Francovich Salazar, Guillermo (1901-1990).
Filósofo, ensayista y dramaturgo boliviano, nacido en Chuquisaca en 1901 y fallecido en Río de Janeiro (Brasil) en 1990. Volcado desde su temprana juventud hacia las disciplinas humanísticas, se especializó en el estudio de la Filosofía, materia en la que llegó a adquirir unos conocimientos que le situaron a la cabeza del pensamiento boliviano durante buena parte del siglo XX.
Fruto de esta intensa dedicación al estudio de los textos reflexivos, a finales de los años treinta Guillermo Francovich dio a la imprenta una opera prima titulada Filósofos brasileños (Río de Janeiro: [s.p.i.], 1939), obra en la que mostraba una amplitud de miras que, poco a poco, habría de ir centrando sus objetivos de análisis en el panorama cultural de su pueblo. Así, tras la publicación de otros interesantes ensayos en los que indagaba en las ideas de algunos pensadores extranjeros como el inglés Francis Bacon y el alemán Martin Heidegger, a mediados de los años cincuenta publicó la que estaba llamada a convertirse en su obra más importante dentro del campo del análisis filosófico, titulada El pensamiento boliviano en el siglo XX (México: Fondo de Cultura Económica, 1956). En este interesante trabajo, Guillermo Francovich rescataba la obra y las ideas de dos grandes autores bolivianos que, desde dos campos genéricos bien diferenciados, podían considerarse como los auténticos fundadores de la filosofía contemporánea en Bolivia: en el terreno de la literatura, Carlos Medinaceli; y en el ámbito de la historia, Gabriel René-Moreno. A través del estudio de las ideas de estos dos escritores, Francovich establecía la interacción constante, dentro del pensamiento boliviano, de la historia y la literatura, materias que, según el ensayista de Chuquisaca, se invadían mutuamente para dejar un fructífero poso en el campo de las ideas. De ahí que Francovich considerase imprescindible, a la hora de profundizar en el pensamiento filosófico de su pueblo, la creación de un archivo documental de sucesos históricos en el que se pudiesen rastrear los tres grandes temas que, a su juicio, daban lugar a las tres corrientes más importantes de la filosofía boliviana del siglo XX: el nacionalismo, el socialismo y el indigenismo.
En esta línea de propuestas, Guillermo Francovich también postuló el rescate de algunos trabajos ensayísticos, históricos y literarios de otros autores como Humberto Vázquez Machicado, Gregorio Taborga, Carlos Gerke, Víctor Varas y Manfredo Kempf Mercado, textos que, sumados a los de los ya citados Medinaceli y René-Moreno, demostraban de forma palmaria que el pensamiento boliviano del siglo XX había recorrido las mismas etapas por la que había transitado el desarrollo de las ideas en toda Hispanoamérica. A grandes rasgos, este interesante recorrido se puede simplificar el paso desde el irracionalismo a la mística de la tierra.
Casi un cuarto de siglo después de la aparición de El pensamiento boliviano del siglo XX, Guillermo Francovich, a un año de convertirse en octogenario, sorprendió gratamente a críticos y lectores con otro lúcido ensayo que, bajo el título de Los mitos profundos de Bolivia (La Paz: Ed. Los Amigos del Libro, 1980), superó con creces el interés despertado por su anterior obra maestra. En este brillante testimonio de toda una vida consagrada al estudio de la identidad cultural de su pueblo, el filósofo de Chuquisaca aislaba tres amplios espacios míticos que, según él, bastaban para explicar la idiosincrasia del país. El primero, de ámbito cultural, ubicaba en la grandiosidad del paisaje andino todos los referentes cosmológicos del pueblo boliviano; el segundo, de contenido histórico, situaba en el desprecio actual de todo lo relacionado con la influencia española la mejor prueba de la pervivencia de ese legado secular; y el tercer mito, también de alcance histórico, tenía un referente concreto en el antiguo esplendor minero de Potosí, fuente natural de una riqueza que, durante demasiado tiempo, se consideró inagotable. Según Guillermo Francovich, la poderosa influencia de estos tres grandes mitos determinaba el desarrollo del pensamiento boliviano a lo largo de todo el siglo XX, si bien la verdadera identidad cultural de su nación se había forjado, además, con la suma de otros mitos que, como la sacralización de los sentimientos, tenían un sustrato histórico anterior a la conquista y colonización española (lo que explicaba algunas de las extrañas relaciones sociales todavía vigentes en Bolivia).
