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EsculturaBiografía

Martins, María (1900-1973).

Escultora brasileña nacida en 1900 en Campanha, en el estado de Minas Gerais, y fallecida el 28 de marzo de 1973 en Río de Janeiro. Cultivó también la pintura y fue además periodista y escritora. Se cuenta entre las figuras más representativas del surrealismo, aunque su arte tuvo también profundas raíces en el barroco brasileño. Su verdadero nombre era Maria de Lourdes Faria Alves Martins

Creció en el seno de una familia acomodada y su educación fue cuidada con esmero. Inicialmente se inclinó hacia el estudio de la música y comenzó su formación como pianista. Pronto se sintió más atraída por la pintura y, sobre todo, por la escultura. Su padre viajó con ella a París para ayudarla a superar un primer matrimonio fracasado; allí frecuentó los círculos intelectuales, y en ellos fue donde conoció al diplomático brasileño Carlos Martins Pereira e Souza. Se casaron en 1926 en esa misma ciudad; de hecho, la artista residió gran parte de su vida en el exterior acompañando a su marido a los distintos destinos que le fueron asignados. En algunos aprovechó para desarrollar su formación artística: en París estudió pintura, en Quito aprendió a esculpir en madera, y en Tokio se instruyó y trabajó la terracota. En 1939 estudió con el escultor Oscar Jespers en Bruselas y comenzó a trabajar exclusivamente el bronce.

Su iniciación en la escultura fue lenta y espaciada. Sus primeras obras datan de 1926 y fueron hechas en madera. Pero sería en Estados Unidos donde Maria Martins alcanzó la plenitud de su arte. Allí permaneció entre 1939 y 1948, período en el cual su marido fue embajador de Brasil. Ella, por su parte, abrió su propio taller en 1942 en la ciudad de Nueva York. Su obra atrajo a importantes surrealistas del momento, como Marcel Duchamp, Max Ernst, Marc Chagall y el escritor André Breton, que residían en aquella ciudad. También mantuvo contactos con el pintor holandés Piet Mondrian, que se trasladó a Nueva York en 1940, y con el escultor estadounidense Alexander Calder.

La personalidad y la sensibilidad de Maria Martins cautivaron a Duchamp hasta tal punto que la llamaba “novia imposible”, y le dedicó dos obras, Paisage fautif de 1946 y Etant Donnes, realizada en secreto durante casi veinte años, desde 1944 a 1966.

En la década de los 40, principalmente, María Martins hizo varias exposiciones importantes en Europa, Estados Unidos y Brasil. Su primera muestra individual fue realizada en Washington, en la Corcoran Art Gallery en 1941. También estuvo presente en la gran muestra Le Surrealisme en la Galería Maeght de París en 1947, organizada por André Breton, que presentó su muestra en solitario en Nueva York en la Galería Jean Levi ese mismo año. En París expuso en la Galería Drouin en 1949. Un ejemplo de su buen diálogo con otros artistas pudo verse cuando su trabajo Amazonia fue expuesto junto a las pinturas de Piet Mondrian en la Galería Valentine en 1943. En 1950 también hizo una exposición individual en el Museo de Arte Moderno de Sâo Paulo.

Regresó definitivamente a Brasil en 1950, apoyó la creación de la Bienal de Sâo Paulo y colaboró en la organización de sus primeras celebraciones. Junto a artistas de gran importancia en su país, como Candido Portinari, Emilio Di Cavalcanti, Bruno Giorgi y Segall, tomó parte en la primera, que se celebró en 1951; obtuvo el premio al mejor escultor nacional en la III Bienal en 1955. Asimismo, contribuyó en la fundación del Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro.

La escultura de Maria Martins expresa una gran imaginación, que tiene sus orígenes en mitos y leyendas amazónicas y sugiere imágenes de una naturaleza salvaje. Mezcló con éxito el mundo fantástico y el primitivo, y jamás perdió un carácter cercano al surrealismo anárquico y revolucionario. Al fin, captó en sus obras la fuerza y el dinamismo de la vida bajo una mirada sensual, sensible y femenina.

Dos de sus obras más importantes, Ritual do Ritmo y A Noite Sonhamos, que se encuentran en Brasilia, forman parte del concepto de la incorporación de las artes plásticas en la arquitectura, idea que fue promovida en Brasil por los creadores de esa ciudad, el arquitecto Oscar Niemeyer y el urbanista Lucio Costa. La primera se encuentra en el Palacio de Alvorada y la segunda en el Ministerio de Relaciones Exteriores. Otras esculturas importantes fueron: Homem de 1944; Prometeu de 1948; A soma dos Nossos Dias, de 1955 y Canto do Mar de 1952.

Además, como escritora publicó varios libros: A Asia Maior en 1958 sobre la China de Mao Zedong, A India e o Mundo Novo y O Planeta Clima

En 1997 tuvo lugar en Río de Janeiro una importante muestra de sus esculturas en la Galería Jean Boghici. Ese mismo año la Fundación Oscar Americano expuso una retrospectiva de su obra en Sâo Paulo.

T. Bandrés Sierra

Autor

  • 0109 TBS