Achard, Marcel (1899-1974).
Dramaturgo, periodista, guionista y director cinematográfico francés, nacido en Sainte-Foy-lès-Lyon (en el departamento de Rhône) el 5 de julio de 1899 y fallecido en París el 4 de septiembre de 1974. Autor de numerosas obras teatrales caracterizadas por la exaltación del amor y la amistad, el tono tierno y sentimental de sus diálogos y el enfoque fantástico de sus contenidos, escribió también varios guiones cinematográficos y desplegó, a lo largo de toda su vida, una intensa actividad dentro del mundo de las artes escénicas, hasta convertirse en una de las figuras cimeras del teatro francés contemporáneo. Su obra fue celebrada y difundida por los grandes maestros de la dramaturgia gala del siglo XX, como el escritor, actor y director teatral Louis Jouvet (1887-1957), quien cosechó ruidosos éxitos con los estrenos de muchas de comedias de Marcel Achard.
Vida y obra
Las extrañas circunstancias familiares en que vino al mundo fueron explicadas, no sin cierto deje humorístico, por el propio escritor: "Yo nací gracias a una autorización especial del Papa y del Presidente de la República: mi padre se había casado con la hija de su hermana, de suerte que mi abuelo era, al mismo tiempo, mi bisabuelo; mi padre, mi tío-abuelo; y mi madre, mi prima hermana". Desorientado en medido de este batiburrillo de vínculos sanguíneos, pasó su infancia y su primera juventud en el café que regentaba su progenitor en su ciudad natal, desde donde se desplazó a Calluire para cursar sus estudios de bachillerato. Las dudas y vacilaciones propias de la adolescencia le llevaron luego a probar suerte en diferentes estudios y profesiones; y así, tras pasar por la École Normale d'Instituteurs ("Escuela Normal de Maestros de Instrucción Primaria"), aprendió el oficio de montador-ajustador de maquinaria industrial e intentó, sin fortuna, ingresar en el conservatorio de Lyon.
Durante aquel confuso período de su juventud, Marcel Achard sólo tenía clara una intención: dedicarse algún día, profesionalmente, a la escritura teatral, vocación que se le había manifestado desde su infancia (ya a los diez años había escrito una comedia de capa y espada). Así que, a los dieciocho años de edad, con apenas quinientos francos en el bolsillo, se instaló en París y comenzó a ejercer diferentes oficios destinados a asegurar su supervivencia en la gran urbe, como el de representante comercial de una fábrica de papel. En sus ratos de ocio, daba rienda suelta a su vocación teatral representando algunas piezas menores (generalmente, vodeviles) en pequeñas compañías de actores aficionados, hasta que consiguió un empleo como apuntador en el Théâtre du Viuex-Colombier; pero no duró mucho en ese puesto, ya que, ofuscado por su privilegiada perspectiva de las piernas de las actrices, dejaba de prestar atención al texto y confundía a los intérpretes, por lo que pronto fue despedido. Poco después, merced a las influencias de su amigo el escritor lionés Henri Béraud, consiguió entrar en la plantilla del rotativo L'Oeuvre, en donde comenzó a desplegar su brillante trayectoria periodística.
Por aquel tiempo, Marcel Achard concluyó sus primeras piezas teatrales y logró que fuera llevada a los escenarios una de ellas, titulada La messe est dite (La misa ha terminado, 1923), obra que pasó prácticamente inadvertida para el público y la crítica. Influido, poco después, por los aires renovadores de la Vanguardia, se entregó a la innovación estética en Voulez-vous jouer avec moi? (¿Quieres jugar conmigo?, 1924), que fue montada en L'Atelier por la compañía del gran actor y director Charles Dullin (1885-1949), sin alcanzar tampoco el éxito que merecía por su frescura y calidad. Tras otros muchos estrenos que tampoco le granjearon prestigio alguno entre los dramaturgos de los años veinte, alcanzó por fin el reconocimiento nacional e internacional merced a su obra Jean de la Lune (Juan de la Luna, 1929), en la que quedaba bien patente una de las principales señas de identidad de su teatro: la presencia fecunda y evocadora de la imaginación fantástica. Posteriormente, llegó a alcanzar la condición de maestro universal del teatro "de boulevard" con otras piezas tan brillantes como La belle marinière (La bella marinera, 1929), Domino (Dominó, 1932) -puesta en escena por el ya citado Jouvet-, Pétrus (1933), Noix de coco (Nuez de coco, 1936), Le corsaire (El corsario, 1938), Adam (Adán, 1939), Auprès de ma blonde (Al lado de mi rubia, 1947), Nous irons à Valparaíso (Iremos a Valparaíso, 1947), Le moulin de la Galette (El molino de la Galette, 1951), Les compagnons de la marjolaine (Los compañeros de la mejorana, 1953), Patate (Patata, 1954) -llevada a los escenarios por Pierre Dux- y L’idiote (El idiota, 1960) -montada por la compañía de Annie Girardot en el Théâtre Antoine-. En todas estas obras, así como en el resto de su extensa producción teatral, Marcel Achard hace gala de un humor, una ternura y una exaltación del amor y la melancolía que cautivaron sin condiciones al público de su tiempo.
