Solano y Vargas-Machuca, Vicente (1791-1865).
Religioso franciscano ecuatoriano, teólogo y escritor. Nació en Cuenca el 16 de octubre de 1791, y falleció en esa misma ciudad el 1 de abril de 1865. A los nueve años comenzó sus estudios en el convento de San Pablo de Quito, y a los 22 obtuvo por oposición la cátedra de filosofía. Al entrar en la orden franciscana, cambió su nombre de bautismo, Domingo, por el de Vicente. Ordenado sacerdote en 1814, desempeñó los cargos de profesor de Teología en San Diego y de moral en el colegio Seminario de Cuenca. En 1828, el gobernador de Cuenca le encargó de una de las tres imprentas de la ciudad; allí publicó durante seis meses el periódico El eco del Azuay. Ese mismo año apareció su libro La predestinación y reprobación de los hombres, según el sentido genuino de las escrituras y la razón, en el que defiende una tesis un tanto extraña: "el número de los predestinados está decretado por Dios. Este número irá disminuyendo con el flujo de los siglos y por una razón inversa irá aumentando el libertinaje". El libro fue prohibido por el obispo de Cuenca y más tarde incluido en el Índice de los libros prohibidos por la Iglesia.
En 1829 fundó El Telescopio y La Alforja para combatir la expedición del Mariscal La Mar contra el sur de Colombia. Vicente Rocafuerte lo desterró por oponerse, junto con el doctor Mariano Veintimilla, al decreto que excluía a los sacerdotes de las elecciones para Diputados a la Asamblea Constituyente. Solano se mostró mordaz, hiriente y hasta malcriado en una serie de polémicas que mantuvo sucesivamente con el Coronel Francisco Eugenio Tamariz, con Monseñor Salvador Jiménez, obispo de Popayán, con Antonio José Irisarri y con el doctor Mariano Veintimilla.
Al margen de tanto ingenio gastado en vanas discusiones, nos dejó otras obras de indudable valor filosófico, como Bosquejo de la Europa y de la América en 1900 (1839), donde anuncia el predominio de dos grandes potencias: Estados Unidos y Rusia, y científico, como el recuento de sus dos viajes a Loja (Viaje a Loja y Segundo viaje a Loja), que contienen interesante información sobre la fauna, flora y mineralogía de dicha región. Escribió también Reflexiones sobre la autoridad temporal del Papa (1861) y Colección de artículos publicados en el período intitulado La República (1861). Entre sus biógrafos se encuentran Víctor Manuel Albornoz (1965, en dos tomos), Luis Cordero Crespo y César Dávila Andrade. Sus Obras completas fueron publicadas en Barcelona (1892-95) en cuatro tomos, con prólogo de Antonio Borrero Cortázar.
