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HistoriaPolíticaBiografía

Visconti, Filippo Maria (1392-1447).

Tercer duque de Milán y último de la familia de los Visconti, nacido en el castillo de Porta Giova de Milán el 23 de septiembre de 1392 y muerto en su ciudad natal 13 de agosto de 1447. Reconstruyó el Estado y, enfrentado en continuas luchas contra Florencia y Venecia, trató en vano de reconstruir el poder de Milán sobre la Italia septentrional y central.

Hijo del duque Juan Galeazzo Visconti (Gian Galeazzo) y de Catalina (Caterina) Visconti, Filippo Maria fue hermano del segundo duque de Milán, Juan María (Giovanni Maria). Nació con una gran debilidad y se crió rodeado de médicos, que consiguieron conservar su vida. A la muerte de su padre en 1402 Milán era escenario de violentas guerras y cuando su madre asumió la regencia en nombre del duque Juan María, Filippo Maria fue trasladado por motivos de seguridad al castillo de Pavía, condado del que era titular desde 1396, por gracia del emperador Wenceslao. Fue su preceptor Giovanni di Thiene, que le dio más importancia a la educación moral que a la literaria. Tras el asesinato de su hermano Juan Maria en 1412 Filippo Maria desplegó una intensa actividad para sucederle y quedó a la cabeza del gobierno ducal de Milán. En 1418 casó con Beatrice Balbo Lascaris, condesa de Tenda y viuda de Facino Cane, que en 1410 se había apoderado de Pavía. Por este matrimonio recibió las plazas fuertes de Tortona, Novara, Vercelli y Alejandría, una considerable fortuna de dinero, y la fidelidad de las tropas que habían permitido a Cane permanecer en el poder. Con estos elementos pudo recuperar Pavía y consolidar su dominio sobre Milán. Mediante una alianza con genoveses, venecianos y con Saboya, trabó relaciones diplomáticas con el condotiero Francesco da Bussone, llamado il Carmagnola, gracias a cuyas armas pudo recuperar Lodi, Trezzo, Piacenza, Brescia, Como, Bérgamo, Vercelo, Bellizona, e incluso se apoderó de Génova (1421), donde Carmagnola fue elegido dux, pero VIsconti se vio obligado a devolver Parma al papa Nicolás III.

Visconti proclamó un decreto (1412), por el cual todas las ciudades del ducado pasaron a la jurisdicción directa del podestá y de las altas magistraturas de la ciudad de Milán. El decreto alcanzó el pleno vigor en 1416. Sin embargo, algunos territorios, como Melegnano, escaparon de la jurisdicción del podestá, dependiendo únicamente del duque, que nombraba vicarios para asuntos administrativos y judiciales.

La nueva potencia viscontea provocó la formación de una liga contra Milán, en la que se integraron Florencia, Venecia, Saboya y los Estados Pontificios. Il Carmagnola se pasó al lado de lo venecianos y el 11 de octubre de 1427, en Maclodio, infligió una clamorosa derrota a los milaneses. Aunque sin éxito, el señor de Milán opuso a esta formidable liga los condotieros más famosos de su tiempo: Malatesta, Niccolo Piccinino y Francesco Sforza. La paz de Cremona de 1441 trajo una tregua a la contienda y por ella, Génova recuperó su independencia, aunque ya llevaba nombrando dux desde 1435. Desde este momento el ducado de Milán se vio seriamente amenazado por una poderosa Venecia. Filippo Maria Visconti se declaró a favor del Concilio de Basilea contra Eugenio IV y por Renato de Anjou frente a Alfonso de Aragón, en orden a evitar la expansión aragonesa sobre el sur de Italia. Cosme de Médicis se opuso a sus esfuerzos y Sforza se volvió contra él, derrotándole en varias ocasiones. Visconti quiso recuperar a su capitán y le entregó en matrimonio a su hija Blanca, que aportó como dote las ciudades de Cremona y Pontremoli. Pero cuando se firmó la paz con Florencia, Filippo quiso deshacerse de su yerno, que se pasó definitivamente al lado de los florentino y los venecianos y volvió a vencer a Milán en varias ocasiones.

Precisamente, el duque, que ya estaba gravemente enfermo, y, ciego desde 1445, murió durante un furioso ataque de los venecianos a Milán. Tras su muerte se constituyó en Milán la llamada República Ambrosiana, cuyo poder supremo fue asumido por el Consiglio generale dei Novecento. Tres años después el ducado pasó a manos de los Sforza.

Filippo Maria no tuvo hijos varones. Su primera esposa, acusada de adulterio, fue decapitada en 1418. En 1428 casó en segundas nupcias con María de Saboya, que no le dio descendencia. De sus amores con Agnese del Maino nacieron Bianca Maria, que casó con Francesco Sforza, y Caterina, que murió durante la niñez. Filippo Maria nunca gozó de buena salud y durante años necesitó de un bastón para caminar. Fue un hombre tremendamente supersticioso, que se rodeó de astrólogos y adivinadores y que nunca daba un paso si los auspicios no se mostraban favorables. Es conocido el episodio de 1431, cuando el duque se negó a recibir al emperador Segismundo, que había acudido a Milán para ceñir la corona de rey de Italia, porque los astros no recomendaban iniciativas políticas.

Bibliografía

  • CAUCHIES, J.M. Milano e Borgogna, due stati principeschi tra Medioevo e Rinascimiento. Roma, 1990

  • DUGGAN, C. Historia de Italia. Cambridge, 1996.

  • ORSI, P. Historia de Italia. Barcelona, 1960.

Autor

  • Juan Miguel Moraleda Tejero