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MúsicaBiografía

Perotin o Perotinus (s. XIII).

En la historia de la música, el nombre del maestro Perotin aparece asociado a uno de los principales autores dentro del estilo compositivo desarrollado bajo la influencia de la denominada Escuela de Notre Dame, el principal centro de actividad musical en Europa occidental durante el último tercio del siglo XII y los primeros años del siglo XIII.

El Magister Leoninus y el Magister Perotinus según el Anonymus IV.

En general, al hablar de Perotin o Perotinus, se tiende a establecer automáticamente una asociación con el nombre de Leonin o Leoninus, debido a que ambos suelen aparecer juntos desde que fueron citados por primera vez en un manuscrito de autor anónimo datado aproximadamente en los años centrales del siglo XIII: el célebre Anónimo IV, citado frecuentemente bajo su ortografía latina como Anonymus IV. El autor desconocido de este breve tratado, publicado por primera vez por el musicólogo del siglo XIX Charles-Henri de Coussemaker, se refiere a un magister Perotinus, optimus discantor, es decir a un “maestro Perotinus, excelente compositor de obras polifónicas creadas según la técnica del discanto”. En esta misma fuente se habla de un magister Leoninus (Leonin), optimus organista, o lo que es lo mismo, “gran compositor de obras polifónicas en forma de organum, una de las más populares en los comienzos de la evolución de la música polifónica “culta” (otras serían el motete, el conductus y la cantilena). Por lo que puede deducirse de las afirmaciones del Anónimo IV, la labor de Perotinus, a quien se califica sin rodeos como “melior quam Leoninus” (“mejor que Leoninus”), habría consistido en reformar las obras compuestas por este mismo Leonin, compiladas en un gran códice al que el autor anónimo del siglo XIII describe como un magnus liber organi de gradali et antiphonario pro servitio divino multiplicando (“un gran libro de organa compuestos a partir de graduales y antífonas para aumentar el repertorio de obras destinadas a ser interpretadas durante el servicio divino”).

La contribución del Magister Perotinus a la evolución del organum. El Magnus Liber Organi...

El gran libro de composiciones polifónicas al que se refiere el Anónimo IV permanece perdido, pero al menos los investigadores cuentan con diversas copias del manuscrito original que permiten reconstruir, al menos en parte, el repertorio musical que contenía, así como estudiar cuál era el estilo del maestro Leonin y en qué pudo consistir exactamente la contribución llevada a cabo por el maestro Perotin a la tradición del organa. Las principales de estas versiones del Magnus Liber son:

- El Pluteo XXIX de la Biblioteca Laurenziana de Florencia, una copia elaborada probablemente a finales del siglo XIII o quizá a comienzos del XIV, que en su día perteneció a Pedro de Medicis. Los investigadores consideran que ésta debe de ser la fuente más cercana al Magnus Liber original.

- El Códice 677 de Wolfenbüttel, una copia de dimensiones más reducidas que el manuscrito de Florencia.
- El Códice 20486 de la Biblioteca Nacional de Madrid, en el que algunas de las composiciones que en el resto de las versiones del Magnus Liber aparecen en versiones a tres figuran copiadas tan sólo a dos voces.
- El Manuscrito 1206 de Wolfenbüttel, probablemente copiado en una época más tardía que el resto de las versiones.

Los investigadores suponen que estas versiones procedentes del siglo XIII deben de ser copias del original, aunque todas ellas presentan diversas diferencias entre sí. El hecho de que existan tantas versiones de una misma obra permite deducir hasta qué punto el Magnus Liber Organi... debió de ser en su época una obra célebre y capaz de despertar la curiosidad de los copistas ya desde el momento de su composición y a lo largo de todo el siglo siguiente. Además, aparte de estas fuentes principales, los investigadores han hallado parentescos con el Magnus Liber o bien fragmentos de dimensiones reducidas procedentes de esta obra en varios manuscritos de épocas posteriores a la primera mitad del siglo XIII.

