos, ejerciendo una gran influencia en la reforma constitucional que transformó el dominio mediceo en principado. Sin embargo no todos los Buondelmonti colaboraron con el régimen mediceo y así, Zanobi (1491-1513) en 1522 participó en la conjura contra el cardenal Giulio de Médicis y se vio forzado al exilio. Con él se extinguió una de las ramas de la familia.

Bibliografía

  • DONATI, C. L' idea di nobilità in Italia: secoli XIV-XVIII. Roma, 1995.

  • LINTNER, V. Historia de Italia. Madrid, 1995.

  • ORSI, P. Historia de Italia. Barcelona, 1960.

  • ZELLER, J. Historia de Italia, desde la invasión de los bárbaros hasta nuestros días. Madrid,

  • 1958.

JMMT

Autor

  • Juan Miguel Moraleda Tejero