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LiteraturaPeriodismoBiografía

Carabias Sánchez-Ocaña, Josefina (1908-1980).

Periodista y escritora española, nacida en Arenas de San Pedro (Ávila) el 19 de junio de 1908, y fallecida en Madrid el 20 de septiembre de 1980. Destacada cronista de los principales acontecimientos sociales y políticos que se sucedieron a lo largo de la Segunda República, al regreso de su exilio se convirtió en una de las figuras más sobresalientes del periodismo femenino en España.

Hija de Feliciano Carabias y Carmen Sánchez Ocaña, mostró desde muy pequeña unas envidiables dotes para el estudio y la actividad intelectual. Pero su inteligencia precoz y su portentosa memoria hallaron un primer obstáculo en la figura pintoresca de su padre, quien, a punto de arruinar a la familia en sus descabelladas inversiones en el mundo de los toros y los caballos, apenas prestaba atención a la formación escolar de su hija. Por fortuna para todo el núcleo familiar, la madre de Josefina tomó las riendas de la economía doméstica, eludió en varias ocasiones la caída en la ruina y apoyó a su inteligente hija en su desarrollo intelectual y artístico.

Pero, al término de sus estudios primarios, de nuevo la oposición del padre se interpuso en el proceso educativo de Josefina. Cierto era que la niña había sobresalido por su inteligencia entre todas sus compañeras de escuela, y que, además, mostraba un extraordinario entusiasmo hacia ciertas actividades artísticas poco comunes entre los niños de su edad (como, por ejemplo, el teatro); sin embargo, Feliciano Carabias era de los que opinaban que las mujeres sólo debían preocuparse de recibir una formación adecuada para convertirse en madres ejemplares y perfectas casadas, por lo que se negó a que Josefina se incorporase a la Enseñanza Secundaria.

Con la ayuda de su primo Eduardo García, Josefina Carabias se matriculó a escondidas para cursar el Bachillerato. Cuando fue descubierta por sus padres, ya había aprobado con extraordinarias calificaciones el primer curso, circunstancia que doblegó definitivamente la cerril oposición paterna. Autorizada, así, a trasladarse a Madrid para examinarse, culminó con brillantez sus estudios secundarios, se instaló en la residencia de estudiantes dirigida por María de Maeztu, se matriculó en la Facultad de Derecho y comenzó a tomar parte activa en los círculos culturales de la capital de España. Así, se hizo socia del Ateneo de Madrid y empezó a publicar sus primeras colaboraciones en la revista Estampa, a la sazón dirigida por otro primo suyo, Vicente Sánchez Ocaña, donde sentó plaza como una de las pioneras del periodismo femenino español. Simultáneamente, se significó por sus simpatías políticas hacia el socialismo de orientación republicana, filiación que habría de costarle cara tras los acontecimientos bélicos que tendrían lugar pocos años después.

Su primer gran éxito como periodista fue la publicación, en 1931, de una entrevista que había realizado a la jurista malagueña Victoria Kent Siano, que por aquel entonces estrenaba su flamante nombramiento como Directora General de Instituciones Penitenciarias. Esta entrevista, muy leída y comentada en los medios políticos y culturales del país, impulsó definitivamente la carrera periodística de Josefina Carabias: comenzó a alternar sus colaboraciones en La Estampa con otros artículos aparecidos en el rotativo La Voz y en los semanarios Crónica y Mundo Gráfico, medios cuya importante difusión contribuyó a hacer de Josefina Carabias una de las periodistas más populares del período republicano.

En abril de 1936 contrajo nupcias con José Rico Godoy, matrimonio del que nacería, al cabo de tres años, la futura escritora y periodista Carmen Rico-Godoy. Pero a los pocos meses de la boda ambos cónyuges se vieron obligados a abandonar el país, camino del exilio francés, para instalarse en París durante los tres largos años que duró la Guerra Civil. Pero el forzoso exilio de la periodista se prolongó durante cuatro años más, ya que José Rico Godoy, que había regresado a España en abril de 1939, fue detenido y encarcelado inmediatamente, y no salió de prisión hasta 1943. Durante todo el tiempo que su marido permaneció encarcelado, Josefina Carabias sobrevivió en la capital gala, con su hija recién nacida, a base de enviar crónicas a diversos medios de comunicación argentinos.