Elegido miembro de número de la Académie Française el 28 de mayo de 1959, fue recibido en la Docta Casa por el también comediógrafo Marcel Pagnol (1895-1974) el 3 de diciembre de aquel mismo año. Ya era, por aquel entonces, uno de las figuras precipuas del Arte de Talía en Francia, donde también se le admiraba por su trabajo de guionista cinematográfico, plasmado en algunas películas tan notables como Mayerling (1936), del cineasta estadounidense -de origen ruso- Anatole Litvak (1902-1974), doblada al castellano bajo el título de Sueños de príncipe; Coartada (1937), del belga Pierre Chenal (1904-1990); Gribouille (1937) -Natalia, en su versión española-, Orage (1938) -doblada bajo el título de Tormenta-, Felice Nanteuil (1942) y Les petites du quai aux fleurs (1943), las cuatro del director suizo Marc Allégret (1900-1973); L'etrange monsieur Victor (1938), de Jean Grémillon (1901-1959); Madame de... (1953), del realizador alemán Max Ophüls (1902-1957); y La femme et le pantin (1958), de Julien Duvivier (1896-1967). Además, colaboró con el norteamericano de origen alemán Ernst Lubitsch (1892-1947) en el guión de La viuda alegre (1934), y con el estadounidense Roy Del Ruth (1893-1961) en la versión francesa de El caballero del Folies Bergère (1935). En su faceta de director, Marcel Achard rodó en 1949 una adaptación a la gran pantalla de su propia obra Jean de Lune -que ya había sido llevada al celuloide en 1931 por Jean Choux-, y filmó también la película La valse de París (El vals de París, 1950), protagonizada por Pierre Laudenbach (1897-1975).
Relación de sus obras
Dada la extensión de la producción literaria de Marcel Achard, se ofrece a continuación una relación exhaustiva de los títulos que salieron de su pluma, ordenados cronológicamente:
Celui qui vivait sa mort (1923); Voulez-vous jouer avec moi? (1923); La messe est dite (1923); Malborough s'en va-t-en guerre (1924); Je ne vous aime pas (1926); La femme silencieuse, d’après Ben Johnson (1926); Jean de la Lune (1929); Une balle perdue (1929); La belle marinière (1929); La vie est belle (1929); Mistigri (1931); Domino (1932); La femme en blanc (1932); Le cinéma à vol d’oiseau (1932); Pétrus (1933); Noix de coco (1936); Gribouille (1937); L’Alibi (1938); Le corsaire (1938); Adam (1939); Colinette (1942); Théâtre, 2 vols. (1942); Les sourires inutiles (1947); Savez-vous planter les choux? (1947); Auprès de ma blonde (1947); Nous irons à Valparaiso (1947); Histoires d’amour (1949); Nouvelles histoires d’amour (1950); La petite Lili (1951); Le moulin de la Galette (1952); Les compagnons de la marjolaine (1953); Le mal d’amour (1955); Patate (1957); Rions avec eux. Les grands auteurs comiques (1957); La Bagatelle (1959); L’Idiote (1961); La polka des lampions (1962); Turlututu (1962); Eugène le Mystérieux (1963); Machin-Chouette (1964); Gugusse (1969); La Débauche (1974).
