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HistoriaPolíticaBiografía

Juan I. Rey de Castilla y León (1358-1390)

Rey de Castilla. Nace en Épila (Alcalá de Henares). Tras la muerte de Enrique II de Castilla, en 1379, en Santo Domingo de la Calzada, su hijo, el nuevo rey Juan I, decide trasladar la corte a Burgos. En primer lugar, Juan I advierte a Carlos II de Navarra que está obligado a cumplir lo pactado en Briones con su padre. Por ese tratado, Navarra quedaba sometida a la política exterior castellana. En Burgos se procede a la celebración de las primeras Cortes de su reinado.

Juan I de Castilla. Alcázar de Segovia.

En septiembre de 1382 muere la reina de Castilla, Leonor de Aragón, con la que tuvo tres hijos: Enrique, su sucesor al trono, Fernando de Antequera, que fue rey de Aragón, y Leonor. El rey Juan I de Castilla, tiene sólo 24 años y pasa a convertirse en el objetivo de la política matrimonial de los demás reinos. La muerte de Leonor hace peligrar la paz entre Aragón y Castilla, pues era su situación en la corte castellana la que garantizaba el entendimiento. Entre todas las ofertas de las casas reales, el castellano decide esposarse con Beatriz, heredera de Portugal. Celebrado el matrimonio entre Juan I de Castilla y la heredera portuguesa a fines de 1382, tienen lugar conversaciones en Pinto para profundizar en las consecuencias del matrimonio. No se desea la unión de las dos coronas, por ello se decide que el primogénito de Juan I herede Castilla y los hijos que tenga con Beatriz sean reyes de Portugal. También se acuerda en estas capitulaciones que si Beatriz muriera sin descendencia -sólo tiene 10 años-, y si no la sobreviviesen los infantes portugueses Juan y Dionís, podría pensarse en una unión de Castilla y Portugal.

En mayo de 1383, en la catedral de Badajoz, se celebran los desposorios entre el rey de Castilla, Juan I, y la heredera del trono de Portugal, Beatriz. Son bendecidos por el legado papal de Clemente VII, Pedro de Luna, aunque no acude el rey de Portugal, Fernando I, gravemente enfermo y opuesto al matrimonio. Es la reina Leonor Téllez la instigadora de este matrimonio.

El único escollo que tiene la política interior castellana es la actitud del conde de Noreña, Alfonso Enríquez, responsable de todo tipo de intrigas y traiciones. Juan I de Castilla aprovecha su propia boda con Beatriz de Portugal para responder a uno más de los desaires del conde y manda realizar un ataque a sus dominios de Gijón, desde los que controla casi toda Asturias. Una vez rendida la plaza de Gijón en mayo de 1383, le arrebata todas sus posesiones asturianas que pasan al obispo de Oviedo.

En el otoño de 1383, Juan I sigue con sus intentos de reforma interior. Para ello convoca Cortes en Segovia en las que se consolida la organización de la Audiencia y se reforma el cómputo del tiempo, que pasa de la era hispánica a la cristiana, es decir, se comienza a contar el tiempo desde el nacimiento de Cristo.

En 1383 muere el rey de Portugal, Fernando I, y Beatriz se convierte en heredera al trono. Juan I de Castilla, su esposo, se plantea tomar el trono en su nombre y lo comunica a su Consejo reunido en Toledo para celebrar las honras fúnebres de su suegro. Parte hacia el país vecino y concentra sus tropas en Puebla de Montalbán para luego dirigirse a Guarda, plaza que se le entrega sin resistencia. Esta acción quiebra todo lo acordado poco antes de su matrimonio con Beatriz de Portugal, pero desde este momento adopta el título de rey de Portugal.

Juan I de Castilla está decidido a hacerse militarmente con Portugal. Previendo una prolongada ausencia del reino castellano, nombra tres regentes, el 20 de diciembre de 1383; por vez primera ninguno de ellos es miembro de la familia real: el marqués de Villena, el arzobispo de Toledo y Pedro González de Mendoza. Estos pasarán a ocuparse de la continuidad del gobierno en Castilla. Juan I llega a Santarem para entrevistarse con su suegra Leonor, viuda del fallecido rey portugués Fernando I. La reina, temerosa por los brotes de rebelión que se están dando en Portugal, voluntariamente renuncia a sus derechos en favor de su yerno, Juan I de Castilla, que pasa a concentrar todo su potencial militar en Lisboa. Juan I de Castilla persiste en su intento de conquistar Portugal. Se descubre que la reina viuda de Portugal, que parecía estar de acuerdo con el castellano, planea instalar en el trono portugués al conde de Trastámara. Por ello es apresada y llevada al monasterio de Santa Clara de Tordesillas.

