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ZoologíaBiografía

Villanova Entraigües, Tomás (1769-1837).

Médico y naturalista español, nació en Valencia en 1769 y murió en Madrid en 1837.

Era hijo de Tomás de Villanova Muñoz y Poyanos, catedrático de química y botánica de la Universidad de Valencia. En ella estudió medicina y, tras graduarse en 1792, ganó por oposición la plaza de disector anatómico. "Con este motivo -dice su Relación de méritos - presentó aquel día en el teatro anatómico, como muestra de su aplicación, un pequeño gabinete de historia natural zoológica, trabajado con su mano, con la correspondiente nomenclatura según el sistema de Linneo y, además de esto, varios ojos de vidrio y en particular uno compuesto de diferentes piezas que representaban las túnicas y humores del cuerpo humano .... juntamente puso de manifiesto diferentes piezas anatómicas de musculatura y vísceras inyectadas, y otras conservadas en espíritu de vino, y algunas imitadas de cera, en especial un corazón con todas sus ramificaciones de arterias y venas". Como disector anatómico, aparte de realizar los trabajos propios de este puesto, "labró varias piezas anatómicas de todo género para que sirviesen de modelo a los estudiantes", llamando en especial la atención "una estatua anatómica de cera de magnitud natural en que ... se manifestaban las tres cavidades del cuerpo humano con la mayor propiedad, todas las vísceras más principales anatomizadas, las ramificaciones de las arterias y de las venas, el sistema nervioso, los vasos linfáticos y lácteos”.

A mediados de 1794, al fallecer Juan Palafox Rovira, corresponsal en Valencia del Real Gabinete de Historia Natural de Madrid, Villanova se dirigió a esta institución, ofreciéndose para terminar la colección de aves en la que Palafox había estado trabajando y aspirando a sucederle como corresponsal. El director del Gabinete, José Clavijo, se opuso a esta solicitud y recomendó que se suprimiera la plaza, en su línea habitual de obstrucción de la labor de naturalistas que pudieran poner de relieve su ignorancia. Sin embargo, la competencia científica de Vilanova y su extraordinaria habilidad técnica explican que en 1798 fuera nombrado comisionado del Gabinete de Historia Natural del Gran Ducado de Parma. Además de encargarse de sus colecciones, dio lecciones de historia natural a las que asistió el propio duque, quien le concedió una pensión al terminar su trabajo, en diciembre de 1802. A comienzos de siglo había ofrecido de nuevo sus servicios como corresponsal del Real Gabinete, de Madrid, siendo en esta ocasión admitido, aunque con la limitación de enviar solamente pieles de animales y la expresa prohibición de montarlos. También estuvo en relación con el Real Gabinete de Historia Natural, de Copenhague, para el que preparó una colección de aves por la que recibió en 1804 una felicitación del monarca danés. Durante estos años anteriores a la Guerra de la Independencia, Villanova no había perdido su conexión con los temas y las instituciones valencianas, como lo demuestra el hecho de que la Real Sociedad Económica de Amigos de País lo nombrara en 1807 "socio de mérito por las ciencias naturales" y que publicara su Indice de las aves que forman la colección completa de las especies propias de la Albufera, disecadas y clasificadas (1808).

En 1811, tras la ocupación de Valencia por las tropas del Mariscal Suchet, fue nombrado segundo catedrático de anatomía de su Universidad, ya que era de ideología afrancesada como otros científicos valencianos de su generación, entre ellos el importante químico Andrés Alcón Calduch, que también pasó entonces a ocupar una cátedra. Este nombramiento hubiera podido conducir a un profundo cambio en la actividad valenciana relacionada con las ciencias morfológicas. Sin embargo, fue destituído en cuanto los franceses abandonaron la ciudad, igual que todos los demás profesores "intrusos". En consecuencia, su importante obra no se desarrolló en la Universidad de Valencia, sino en el Museo de Ciencias Naturales, de Madrid.

