Castro Mandiola, Sergio (1925-2010).
Artista chileno, nacido en Santiago el 13 de mayo de 1925 y fallecido el 19 de agosto de 2010, uno de los más destacados escultores de su país durante la segunda mitad del siglo XX, fue Premio Nacional de las Artes Plásticas en 1997 en reconocimiento a su labor artística y docente.
Castillo se inició en la arquitectura, carrera que cursó durante dos años (1942-1944) en la Universidad Católica, pero que abandonó porque estos estudios no satisfacían su vocación artística. Aprendió el arte del dibujo y la pintura en la Escuela de Bellas Artes y la Academia Jullian de París, entre 1948 y 1950, y posteriormente escultura en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile, donde tuvo como maestros a Lily Garafulic y Marta Colvin, abanderadas de la Generación del 40. Completó sus conocimientos sobre escultura con un curso en el Art Student League de Nueva York, en 1956, además de viajar nuevamente a Europa y exponer en el Viejo Continente por primera vez una muestra de su obra en metal, junto a sus compatriotas Iván Vial, Ivo Bavarovic y Héctor Pino (1957). Durante la década de 1960 impartió clases en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile (1967-1973) y en la Universidad Católica; también en esta época sus originales esculturas pudieron ser admiradas en espacios públicos, la primera de ellas, una pieza emplazada frente al Banco A. Edwards de Viña del Mar en 1964.
En 1968 ganó una beca Fullbright para dar clases como profesor visitante en la Universidad de Berkeley (California), y en 1975 fue nombrado catedrático en la Universidad de Boston, en la que creó la Facultad de Escultura Directa en Metal; además, Castillo ejerció los cargos de presidente de la Asociación de Pintores y Escultores de Chile (APECH) y vicepresidente de la Sociedad de Escultores de Chile, organismo del que fue cofundador en 1995. Este mismo año fue nombrado académico de número de la Academia de Chile de Bellas Artes.
Artista plenamente integrado en las más novedosas tendencias internacionales, entre ellos el constructivismo, su obra emplea como material varios metales, hierro, bronce o cobre, restos de piezas desechadas trabajados directamente mediante soplete y soldadura y con un acabado de pátinas, pulidos y óxidos. A partir de este material, su objetivo es componer una nueva creación, generalmente de grandes dimensiones, dotada de equilibrio geométrico y de los elementos formales que le interesan: volumen, movimiento, ritmo o tensión, con un lenguaje abstracto de gran fuerza expresiva; cuando en 1958 Castillo dio a conocer estas voluminosas creaciones, destinadas en su mayoría a ser exhibidas en espacios públicos, causaron gran impacto por su carácter innovador. En cambio, en obras de menor tamaño, creadas para ser expuestas en espacios cerrados, recurrió a un arte figurativo más convencional, representando tanto animales (Toro de mármol, expuesta en el Museo de Arte Contemporáneo de Santiago) como figuras humanas; en este último caso, la representación del cuerpo femenino adquiere una dimensión diferente, estrechamente ligada a las ideas de erotismo y sexualidad.
Por su espíritu innovador, Castillo perteneció a la denominada Generación del 50, integrada entre otros afamados escultores por Matías Vial, Raúl Valdivieso o Rosa Vicuña. Además de la citada, entre sus obras más destacadas cabe señalar Chuaqui, obra de cobre expuesta en Nueva York; Composición, un bronce adquirido por Venezuela; Ajedrez, Vuelo, Mural, Onda Lunar o Explosión
Castillo expusó en algunos de los centros de arte más prestigiosos del mundo, en ciudades como Nueva York, Washington, Madrid, Barcelona, París, México o Lima. Además del Premio Nacional de Arte, Castillo fue galardonado, entre otros, con el Premio del Salón Oficial de Santiago (1956 y 1966), el Premio de la Crítica (1964 y 1967), el Premio Nicanor Plaza (1965), el Salón de Verano de Viña del Mar (1959), el Concurso Esso (Estados Unidos, 1965), el Concurso Internacional de Escultura de Alcobendas (Madrid, 1980), y el Concurso de Escultura en Acero del Congreso Nacional de Valparaíso (1991).
