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GeografíaHistoriaBiografía

Estrabón de Amasia (ca. 50 a.C.-?).

Geógrafo e historiador griego, nacido en la localidad de Amasia, capital del Ponto (Turquía), hacia el año 63 a.C, y muerto en el año 24 d.C, en lugar desconocido. Su labor científica, especialmente en el área de la Geografía, junto con la de Ptolomeo, es incuestionable, fundamentalmente por dos aspectos principales: por ser el primero en adoptar un método de estudio y observación enteramente racional y científico, relacionando diversas disciplinas en sus estudios; y por las extensas observaciones legadas a la posteridad sobre multitud de aspectos, pueblos y escritores de la Antigüedad, los cuales hoy día se conocen gracias a que fueron recogidos y estudiados por Estrabón, confiriéndole a su obra un carácter divulgativo absolutamente innovador para su época.

Mapa de Estrabón.

Estrabón descendía, por parte de madre, de una importante familia griega que desempeñó un papel de relevancia en los asuntos políticos de la época. Su abuelo materno, llamado Moafernes, fue miembro del poderoso partido antirromano de Mitrídates, mientras que otro familiar suyo, el general Dorilaos, cayó derrotado por los ejércitos del dictador romano Sila. Gracias a los datos aportados por el propio Estrabón en sus obras, podemos saber que en su juventud recibió una esmeradísima preparación intelectual. Cursó estudios en la ciudad de Nysa, donde oyó las lecciones de Gramática y Retórica de Aristodemo, educador de los hijos del general romano Pompeyo. De Nysa marchó hacia la ciudad imperial, Roma, con el propósito de recibir clases de Tirón, el maestro de los hijos de Cicerón, Marco Tulio y Quinto. En la misma ciudad, también recibió clases, como oyente, del gran filósofo peripatético Xenarco de Selucia, aunque posteriormente Estrabón se decantó claramente por la escuela estoica de filosofía. Estrabón amplió sus horizontes intelectuales al recibir estudios de Poesía, Historia y Filosofía, tras lo cual adquirió un conocimiento completo de la obra de Homero. Pero, sin embargo, sus conocimientos científicos y matemáticos dejaron mucho que desear, siendo éstos bastante escasos, circunstancia que se reflejó fehacientemente en su obra geográfica, donde Estrabón incidió más en los datos históricos y geográficos que en los científicos, donde demostró tener grandes lagunas.

Una vez recibida toda la educación y formación intelectual posible para la época, Estrabón dio comienzo a sus grandes viajes, en los que completó su instrucción científica, durante los cuales visitó Grecia, Italia y Egipto. En cuanto al resto del continente africano y Europa occidental, territorios ampliamente detallados en sus obras, Estrabón nunca conoció de primera mano tales lugares, sacando su información de los relatos de los diversos historiadores y geógrafos contemporáneos o anteriores a él. Debido a su estrecha amistad con el filósofo estoico y consejero de Augusto, Atenedoro, Estrabón fue bien recibido en los círculos de poder de Roma, declarándose partidario entusiasta del Imperio romano, de su política imperialista y del ideario implantado por el emperador Augusto, conocido como la Pax Romana. Para Estrabón, Roma era la única capaz de iluminar al resto de los pueblos (los bárbaros), y de sacarlos del pozo de la incultura de la barbarie.

Estrabón escribió una ingente obra, recogida en 43 capítulos, titulada Recuerdos Históricos, la cual no pasó de ser una continuación de las Historias de Polibio. La obra se ha perdido, pero nos consta que fue muy utilizada por historiadores de la talla de Flavio Josefo y de Amiano Marcelino.

La obra maestra de Estrabón, prácticamente la única que nos ha llegado íntegra, es la llamada Geografía.

Portada de la Geografía de Estrabón.

Estructurada en diecisiete libros, fue escrita por Estrabón con el objeto de dar a conocer de manera amena todo aquello que pudiera interesar de las diferentes regiones conocidas de la tierra, así como de sus habitantes. Estrabón, fiel a su concepción global del conocimiento científico, prestó interés tanto a lo físico como a lo humano, describiendo de la región estudiada, en base a una metodología y sucesión muy concreta: la composición del suelo, el clima, los productos más típicos, el carácter de sus habitante, su historia y demás circunstancia que pudieran interesar al futuro lector de la obra.

En la obra, Estrabón introdujo un elemento importante y novedoso hasta entonces: la importancia conferida al medio físico sobre el carácter de sus habitantes y sobre los procesos históricos de dicha región, siendo así el primer historiador y geógrafo en adoptar una postura metodológica totalmente determinista, la cual volvería a tener importancia en el siglo XIX de nuestra era, coincidiendo con el renacer de la Geografía como ciencia. Estrabón demostró en esta obra geográfica e histórica su gran dominio literario y lingüístico, alejándose de la sequedad y frialdad en la redacción de la que hicieron gala otros autores, como Plinio o el propio Ptolomeo.

Estrabón escribió la obra de una manera ordenada, ensamblando a la perfección la ingente cantidad de datos que contiene cada capítulo, intercalando entre medias del discurso científico bastantes digresiones propias del autor, todo ello utilizando con frecuencia comparaciones, en su gran mayoría, muy atinadas y precisas. También estableció, en no pocas ocasiones, el uso de la Geografía Comparativa, contrastando características geográficas de regiones muy distintas entre sí.

