Montoro y Valdés, Rafael (1852-1933).
Político, pensador y orador hispano-cubano nacido en La Habana en 1852 y fallecido en la misma ciudad en 1933; importante referente en los círculos intelectuales de la época, fue una figura política destacada en los primeros tiempos de la independencia de Cuba.
Estudió Derecho en La Habana, París, Nueva York y de nuevo en su ciudad natal antes de trasladarse a España, donde se inició como periodista y crítico literario. Se dio a conocer por sus artículos en El Norte y El Tiempo, entre los que destacó su crítica a varias obras de Ramón de Campoamor. Colaborador de José del Perojo y Figueras, trabajó con éste en su Revista Contemporánea, fundada en 1875, de la que fue redactor jefe y habitual articulista con interesantes estudios críticos literarios y filosóficos.
Fue figura habitual en el Ateneo Científico y Literario de Madrid, además de vicepresidente de su sección de ciencias morales y políticas, y uno de sus máximos oradores a finales de la década de 1870; también fue segundo secretario de la Asociación de Artistas y Escritores Españoles.
En 1878 regresó a Cuba y fundó el Partido Liberal Cubano, por cuyas filas fue representante de La Habana en las Cortes españolas en 1880, y nuevamente en 1886 por Puerto Príncipe; en esos años colaboró asiduamente con La Revista de Cuba y en el diario El Triunfo, órgano oficial de su partido. Formado filosóficamente en el pensamiento alemán del siglo XIX, Montoro manifestó siempre una ideología moderada alejada de todo radicalismo. Respecto a la cuestión de Cuba, se mostró favorable a la autonomía sin abandonar la soberanía española y, dentro de este marco político, fue nombrado Secretario de Hacienda (1898). Tras la independencia de la isla fue miembro del comité encargado de supervisar la evacuación española y, durante el mandato de Tomás Estrada Palma (1902-1906), desempeñó los cargos de ministro plenipotenciario en Inglaterra y Alemania. En 1908 fue candidato del Partido Conservador a la Vicepresidencia de la República, pero no consiguió su objetivo. Más tarde fue Secretario de la Presidencia con Mario García Menocal (1913-1921) y asesor jurídico del Secretario de Estado bajo el mandato de Alfredo Zayas (1921-1925).
Dotado de excelentes cualidades de orador, en 1894 fue publicada en Estados Unidos una recopilación de sus mejores intervenciones políticas y discursos filosóficos con el título Discursos políticos y parlamentarios, informes y disertaciones. Fueron muy notables asimismo La música ante la filosofía del arte (1883) y Principios de moral e instrucción cívica (1902). Poco antes de su muerte apareció publicada en La Habana su obra completa en cuatro volúmenes.
MAH
