Pintasilgo, María de Lourdes Ruivo da Silva Matos (1930-VVVV).
Política portuguesa nacida en Abrantes (Santarem) en 1930. Graduada como ingeniero industrial en 1953, trabajó como investigadora en la Comisión Nacional de Energía Nuclear (1954-1962), al tiempo que era presidenta de Pax Romana-Movimiento Internacional de Estudiantes Católicos (entre 1956 y 1958) y colaboraba con el movimiento Graal. Fue procuradora de la Cámara Corporativa entre 1969 y 1974 y directora de la Comisión Nacional sobre la Situación de la Mujer (1970-1974). Tras la Revolución de los Claveles del 25 de abril de 1974 desempeñó algunos cargos en los gobiernos provisionales previos a la promulgación de la Constitución: fue ministra de Asuntos Sociales entre 1974 y 1975, secretaria de estado para la Seguridad Social (1975) y embajadora de Portugal en la UNESCO de 1976 a 1979 (miembro de su Consejo Ejecutivo de 1976 a 1980).
El 11 de junio de 1979 fue nombrada primer ministro (independiente) por el presidente Antonio Ramalho Eanes como salida a las dificultades de los partidos mayoritarios para formar gobierno, convirtiéndose así en la segunda mujer en Europa en alcanzar este cargo (tras la británica Margaret Thatcher). Su principal cometido fue la preparación de nuevas elecciones legislativas, aunque también promulgó algunas medidas sociales que, junto con su carácter dialogante, le dieron cierta popularidad. Cesó en sus funciones de jefe de gobierno el 27 de diciembre del mismo año.
Después de esto fue consejera del presidente Eanes (1981-1985). En 1983 fundó el Movimiento para la Consolidación de la Democracia, presentándose a las elecciones presidenciales de 1986, en las que no obtuvo la victoria, que correspondió a Mario Soares. Entre 1987 y 1989 ocupó un escaño en el Parlamento Europeo. Entre otros organismos, es miembro del Club de Roma (desde 1984), del Consejo Nacional para las Ciencias de la Vida y de la Comisión Independiente sobre Población y Calidad de Vida (desde 1992). También ha escrito varios libros y artículos sobre diversos temas sociales, económicos, culturales y espirituales, como por ejemplo la promoción de la mujer (se la ha adscrito al llamado feminismo cristiano).