En 1814, Villanova presentó al rey su Ornitología, obra en la que recogió el resultado de los trabajos que en torno a las aves había realizado durante dos décadas. En tres volúmenes, más un atlas con ochenta y una pinturas que él mismo había realizado, estudió en ella cerca de un millar de especies según “el sistema de Linneo, aunque corregido y aumentado”, pues “los progresos que han hecho las ciencias naturales en estos últimos tiempos, y el fin que se propuso conseguir el autor de abrazar todos los nuevos descubrimientos, le obligaron a corregir, variar y aumentar el sistema de Linneo, sin que por esto intentara deprimir el justo aprecio a que es acreedor este incomparable naturalista”. Tres años después presentó a María Isabel de Braganza, segunda esposa de Fernando VII, una Clasificacion de los insectos para el uso de la Reyna Nª Sª, otro atlas pictórico del que a continuación nos ocuparemos.

A partir de noviembre de 1819, tras ser nombrado profesor interino, Villanova impartió en el Museo de Ciencias Naturales el primer curso de anatomía comparada que se dió en España. De acuerdo con el real decreto que lo instituyó, el método que debía seguir era el siguiente: "Un breve discurso sobre la zoología y su utilidad servirán de apertura a sus lecciones ... En seguida explicará teórica y prácticamente los conocimientos más necesarios de la anatomía comparada, para poder fundar los caracteres de la más moderna clasificación y, últimamente, demostrará el sistema zoológico, hasta determinar las especies en particular, todo según los últimos descubrimientos de Cuvier". Tres años más tarde, en octubre de 1822, fue nombrado catedrático numerario de zoología. Le asignaron dos "ayudantes disectores" y la supervisión de la Escuela de Taxidermia, que dirigía entonces Salvador Duchen Poyo.

Hasta su fallecimiento en agosto de 1837, Villanova trabajó infatigablemente en el Museo. Aparte de su dedicación a la enseñanza, que sólo interrumpió en 1832 con motivo de una grave enfermedad, y de enriquecer extraordinariamente las colecciones de zoología y anatomía comparada, redactó una serie de memorias científicas, la mayoría de las cuales quedaron inéditas, como muchas otras en la España de estos años. Entre ellas figuran una memoria sobre la enseñanza de la anatomía comparada (1822); un compendio de zoología (1824), parte del cual circuló manuscrito; un estudio teratológico acerca de un becerrillo con cinco astas (1826) e informes sobre los insectos fosforescentes del género Lampyris (1833), una plaga de “chinches de huerta” pertenecientes a las especies Cimex acuminatus y Scarabeus hirtellus (1833) y otra de Rynchites vagus (1835). En 1833, un año después de los hallazgos de mamíferos fósiles que Darwin hizo en el acantilado argentino de Punta Alta, el embajador británico en Madrid solicitó permiso para vaciar en yeso algunas piezas del esqueleto de megaterio que había sido montado y estudiado por Juan Bautista Bru. La Junta de Protección del Museo contestó negativamente a dicha solicitud, que iba acompañada por una carta del Royal College of Surgeons, de Londres, fundándose en el informe emitido por Villanova, en el que adujo principalmente la extrema fragilidad de los huesos. En 1835, el propio Villanova publicó el artículo Observaciones sobre el esqueleto del Megaterio que se halla en el Gabinete de Historia Natural de Madrid, con motivo de una corrección que había hecho en su montaje del esqueleto. En él, aparte de reconocer los méritos de Bru, rebatió las dudas "de la identidad del animal" y su consideración "como un ser problemático" por parte del gran geólogo Carlos de Gimbernat, quien era uno de los pocos que en Europa no aceptaba la formulación del género Megatherium, que Cuvier había hecho sobre la base del ejemplar de Bru.

Interesado vivamente por la taxonomía zoológica, recogió en cinco pequeños volúmenes, que no llevan fecha, la correspondiente a la "entomología", "cuadrúpedos ovíparos", "gusanos" y "pisces", según Charles Joseph de Villers, Étienne Louis Geoffroy, Bernard G. E. Lacépède y Jean Guillaume Brugnière, respectivamente. Ilustró uno de los dos relativos a la taxonomía entomológica con imágenes precisas de casi un centenar de insectos, dibujados por él mismo con pintura a la aguada en tonos grises y negros.