Al margen de estas dos grandes obras histórico-literario-filosóficas, Guillermo Francovich Salazar dejó un interesante legado ensayístico compuesto por otros títulos como Supay (Chuquisaca: [s.p.i.], 1939); Los ídolos de Bacon (Chuquisaca: [s.p.i.], 1942); La filosofía en Bolivia (Buenos Aires: Ed. Losada, 1945); La filosofía existencialista de Martin Heidegger (Chuquisaca: [s.p.i.], 1946); El pensamiento universitario de Charcas y otros ensayos (Chuquisaca: Ed. UMPSFX, 1948); Los papeles de José Ramón y otros diálogos (Chuquisaca: Ed. UMPSFX, 1949); Toynbee, Heidegger y Whitehead (Buenos Aires: Ed. Raigal, 1951); Todo ángel es terrible (México: Imprenta Universitaria, 1959); Tres poetas modernistas en Bolivia (La Habana: Ed. Mirador, [s.d.]); El cinismo (Puebla [México]: Ed. José M. Cajica, 1963); Restauración de la filosofía (México: Ed. Orión, 1967); Ensayos sobre el estructuralismo (La Paz: Ed. UMSA, 1970); La búsqueda. Ensayo sobre la religión (Puebla [México]: Ed. José M. Cajica, 1972); Alberto Ostria Gutiérrez (La Paz: Ed. Isla, 1974); Tito Yupanqui. Escultor indio (La Paz: Ed. Juventud, 1978); Alcides Arguedas y otros ensayos sobre la historia (La Paz: Ed. Juventud, 1979); y El mundo, el hombre y sus valores (La Paz: Ed. Juventud, 1981).
En su faceta de autor dramático, Guillermo Francovich alcanzó también un notable éxito de crítica y público, si bien es cierto que sus piezas teatrales nunca llegaron a merecer la atención prestada a sus ensayos filosóficos, históricos y literarios. Siete años antes de su muerte, salió a la luz la segunda y definitiva edición de su Teatro completo (La Paz: Ed. Los Amigos del Libro, 1983), en la que se puede destacar alguna obra tan representativa de sus afanes por la simbiosis entre historia y literatura como El monje de Potosí (1960), basada en la monumental crónica de Bartolomé de Arzáns de Orsúa y Vela (1676-1736) Historia de la Villa Imperial de Potosí (1703-1736).
Por la suma de todos estos títulos, Guillermo Francovich Salazar alcanzó una posición preeminente en el panorama cultural de su nación durante los dos últimos tercios del siglo XX. Consagrado como uno de los principales intelectuales bolivianos de su tiempo, alcanzó cargos y honores tan elevados como el rectorado de la Universidad Mayor y Pontificia de San Francisco Xavier (sita en su departamento natal de Chuquisaca), o la dirección regional de la UNESCO. Además, fue elegido componente de la Academia de Artes y Ciencias de La Habana, y miembro de número de la Academia Boliviana de la Lengua.
Véase Bolivia: Literatura.
Bibliografía
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- CASTAÑÓN BARRIENTOS, Carlos. "En los ochenta años de Guillermo Francovich", en Presencia Literaria (La Paz), 1981.
- QUIRÓS, Juan. "Los mitos profundos de Bolivia, último libro de Guillermo Francovich", en Presencia Literaria (La Paz), 1981).
J. R. Fernández de Cano