El documento Anónimo editado por Coussemaker afirma que la tarea de Perotinus consistió en “abreviar” varias de las obras compuestas por Leoninus. Hoy en día resulta muy evidente el significado que el término “abreviar” tenía en la época: en lugar de referirse a “reducir” de alguna manera las dimensiones de las obras, tienen que ver con convertir las notas largas en un número equivalente de notas de valor más pequeño, de una manera similar a como siglos más tarde los músicos hablarían de “disminuir” para referirse a este mismo proceso que consistía en introducir pasajes melódicos compuestos a base de notas rápidas dentro de una melodía preexistente con la finalidad de ornamentar la composición inicial. El trabajo de Perotin como reformador del Magnus Liber consistiría en resumen en la composición de diversas clausulae (véase cláusula) que complementarían el material musical compuesto por Leonin, contribuyendo así al enriquecimiento del repertorio polifónico destinado a ser interpretado durante las celebraciones litúrgicas de Notre Dame, tanto desde el punto de vista melódico como en los rasgos rítmicos que aparecen en estas composiciones. En las cláusulas atribuidas a Perotin se aprecia ya una intención decidida de enfatizar mediante la inclusión y repetición de diversos tipos de melismas precisamente las secciones del texto que pudieran requerir una mayor expresividad para llegar así realzadas a los oídos de los asistentes a las celebraciones o, idealmente, a los mismos oídos de Dios. A juzgar por las diversas versiones y copias del Magnus Liber Organi... de las que hoy se dispone, solamente una parte de las cláusulas que aparecían en la obra original fueron compuestas por Perotin, ya que algunas de ellas corresponden a Leonin y fueron creadas por lo tanto en una época anterior. Lo cierto es que las clausulae atribuibles al magister Leoninus debieron de perder vigencia en relación con las compuestas años después por Perotinus, al menos a juzgar por el hecho de que algunas de las copias principales, como el mismo manuscrito de la biblioteca de Lorenzo de Medicis de Florencia o el de Wolfenbüttel, no reproducen íntegramente el repertorio de las cláusulas atribuidas a Leonin, sino que éstas aparecen sustituidas en los organa por otras de composición más reciente, las que supuestamente fueron compuestas por Perotin y, o bien aparecen relegadas al final, o bien han sido omitidas completamente por los copistas.

En realidad, en la reforma de Perotin no solamente se aprecia hasta qué punto había evolucionado la polifonía a lo largo del tiempo transcurrido entre la generación del maestro y la del discípulo, sino que, además, pueden distinguirse ligeras marcas del estilo personal de cada uno de estos compositores: así, en las obras atribuidas a Leonin las melodías resultan más amplias que en las secciones supuestamente compuestas por su sucesor, en las que la melodía suele consistir en varias secuencias relativamente breves, generalmente melismáticas, que se repiten dando lugar a juegos parecidos a los que más adelante llegarían a desarrollarse en los motetes isorrítmicos característicos del Ars Nova. Por otra parte en algunas de las obras atribuidas a Perotin se observan ya rasgos de imitación del sentido de las palabras del texto por medio de la música que algunos investigadores del repertorio medieval se han atrevido incluso a describir como “premadrigalísticos”.

¿Quién fue Perotin?

Mientras que la figura del magister Leoninus sigue resultando difusa, durante mucho tiempo desde que en el siglo XIX fue publicado el Anónimo IV se ha dado por supuesto que debió de desempeñar tareas similares a las de un maestro de capilla en la catedral de Notre Dame, una afirmación que resulta poco probable, ya que todos los datos conducen a pensar que el maestro Leonin debió de vivir en una época anterior a la constitución de cualquier clase de institución musical estable dependiente del templo parisino. Sin embargo, la existencia del magister Perotinus sí se encuentra algo más documentada. Tradicionalmente se ha considerado que Perotin sería durante años un discípulo y ayudante del Leoninus a quien todos admiraban. En algunos documentos en los que se recogen datos relativos al primer cuarto del siglo XIII se habla de un personaje llamado Petrus Succentor (o Pedro el “sub cantor” o el “sochantre”, es decir, el que desempeñaría las labores de “vice maestro de capilla”) que podría ser muy bien el mismo músico a quien el autor del Anónimo IV llama por su diminutivo Perotinus.

La maestría como compositor del magister Perotinus a la que se refiere el Anónimo IV iba a quedar reflejada en algo más que en las cláusulas con las que enriqueció el repertorio de organa elaborado por su supuesto antecesor: el mismo Anónimo IV atribuye al optimus discantor varios conducti (véase conductus). Éstos son los conocidos como Salvatoris hodie y Dum sigillum, ambos polifónicos, y el conductus monódico Beata viscera. Al margen de estas atribuciones concretas, se supone que Perotin debió de ser el autor de un gran número de conducti monódicos compuestos a partir de textos de un solo verso.

Bibliografía.

  • RECKOW, F.: Der Musiktraktat des Anonymus 4, Wiesbaden, 1967.

  • DITTMEER, L.: Anonymus IV, colección Music Theorists in Translation, vol. 1, Brooklyn, 1959 (traducción al inglés del Anónimo IV).

  • PAGE, C.: Discarding Images. Reflections on Music and Culture in Medieval France, Clarendon Press (Oxford University Press), 1997.

  • CARPENTER, N. C.: Music in the Medieval and Renaissance Universities, 1958.

  • SWITTEN, M. L.: Music and Poetry in the Middle Ages; a Guide to Research on French and Occitan Song, 1100-1400, Nueva York y Londres: Garland, vol. 19, 1995.

Lucía Díaz Marroquín.

Autor

  • LDM