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Ocio y entretenimientoBiografía

Moro Chico, Humberto (1958-VVVV).

Matador de toros mejicano nacido en Aguascalientes (en el estado homónimo) el 14 de abril de 1958. Es hijo del célebre espada azteca Humberto Moro Treviño.

El animado ambiente taurino que vivió en su casa desde su infancia le animó a seguir los pasos profesionales de su progenitor, al tiempo que le facilitaba unas oportunidades poco frecuentes en los comienzos de la andadura torera de cualquier otro joven aspirante a figura del toreo. Así, tras una meteórica trayectoria novilleril, aún no había alcanzado los diecisiete años de edad cuando pasó a encuadrarse en la nómina de los matadores de reses bravas, merced a la alternativa que le otorgara, en la plaza de toros de León (en el estado de Guanajuato), el coletudo de Monterrey Manuel Martínez Alcira ("Manolo Martínez"); el cual, bajo la atenta mirada del espada capitalino Francisco Rivera Agüero ("Curro Rivera"), que hacía las veces de testigo, le facultó para que muleteara y despenara a estoque a un morlaco criado en las dehesas mejicanas de Mimiahaupan. Corría, a la sazón, el día 19 de enero de 1975.

La fama de que gozaban, por aquel entonces, esos dos compañeros de cartel basta para probar las facilidades que tuvo desde su adolescencia Humberto Moro Chico. Tanto fue así, que antes de que transcurriera medio mes desde su doctorado en tauromaquia ya estaba pisando el redondel de la plaza Monumental de México, donde, el día 2 de febrero de aquel año de 1975, se verificó la confirmación de dicha precoz alternativa. Apadrinó, entonces, al joven maestro de Aguascalientes el matador de Ciudad de México Jesús Solórzano Pesado, y dio testimonio de aquella ceremonia el célebre torero español Pedro Gutiérrez Moya ("Niño de la Capea"). Aquella tarde se corrió un encierro perteneciente a la ganadería de José Julián Llaguno.

A pesar de los prometedores comienzos de su carrera profesional, el animoso Humberto Moro Chico resultó, en seguida, muy castigado por las astas de las reses bravas, por lo que no llegó a alcanzar la condición de figura del toreo. Dichos percances también le impidieron presentar su técnica y su arte en las arenas españolas.

Autor

  • JR.