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PinturaBiografía

Plasencia y Maestro, Casto (1846-1890).

Pintor español; nació en Cañizar (Guadalajara) el 1 de julio de 1846 y murió en Madrid el 1 de mayo de 1890. La protección del marqués de la Vega de Armijo le permite trasladarse a Madrid en 1886 para estudiar en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando. Tras la muerte de éste, será el conde de San Bernardo el que financie sus estudios y lo lleve de viaje por España y varios otro países europeos para ampliar sus estudios. En 1874, se traslada a la Academia de Roma con una pensión oficial y en compañía de Pradilla. A su regreso, es nombrado subdirector de las obras de decoración de la iglesia de San Francisco el Grande de Madrid, en la que trabajó durante cinco años y en la que llevó a cabo el aparatoso fresco La Fundación de la Orden de Carlos III, así como en las bóvedas de la misma capilla y del coro. Como fue habitual en la desdichada decoración del templo de San Francisco, su pintura resulta hueca y falta del auténtico sentido religioso que precisa la decoración de un tamplo. Asimismo, colaboró en la decoración del madrileño palacio de los marqueses de Linares, hoy Casa de América. Posteriormente, será la corona portuguesa la que le encargue varios trabajos decorativos y le conceda la Orden portuguesa de Santiago. Interesado por el paisaje al aire libre, fundó en Muros de Pravia (Asturias) una colonia de paisajstas del natural. A dicha colonia asistieron pintores como Peña y Muñoz, Pla y Gallardo, García Sampedro o Martín y Blanco Asenjo. De esta etapa proceden los cuadros La Desembocadura del Nalón y Adán y Eva, tipos asturianos.

Además de su interés por el paisaje, destacó como retratista y autor de escenas costumbristas mucho más que por su contribución a la pintura de cuadros de tema histórico.
Además de la condecoración portuguesa ya mencionada, se le concedieron la encomienda de la Legión de Honor y la Gran Cruz de Isabel la Católica. Participó en exposiciones nacionales e internacionales, así el Concurso de Roma de 1877 y la Exposición Universal de París de 1878, en la que alcanzó tercera medalla y condecoración. Su participación en Exposiciones Nacionales se limitó a la de 1878, año en el que logró medalla de primera clase por Origen de la República Romana. El cuadro, pintado durante su estancia en Roma, adolece del clasicismo escolástico frecuente entre los alumnos de la Academia Española, además de incurrir en errores de época en los elementos arquitectónicos imperdonables en su época y en su lugar de residencia mientras pintaba. A ello se ha sumado en las críticas que se han realizado el hecho de que varias de las figuras recuerden en exceso a las de la Lucrecia de Rosales, que trata el mismo tema. Su composición recuerda a la de las grandes pinturas históricas del neoclasicismo francés. La escena presenta a Lucrecia muerta en el Foro de Roma y a Bruto jurando perseguir a los asesinos e incitando a los ciudadanos a la persecución. La actitud de los personajes es, como corresponde a los modelos que el autor se impone, teatral.

Autor

  • G.F.S.E.