Peña Muñoz, Marcelino (1863-1940).
Pintor español nacido en Salduero (Soria) el 29 de mayo de 1863 y fallecido en Madrid en el año 1940. Procedía de una familia humilde, lo que le forzó a emigrar a la Argentina en 1876, con tan sólo trece años, en compañía de un tío suyo. Instalado en Buenos Aires, se despertó en él la afición a la pintura y, merced a la ayuda de su tío, inició sus estudios con el pintor Blasco Aguirre. Posteriormente, volvió a España e ingresó en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando en 1879. En la Escuela, asistió a las clases de Casto Plasencia, quien lo introdujo en la técnica de la pintura al aire libre y lo llevó a la colonia fundada por él para practicar dicha técnica en Muros de Pravia (Asturias). También asistió a las aulas del Círculo de Bellas Artes. Al concluir sus estudios, recibió una beca de la Diputación Provincial de Soria pasa trasladarse a Roma, donde permaneció tres años.
A su regreso, se instaló en Madrid y, poseedor de una excelente técnica, se especializó en paisajes y temas campesinos de tono levemente social, así como en retratos, de entre los que destacan los de Alfonso XIII, la Infanta Isabel, Mariano Granados, etc. Fue también uno de los pintores más destacados en la técnica del pastel, a la que pertenecen títulos como Dolce far niente o En el foyer. Colaboró también en la prensa, sobre todo en El Imparcial y La Ilustración Española y Americana, y formó parte de las juntas directivas del Círculo de Bellas Artes y el Ateneo.
Participó en numerosos certámenes, tanto nacionales como internacionales. De los primeros, destacan las Exposiciones Nacionales de 1887, en la que obtuvo medalla de tercera clase por Carta del hijo ausente; 1892, de nuevo medalla de tercera clase por Leñador montañés; 1895, medalla de segunda clase por El Bocadillo; 1897 y 1899 y de los segundos, la Exposición de Berlín de 1891, en la que obtuvo medalla por Cansada del baile. Asimismo, su obra recorre Buenos Aires, Munich, Brighton, París, etc. al lado de la de Sorolla, Benlliure y Muñoz Degrain, seleccionada para representar la pintura española del momento. También se le concedió el título de caballero de Carlos III.
De su obra hay que citar, junto a los cuadros ya mencionados, títulos como El arte en el campo, Un descanso en el estudio, Una huerfanita, Una Chula, Visita a la fábrica u Odalisca. La carta del hijo ausente, obra por la que obtuvo tercera medalla en la Exposición de 1887 y que hoy forma parte de los fondos del Museo Provincial de Bellas Artes de Zaragoza, es excelente ejemplo de la técnica naturalista, casi fotográfica, de Peña Muñoz. El cuadro reproduce de forma casi emocionada la lectura de la carta por boca del hijo menor, sentado en las rodillas del padre en tanto que las mujeres de la familia los rodean expectantes. Nada hay del costumbrismo al uso en este cuadro en el que personajes, mobiliario y actitudes demuestran el conocimiento directo de la naturaleza que se retrata y un afán de realismo patente, sobre todo, en el rostro de los padres. La composición del grupo presenta la forma clásica de la pirámide. En el extremo derecho del cuadro, la figura de la hija pequeña, que trata de escapar de los brazos de la madre para jugar con el gato, marca el contrapunto con la atención que el resto de la familia presta a la carta.
En conjunto, la obra de Peña Muñoz es la de un gran pintor costumbrista, maestro consumado en la pintura con motivos rurales. La apoyatura de su pincelada, limpia y jugosa, la brinda un dibujo tan claro como conciso.