Estando el grueso del ejército castellano concentrado en la toma de Lisboa, el reino musulmán de Granada tiene la tentación en 1384 de realizar ampliaciones territoriales a costa de Castilla, pese a las treguas firmadas por ambos en 1379. Comienzan con unos incidentes en la frontera murciana provocados por los granadinos, pero Juan I de Castilla responde desplegando sus tropas y dirigiendo enérgicas misivas a Granada, lo que disuade a los musulmanes de cualquier nuevo intento de ataque. Mientras tanto, Nun Alvares Pereira, experto en escaramuzas contra los castellanos en Portugal, logra una victoria en Atoleiros contra los castellanos en abril de 1384, de poco valor militar, pero que supone un refuerzo de la moral de las tropas portuguesas.

En el intento militar que Juan I de Castilla sostiene para hacerse con el trono portugués, el cerco a que los castellanos someten a Coimbra no prospera, y Juan I de Castilla decide intentarlo con Lisboa. En mayo de 1384, pese a algunas oposiciones en su Consejo Real, cerca Lisboa y reclama a su reino mayores ayudas económicas y la formación de un poderoso ejército que venza definitivamente a los portugueses. Sin embargo, la aparición de la peste entre las tropas castellanas mina su fuerza y su moral. Castilla tiene problemas en el cerco de Lisboa y el 6 de abril de 1385, las Cortes de Coimbra reconocen como rey de Portugal a Juan I, bastardo de Pedro I de Portugal y maestre de la orden de Avís. Poco antes se había colocado al frente de la revuelta que en Lisboa se produce contra la regencia de Leonor Téllez y Juan I de Castilla.

Juan I, rey de Castilla, tras el reconocimiento por las Cortes portuguesas del bastardo Juan de Avís, vuelve a sus intentos militares para hacerse con este trono en 1385, contando con la ayuda de Francia y Aragón. Parte de Ciudad Rodrigo para llegar a Guarda y pasar de largo por Coimbra. Los portugueses, fingiendo retirarse, se repliegan hacia Aljubarrota, preparándose para la llegada de los castellanos. El 14 de Agosto de 1385 se enfrenta en Aljubarrota a los portugueses, dirigidos por Nun Alvares Pereira y reforzados por los arqueros ingleses. Los castellanos, más numerosos, atacan, sobre todo, con la caballería, pero sufren una estrepitosa derrota y el mismo Juan I de Castilla, a duras penas, salva su vida.

Tras la derrota castellana, Juan I de Castilla convoca Cortes en Valladolid en diciembre de 1385. En ellas el rey trata de rendir cuentas y evaluar las circunstancias por las que Castilla ha llegado a la actual situación de derrota. Juan I busca en estas Cortes el apoyo de los tres estados, que en cierto modo recibe. Por ello, se le conceden recursos económicos extraordinarios y se afronta una reforma del ejército, el llamado Ordenamiento de Lanzas, además de modificarse el Consejo Real.

El rey necesita dinero para pagar la compensación al duque de Lancaster por su renuncia a las aspiraciones al trono de Castilla, y sellar, por tanto, una paz duradera con Inglaterra. Esta vez, en las Cortes celebradas en Briviesca en diciembre de 1387, el clero y la nobleza son reacios a pagar al rey más dinero, que sin embargo logra lo suficiente para poder reanudar las conversaciones con el duque de Lancaster. Carlos III de Navarra actúa como mediador para conseguir la paz, y en julio de 1388 se acuerda en Bayona el matrimonio del heredero del trono castellano con la hija del duque, que iría a Castilla acompañada por Constanza, su madre, hija de Pedro I el Cruel. A cambio, los duques renuncian a sus derechos a la corona castellana.

En Alcalá de Henares, al caer de su caballo, muere Juan I de Castilla el 9 de octubre de 1390. Segundo rey Trastámara, con él se afianza definitivamente esta dinastía en Castilla, aunque durante todo su reinado ha tratado de limitar los excesivos privilegios conseguidos por la nobleza durante el reinado de su padre.

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  • ABR