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HistoriaBiografía

Juana Manuel. Reina de Castilla (ca.1333-1384)

Reina de Castilla y de León, nacida en Sevilla hacia 1333 y fallecida en Salamanca en 1384. Ocupó el trono castellano como consorte de Enrique II entre 1369 y 1379 y fue madre del infante don Juan, futuro Juan I de Castilla.

Pertenecía al linaje de los Manuel, uno de los más poderosos clanes aristocráticos de la Castilla del siglo XIV, estrechamente emparentado con la dinastía reinante. Era hija del infante don Juan Manuel, célebre cortesano y maestro de la prosa en lengua castellana, y de su segunda esposa, la dama Blanca de Lara. Entre sus ancestros paternos se contaba su bisabuelo, el rey Fernando III el Santo de Castilla.

La implicación de su padre en las luchas por el poder hizo que Juana se convirtiera desde su temprana juventud en un valioso objeto de intercambio político. Por su estirpe, era un partido apetecible para aquellos miembros de la alta nobleza que deseaban afianzar sus posiciones respecto a la monarquía y al resto del estamento nobiliario. En 1350, su hermano mayor, Fernando Manuel, la casó con el conde Enrique de Trastámara (1333-1379), uno de los hijos naturales que el rey Alfonso XI tuvo con su amante, doña Leonor de Guzmán. Apenas murió Alfonso XI, sus hijos bastardos comenzaron a conspirar contra el nuevo rey, Pedro I, hijo legítimo de aquél. Juana Manuel tomó parte activa en las luchas por el poder, en las que estaba implicado también el linaje de los Lara, al que pertenecía por vía materna.

En 1351 murió su hermano Fernando, cabeza de los Manuel, y Juana heredó los inmensos dominios de su patrimonio familiar, localizados en la parte oriental de Castilla la Nueva, con Almazán y Villena como centros. Ello reforzó sustancialmente la posición de su marido, quien pronto se convertiría en jefe del partido nobiliario opuesto a Pedro I. En 1356, Enrique alentó una sublevación armada contra el monarca legítimo, que fue fácilmente aplastada por los petristas. El conde de Trastámara consiguió refugiarse en Francia, pero Juana Manuel fue apresada por el rey y encarcelada. No obstante, consiguió escapar poco después y pudo reunirse con su marido al otro lado de los Pirineos, donde éste trataba de organizar una nueva ofensiva. Tras su regreso a Castilla, Juana Manuel dio a luz en Épila (Alcalá de Henares) en 1358 a su hijo Juan, futuro rey de Castilla como Juan I. De su matrimonio con Enrique de Trastámara nacería también, hacia 1350, una hija, Leonor, que en 1375 casaría con el infante don Carlos de Navarra (Carlos III).

Desde 1363, Enrique de Trastámara se convirtió en cabeza visible del bando nobiliario opuesto a la política personalista de Pedro I. En octubre de 1363, el Trastámara firmó una alianza con Carlos II de Navarra y Pedro IV el Ceremonioso de Aragón por la que éstos le reconocieron secretamente como rey de Castilla. Enrique de Trastámara entregó como rehenes de cumplimiento del acuerdo a Juana Manuel y a su hijo Juan, quienes pasaron a vivir en la corte aragonesa. Juan fue educado en dicha corte junto a su futura esposa, la princesa Leonor de Aragón, mientras su madre seguía de cerca los acontecimientos de Castilla.

En 1366, Enrique de Trastámara inició una gran ofensiva y Pedro IV el Ceremonioso permitió a Juana Manuel que se reuniera con su esposo. Antes de dejarla marchar, Juana tuvo que jurar solemnemente en nombre de Enrique que se cumplirían los acuerdos establecidos en 1363, y que incluían la cesión a Aragón del reino de Murcia y de las ciudades de Utiel, Moya, Cañete, Cuenca, Molina, Medinaceli, Almazán, Soria y Ágreda. La campaña concluyó con una derrota sin paliativos de los trastamaristas en la batalla de Nájera (1367) frente al ejército anglocastellano de Pedro I y el Príncipe Eduardo de Gales. Juana Manuel huyó entonces con Enrique a Avignon. Poco después, el Trastámara inició la ofensiva definitiva que le alzaría al trono de Castilla. Entre 1368 y 1369, Juana permaneció junto a su marido en algunas de las campañas más importantes de la guerra, como la toma de Zamora o el sitio de Toledo.

Tras la victoria de los trastamaristas en Montiel (1369), Juana Manuel y Enrique de Trastámara fueron proclamados reyes de Castilla. Al año siguiente, Enrique II le entregó en propiedad el señorío de Vizcaya, que ella cedió, a su vez, a su hijo Juan. De esta forma, el último gran señorío feudal quedó integrado en el patrimonio real castellano, al igual que, a la muerte de la reina, los señoríos de los Manuel y de los Lara. Con ello, la corona castellana se enriqueció considerablemente, si bien buena parte de estos señoríos fue entregada a la nobleza a través de las llamadas "mercedes enriqueñas".

A pesar de que había desempeñado un importante papel en el proceso que llevó a su marido al trono, después de 1369 se eclipsó la figura política de Juana Manuel. Como reina, según las crónicas contemporáneas, se dedicó a las obras piadosas y asistenciales, por lo que recibió el apelativo de "madre de los pobres". Murió en 1384, poco después de sobrepasar la cincuentena, cinco años después de la muerte de su esposo. Después de la subida al trono de su hijo, Juan I, Juana Manuel vivió retirada de la corte hasta su muerte. Fue enterrada en la capilla de los Reyes Nuevos de Toledo.

Bibliografía

  • LÓPEZ DE AYALA, P.: Crónicas. Ed. José Luis Martín. Barcelona: Planeta, 1991.

  • MOYA GARCÍA, C.: La reina Juana Manuel en el Cancionero de Baena, en Cancioneros en Baena. Actas del II Congreso Internacional Cancionero de Baena, In Memoriam Manuel Alvar, ed. J. L. Serrano Reyes, Baena, M.I. Ayuntamiento de Baena, 2003, I, pp. 283-392.

  • SUÁREZ FERNÁNDEZ, L.: Los Trastámara y los Reyes Católicos. Madrid: Gredos, 1985.

  • VALDEÓN BARUQUE, J.: Enrique II de Castilla: la guerra civil y la consolidación del régimen (1366-1371). Valladolid, 1966.

Autor

  • Sagrario Arenas Dorado; Victoria Horrilllo Ledesma