Pendiente todavía la localización de la Ornitología y su atlas, la gran capacidad pictórica y didáctica de Vilanova se manifiesta principalmente en la antes citada Clasificacion de los insectos para el uso de la Reyna (1817). Se trata de un volumen en folio de ciento cuarenta y una páginas, ciento once de las cuales corresponden a pinturas a la acuarela del naturalista valenciano, quien fue también el autor de la bella portada. Las dos primeras están dedicadas a la metamorfosis, con figuras de “henillas o larvas”, “ninfas, crisálidas o aurelia” y “mariposas”, así como de “ninfas semicompletas y completas”. La tercera ofrece una “demostración de los caracteres” de los siete “órdenes” que Villanova distingue: “Coleópteros, Hemípteros, Lepidópteros, Neurópteros, Himenópteros, Himenópteros, Dípteros y Ápteros”. A partir de la cuarta hasta la última representan una o varias especies que ejemplifican los “géneros” que comprende cada “orden”.

Muchos de estos “géneros” corresponden a familias de la taxonomía actual. Por ejemplo, “Scarabeus” a Scarabaeidae, que Villanova ejemplifica con imágenes de Oxythyrea funesta, Gnorimus nobilis y Cetonia aurata de color oscuro y de color dorado; “Lucanus” a Lucanidae, representada con una gran figura de Lucanus cervus, etc.. Otras veces, varios “géneros” de Villanova están encuadrados en una sola familia actual, como sucede con “Cerambyx”, “Leptura” y “Necydalis”, que ejemplifica con pinturas de las especies Rhagium bifasciatum, Cerambyx cerdo, Saperda populnea, Corymbia rubra, Leptura quadrfasciata, Necydalis major y otras de la familia Cerambycidae. Por supuesto, toda correspondencia desaparece en los “Ápteros”, ya que, como otras obras de comienzos del siglo XIX, este “orden” incluye arañas, escorpiones, cangrejos y otros invertebrados que poco después serían completamente separados de los “insectos”.

Bibliografía

Fuentes.

Relación de los méritos literarios de Tomás Villanova Entraigües … desde el año de 1784 hasta 1795, Valencia, s. i., 1795.
Indice de las aves que forman la colección completa de las especies propias de la Albufera, disecadas y clasificadas, Valencia, Real Sociedad Económica de Amigos del País, 1808.
Plan en compendio de la obra general de Ornitología presentada a S. M., Madrid, s. i., 1814.
Relación de los méritos literarios de Tomás Villanova Entraigües … desde el año de 1795 hasta 1815, Madrid, s. i., 1815.
Clasificación de los insectos para el uso de la Reyna Nª Sª [1817], Ms. Biblioteca del Palacio Real, Madrid. Entomologia.
Clavis Metodica secundum Systema Caroli á Linné curante et augente C. de Villiers et cum variis notis á Thoma Villanova [s. a.], Ms. Biblioteca de la Real Academia de Medicina, Madrid.
"Observaciones sobre el esqueleto del Megaterio que se halla en el Gabinete de Historia Natural de Madrid", Gaceta de Madrid, nº 351, 12 diciembre 1835.
La mayoría de las memorias científicas manuscritas de Villanova se conservan en el archivo del Museo Nacional de Ciencias Naturales, de Madrid, donde también hay preparaciones suyas o relaizadas bajo su dirección.
I

Literatura secundaria

LÓPEZ PIÑERO, J. M. "Tomás Villanova Entraigües y la anatomía comparada". En: J. M. López Piñero et al., Las Ciencias médicas básicas en la Valencia del siglo XIX, Valencia, Edicions Alfons el Magnànim, 1988, pp. 81-84.
LÓPEZ PIÑERO, J. M. JEREZ MOLINER, F. La imagen científica de la vida. La contribución valenciana a la ilustración médica y biolófica (siglos XVI-XIX), Valencia; Generalitat Valenciana, 1999, pp. 229-238.

José María López Piñero.

Autor

  • José María López Piñero