De los diecisiete libros de la Geografía, el I y II están escritos a modo de introducción, donde Estrabón expone su plan y propósito para el que está escrita la obra: una descripción general del mundo y sus continentes, y sus ideas sobre la Geografía, las Matemáticas y la Física. Siguiendo las ideas de Eratóstenes, el autor considera al mundo como un cuerpo oblongo irregular, con extremidades aguzadas en el este y oeste, doble de largo que de ancho. Estrabón hace una defensa de la primacía de Europa como mundo habitable perfecto, en comparación con el resto de la tierra conocida, mientras que el continente africano, por su contorno físico macizo y compacto, sumado a su clima cálido y seco, es todo lo contrario.

Estrabón dedicó los libros III, IV y V a la descripción de los países del mundo occidental: Iberia, Galia y Bretaña, respectivamente. Para la información sobre Iberia, Estrabón utilizó profusamente los datos aportados por Polibio, Artemidoro y Posidonio, situando el inicio de su descripción en el llamado Promontorium Sacrum (actual cabo de San Vicente), puesto que se consideraba este enclave como el punto más occidental de la Península. Estrabón también integró en este libro III un estudio sobre las islas Baleares, Cádiz y las Casitérides. En relación al estudio sobre las Galias, Estrabón se preocupó en señalar la extraordinaria importancia en este país de su red hidrográfica, además de considerarle como el más beneficioso por su posición geográfica central. Tanto en este estudio, como en el que llevó a cabo sobre la Bretaña, en el libro V, Estrabón se sirvió por completo de la información proporcionada por Julio César durante sus campañas militares, lo que hizo que muchas de sus descripciones cayeran en errores e imprecisiones de bulto, puesto que el gran general romano se equivocó bastantes veces en sus descripciones, y que, en un gran número de ocasiones, recurriera a la pura leyenda como fuente única de información. En cambio, en los tres libros aludidos, Estrabón plasmó precisos y valiosos comentarios sobre los usos, costumbres, religión, instituciones, política, etc, des las tribus y pueblos de estos países.

Los libros V y VI hacen referencia a Italia y Sicilia. En cuanto a la isla, Estrabón resaltó con énfasis su extraordinaria actividad volcánica. A la hora de describir a la capital del Imperio, Estrabón transmitió en su relato su gran admiración y pasión por la que ya era denominada como caput mundi. El libro VII trata sobre los territorios de la Europa del norte y del este, donde Estrabón volvió a utilizar fuentes indirectas, concretamente de las campañas militares realizadas por Druso y Germánico. Los libros VIII, IX y X se ocupan de Grecia y de sus islas, tanto orientales como occidentales. De toda la obra de Estrabón, ésta parte es la más endeble y poco rigurosa, debido a la extremada veneración que el autor tenía sobre Homero y su obra, al que copió, casi al pie de la letra, la obra de la Iliada. Tal es así que Estrabón consideraba a Homero como al padre de la ciencia geográfica.

Los libros XI, XII, XIII y XIV los consagró Estrabón a la descripción de Asia. En el primero de ellos, el autor, remedando lo dicho anteriormente por Eratóstenes, describe la cordillera del Himalaya, la cual, según él, cortaba el continente de parte a parte, en dirección este-oeste. Los tres libros restantes versan únicamente sobre el Asia Menor, lo cual no es de extrañar, puesto que Estrabón, por ser natural del Ponto, conocía muy bien el lugar. Los libros XV y XVI los dedicó al Asia del sur: la India, Persia, Asiria y Arabia. En cuanto a la India, Estrabón utilizó los escritos de Nearco, Aristóbulo, Onesícrito y demás intelectuales y científicos que acompañaron al gran general griego Alejandro Magno en la famosa expedición que realizó por estas tierras. Por último, su libro XVII se refiere a África, iniciando la descripción por la ciudad más relevante del continente, la esplendorosa Alejandría, de la que conocemos su trazado y edificios más representativos precisamente gracias a este libro de Estrabón.

Estrabón, como geógrafo e historiador, pasó completamente inadvertido en su época, siendo escaso el número de especialistas que citaron o reconocieron su gran mérito como científico, hasta bien entrado el siglo III, fecha en que comenzó a ser valorado en su justa medida, para ser totalmente rehabilitado como geógrafo ya en el siglo XVIII y XIX, por figuras de la talla de Humboldt o Vidal de la Blache.

Bibliografía

  • CABO ALONSO, Ángel. Condicionamientos geográficos: Edad Antigua. (Madrid: Ed. Alianza, 1983).

  • ESTRABÓN. Geografía. (Madrid: Ed. Gredos, 1992).

  • GARCÍA BELLIDO, Antonio, España y los españoles hace dos mil años, según la “Geografía” de Estrabón. (Madrid: Ed. Espasa-Calpe, 1978).

  • TSIOLIS KARANTASI, Vasili, La Geografía antigua. (Madrid: Ed. Arco-Libros, 1997).

CHG.

Autor

  • Carlos Herráiz García.