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HistoriaPolíticaBiografía

Constantino III (¿-411).

Usurpador del título imperial romano de Occidente entre los años 407 y 411 d.C. Este oficial romano, cuyo nombre completo era el de Flavio Claudio Constantino, fue proclamado emperador en el año 406 a manos de las tropas destacadas en Britania y con el total apoyo de la población civil, que se sentía abandonada por Honorio ante el recrudecimiento de los ataques de pictos, escotos y sajones. A finales del año 406 se produjo el paso de masas de suevos, vándalos y alanos a través del Rin hacia el territorio imperial. Ni las legiones romanas ni los foederati pudieron frenarles. Desparramados por toda la Galia, se dedicaron al pillaje y saqueo de ciudades y campos galos. La población, aterrorizada, pidió ayuda al usurpador de Britania, que había tomado el nombre de Constantino III. Su llegada se produjo a principios del 407. Honorio envió rápidamente tropas que frenasen su avance, pero fueron derrotadas durante el asedio de Valentia (la actual Valencia francesa).

Tras su victoria sobre Honorio, Constantino III estableció la capital de su nuevo reino independiente en Arelate (actual Arlés), donde proclamó césar y después augusto a su hijo Constante. Constantino III consiguió el apoyo de algunos pueblos bárbaros, a los que convirtió en federados, para asegurar los pasos del Rin. Deseoso de controlar también Hispania, envió allí a su hijo Constante y al general Geroncio al frente de un ejército de mercenarios, los llamados honoriaci, para conseguir su reconocimiento. En los pasos pirenaicos unos aristócratas hispanorromanos pertenecientes a la familia de Teodosio -Dídimo, Veriniano, Lagodio y Teodosiolo- trataron de impedirles el paso con sus ejércitos privados, pero fueron derrotados. Tras la victoria, los honoriaci se dedicaron al saqueo, motivo por el cual nadie ofreció una resistencia a la entrada de suevos, vándalos y alanos en la Península en el año 409. Tras el desastre, Constancio dejó a Geroncio como su representante en Hispania y acudió a Constantino III para solicitar ayuda.

Mientras tanto, Constantino III reforzó su posición en la Galia, aprovechando la debilidad de Honorio, que debía hacer frente al paso por Italia de Alarico y sus visigodos, convertidos en enemigos tras la muerte de Estilicón en el 408. Constantino III planeó entonces la invasión de Italia, razón por la cual Honorio se vio obligado a reconocerle como colega en el 409. La situación cambió radicalmente cuando Honorio nombró a Constancio magister utriusque militiae y lo casó con Gala Placidia, hermana del propio Honorio. El poder de Constancio III quedó mermado por una serie de revueltas acaecidas dentro de su territorio; la Armórica se declaró independiente y reconoció a Honorio, quien pensaba hacer buen uso de la pequeña flota que poseían contra Constancio III mientras que en Hispania Geroncio traicionó a Constantino III y nombró augusto a un tal Máximo.

Honorio, sin embargo, no pudo aprovechar la mala posición de Constantino III en Hispania, al tener él mismo que hacer frente a otro usurpador, Prisco Attalo, nombrado por los visigodos en acuerdo con el Senado de Roma. Honorio, con la ayuda de Constancio y su sobrino Teodosio II, no sólo consiguió impedir que los visigodos cruzasen a Sicilia y África, sino que Geroncio, que preparaba una campaña contra Constantino III, se le uniera en el intento. Constantino III intentó hacer frente a la amenaza e invadió Italia en el 411, pero fue vencido por las tropas imperiales y forzado a refugiarse en Arelate. Tras sufrir un corto asedio, Constantino III se rindió ante la promesa de que se iba a respetar su vida. Sin embargo, durante el camino de regreso a Rávena, fue decapitado por orden de Honorio el 18 de septiembre del año 411.

Bibliografía

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  • SAYAS ABENGOCHEA, J.J. (et al.) Romanismo y germanismo. El despertar de los pueblos hispánicos, s IV-X. (Barcelona: Labor, 1981).

  • RMSR.

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