A su regreso a España, se encontró con un enorme vacío a su alrededor, sólo quebrantado por la acogida que, entres sus páginas, le ofreció el diario Informaciones. Pero sus conocidas simpatías políticas impidieron que su afilada pluma abordara durante aquellos difíciles años de la posguerra los mismos temas que había tratado durante la Segunda República, por lo que la dirección del rotativo tuvo la afortunada ocurrencia de proponer a Josefina Carabias que escribiera crónicas futbolísticas. Se reveló, así, la escritora abulense como una periodista de raza, capaz de salir adelante en cualquier sección de un diario: sus crónicas sobre la Liga de Fútbol tuvieron tal aceptación, que al poco tiempo fue necesario agruparlas en el volumen titulado La mujer en el fútbol, obra que vino a ofrecer un agudo, ameno y original acercamiento a una materia informativa que, hasta la fecha, sólo había recibido un tratamiento periodístico unívoco.

Gracias a esta acertada iniciativa del rotativo Informaciones, Josefina Carabias volvió a recuperar parte del predicamento de que había gozado en los principales medios de comunicación de épocas anteriores. Su "rehabilitación" definitiva -a ojos de las autoridades del nuevo régimen político-, vino en 1952 con la concesión del prestigioso premio periodístico "Luca de Tena", al que siguió, al cabo de dos años, el no menos reconocido "Mariano de Cavia".

La forma de recuperar a Josefina Carabias para la información política y social consistió en enviarla a Washington como corresponsal del diario Informaciones en la capital norteamericana, donde halló ocasión de retomar los temas de sus antiguas crónicas sin incidir directamente en la delicada situación interna del país. A su regreso a España pasó a formar parte de la redacción del diario Ya, cuya dirección, decidida a sacar partido de su antigua estancia en Francia, pronto la puso al frente de su corresponsalía en París. Desde 1959 hasta 1967 permaneció en la capital francesa Josefina Carabias, donde escribió gran cantidad de crónicas y reportajes que, muy difundidos por toda España, volvieron a convertirla en una de las voces femeninas más descollantes del periodismo contemporáneo.

Volvió a Madrid a finales de la década de los años sesenta, y desde entonces hasta el mismo momento de su muerte permaneció al pie de las rotativas, publicando numerosas crónicas y llenando algunas columnas fijas que eran buscadas con avidez por los lectores de los medios en los que colaboraba con regularidad (fundamentalmente, los periódicos madrileños Ya y ABC).

Al margen de su riquísima y variada producción periodística -caracterizada por un alto grado de gracejo popular y costumbrismo literario-, Josefina Carabias fue autora de varios libros relacionados también con el mundo de la información, como los titulados Lo que fue de aquellos hombres y Los alemanes en Francia vistos por una española (publicado luego en Madrid, en 1980, por el Instituto de la Mujer y la editorial Castalia, con una interesante introducción de la hija de la autora, Carmen Rico Godoy). Además, cultivó con brillantez y acierto el género biográfico, al que enriqueció con diferentes obras dedicadas a glosar las vidas de grandes figuras españolas (como Miguel de Cervantes, Santa Teresa de Jesús, Manuel Azaña o el maestro Jacinto Guerrero) e internacionales (como la emperatriz Carlota de México).

En su faceta de dramaturga, la escritora abulense fue autora de Sucedió como en el cine, una comedia cómica compuesta de tres actos, que fue llevada por vez primera a un escenario el día 12 de mayo de 1950, en el Teatro Gran Vía de Madrid. Al parecer, el público acogió con grandes aplausos los divertidos juegos de palabras y las amenas situaciones de enredo que plantea esta obra, que, a pesar de todo, se resiente de una mala construcción dramatúrgica explicable por la escasa experiencia de la autora en las lides de la creación teatral.

Bibliografía.

  • - CALVO DE AGUILAR, Isabel. Antología biográfica de escritoras españolas (Madrid: Biblioteca Nueva, 1954).

- FALCÓN, Lidia, y SIURANA, Elvira. Mujeres escritoras: Catálogo de escritoras españolas en lengua castellana (1860-1992) (Madrid: Comunidad de Madrid-Dirección General de la Mujer, 1992).

- HERNÁNDEZ DE LA TORRE Y GARCÍA, José María. Ávila y el teatro (Ávila: Diputación Provincial de Ávila, 1973).

- HORMIGÓN, Juan Antonio (dir.) Autoras en la Historia del Teatro Español (1500-1994). (Madrid: Publicaciones de la Asociación de Directores de Escena de España, 1996). 2 Vols.

Autor

  • J. R. Fenández de Cano.