Peverara, Laura (ca. 1545-1601).

Cantante italiana nacida en la ciudad de Mantua alrededor del año 1545 y fallecida en Ferrara el 4 de enero de 1601.

El nombre de Laura Peverara (que en otros documentos aparece como Laura "Peperara”) ha pasado a la historia gracias no solamente a los testimonios de sus contemporáneos acerca de su gran talento como cantante, sino también debido a su predominante presencia dentro del grupo de intérpretes conocido como Concerto delle dame o Concerto delle donne que se creó en la corte ferraresa de los duques d’Este y del que también formaron parte intérpretes como Livia d’Arco, Anna Guarini y, por algún tiempo, la cantante Tarquinia Molza, venida a Ferrara desde Módena como componente del séquito de la duquesa Margherita.

En el seno de los círculos más cultivados de la Italia de la segunda mitad del siglo XVI, se desarrollaba una curiosidad por las obras del pasado clásico que iba a dar lugar a que los literatos, los arquitectos, los músicos y los cultivadores de todas las artes pretendieran equiparar sus creaciones al nivel de perfección alcanzado por las de los griegos y romanos. Mientras que poco a poco se difundían las ideas humanistas acerca del nuevo papel que correspondía al individuo, crecía la popularidad del estilo madrigalístico, con su particular retórica musical y textual, al mismo tiempo que surgían “escuelas” de compositores que pretendían desarrollar el arte de la monodia, de “cantar solo” acompañado el cantante por otros instrumentos. Todos estos factores contribuyeron a generalizar una noción que resultaba relativamente nueva para los auditorios de la época: la del aprecio por el canto de un intérprete en particular, por un timbre especialmente hermoso, por su creatividad para improvisar disminuciones o por el estilo propio con el que este cantante pudiera expresar los affetti, las manifestaciones del sentimiento humano a las que muy pronto comenzarían a referirse los tratadistas de la época en sus obras (véase Teoría de los afectos).

Laura Peverara se convirtió en una figura admirada dentro de la corte de Ferrara. Su nacimiento en una familia adinerada de Mantua le había permitido acceder a la educación propia de las damas de la nobleza, en la que existía la costumbre de instruir a las jóvenes junto a los cortesanos de su edad en disciplinas diversas entre las que destacaban la danza, la poesía o la práctica musical. Claro está que esta instrucción no se encontraba encaminada en ningún caso a la educación de futuras profesionales de ninguna de estas u otras disciplinas, sino tan sólo a dotar a las doncellas de los recursos necesarios para relacionarse con los demás y para desenvolverse de manera elegante en los entornos cortesanos en los que habría de corresponderles vivir. Sin embargo, en el caso de Laura Peverara, así como en el del resto de las componentes del denominado Concerto delle Dame o en el de otras intérpretes y en algunos casos también compositoras que vivieron a lo largo de los siglos posteriores, como Barbara Strozzi o Francesca Caccini, su arte había de permitirles conocer una popularidad y emprender una carrera como intérpretes comparable desde todos los puntos de vista a la que habían de conocer otros cantantes, a partir de la época en la que comenzó a desarrollarse la escuela del bel canto.

La personalidad como intérprete de Peverara debió de fascinar a sus contemporáneos de la misma manera que en los siglos posteriores lo conseguiría la de las divas operísticas más solicitadas en cada momento, al menos a juzgar por la gran cantidad de poemas que le fueron dedicados por autores como Torquato Tasso, el célebre autor de la Gerusalemme liberata. Es también el nombre de Laura Peverara el que aparece en la dedicatoria de varias antologías de obras musicales: las que llevan por título el de Il Lauro secco y el de Il Lauro verde, utilizando una vez más el conocido recurso dentro de la tradición de las letras italianas del Renacimiento de jugar con la similitud fonética del nombre de la cantante y el del mítico árbol del laurel. Ambas antologías fueron publicadas en Ferrara en los años 1582 y 1583 respectivamente. También a ella le fue dedicada una tercera colección de obras manuscritas.

La popularidad de Laura Peverara y el éxito que alcanzaron sus interpretaciones como componente del Concerto delle dame animó a otras damas de la corte de Ferrara a desarrollar sus habilidades musicales, lo que dio lugar a que el nombre de Concerto delle donne o delle dame alcanzara un significado más genérico y pasara de denominar un grupo concreto compuesto por tres cantantes a referirse a la actividad de todas aquellas intérpretes que alcanzaron cierto reconocimiento en la corte de los duques d’Este.

Bibliografía.

• NEWCOMB, A.: “The three anthologies for Laura Peverara, 1580-1583”, en Rivista italiana di musicologia, X, 1975, 329.

• ---: The “Musica secreta” of Ferrara in the 1580’s [tesis (dissertation) en la Universidad de Princeton, 1969].

• ---: The Madrigal at Ferrara 1579-1597, 2 vol., Princeton (New Jersey), 1979.

• DURANTE, E.-MARTELLOTTI, A.: Cronica del Concerto delle Dame di Margherita Gonzaga-d’Este, Florencia, 1979.

Lucía Díaz Marroquín.

Autor

• Enciclonet