Perelman, Yakov Isidorovich (1882-1942).
Científico bielorruso nacido el 4 de diciembre de 1882 en Bielostock (Grodniy) y fallecido el 16 de marzo de 1942 en Leningrado (hoy San Petersburgo).
Criado en una familia humilde (su padre era administrativo de una fábrica textil y su madre profesora de educación primaria), la prematura muerte de su padre hizo que su madre fuera quien asumiera la educación de él y sus hermanos. Perelman inició los estudios de primaria en 1890, y en 1895 entró en la Escuela de Oficios de la ciudad de Bielostock, única de enseñanza media en la población. Gracias a su espíritu despierto y el buen hacer de sus profesores, pronto se interesó por la investigación científica, lo que enseguida también se tradujo en un interés por la divulgación, ya que desde 1899 comenzaría a publicar artículos en el periódico local Las noticias provinciales de Grodniy, bajo el pseudónimo formado por sus propias siglas, "Y. P.".
El primero de los artículos que escribiera fue "Con motivo de la lluvia de fuego que esperamos", que hace referencia a la apocalíptica creencia que en este tiempo se tenía de que se aproximaba el fin del mundo, ya que supuestamente el 1 de noviembre de 1899, según el calendario viejo, una lluvia de meteoritos haría desaparecer cualquier signo de vida de la Tierra, algo que Perelman se apresuró a desmentir con un lenguaje sencillo, cercano a cualquier lector, asegurando que la lluvia de estrellas de Leónidas, que es un acontecimiento que se produce con cierta periodicidad, sólo causaría en la Tierra un espectáculo de gran belleza y completamente inofensivo.
Tras acabar sus estudios, ingresó en el Instituto Forestal de San Petersburgo, donde no sólo se impartían materias relacionadas con la silvicultura, sino que también se enseñaba matemáticas y física, disciplinas más cercanas al joven Perelman.
Las dificultades económicas le obligaron a colaborar asiduamente con la revista La naturaleza y los hombres, situación que continuó hasta el fallecimiento de su madre, en mayo de 1903, desgracia que, no obstante, le dio acceso a becas que le permitieron costearse los estudios hasta concluirlos en 1908. Su proyecto de fin de carrera versó sobre "La fábrica de madera de Staraya-Rus, su equipamiento y producción". Perelman obtuvo el título de silvicultor de primer grado con diploma de honor. A pesar de ello, nunca ejercería su profesión. Antes bien, al poco de terminar sus estudios, se dedicó por completo al periodismo, y permaneció en el equipo de redacción (como secretario del editor) de La naturaleza y los hombres hasta su cierre tras es estallido de la Revolución de Octubre, lo que supuso 17 años de intensa actividad durante la cual escribió más de 500 artículos y notas, no sólo de astronomía, sino de matemáticas, física y técnica, la mayoría de ellos firmados con pseudónimo (hasta once distintos); también, y gracias a su intercesión, se publicaron los trabajos de otros autores relevantes, como los artículos "Sin gravedad" y "Fuera de la Tierra" de Konstantin Tsiolkovski, con quien, gracias a esta colaboración, mantendría correspondencia hasta su muerte, acontecida en 1935. También fue el responsable de que la revista publicara una colección de relatos y novelas con el nombre de El mundo de las aventuras, publicadas como suplemento gratuito de ésta; en ella escribieron autores de la talla de Gerbert Wels, Arturo Conan-Doil o Edgar Po.
A pesar de este febril actividad, no sería hasta la publicación de la primera parte de su primer libro cuando su ciencia (y sobre todo su desenfadado estilo divulgativo) traspasara las fronteras de la revista; Física recreativa llegó a manos del profesor de la Universidad de San Petersburgo Opest Danilovichv Xvolson, quien no sólo reconoció su labor, sino que le animó a seguir por ese camino, al no salir de su asombro cuando descubrió en él a un silvicultor anónimo sin apenas estudios de física.
En 1915 casó con Anna Davidovna Kaminskaya, y entre 1916 y 1917 asistió a la conferencia especial de combustible, en la que expuso una teoría de ajuste de una hora del horario para ahorrar energía que fue posteriormente llevada a cabo en toda Rusia y, más tarde, en toda Europa.
Valetin Petrovich Gluskho describió a Perelman como "el cantante de las matemáticas, el cantautor de la física, el poeta de la astronomía y heraldo del espacio"; su propia metodología le permitió no sólo dar a los lectores los conocimientos básicos de los factores de la ciencia recreativa, sino también crear un nuevo tipo de materiales didácticos, amenos y educativos al mismo tiempo, accesibles a cientos de miles de personas.
El cierre de la revista La naturaleza y los hombres, tras el estallido de la Revolución soviética, trajo consigo un cambio de horizontes para Perelman, que a partir de ese momento se dedicaría por completo a la divulgación de la ciencia y a la enseñanza. En febrero de 1918 comenzó a trabajar como inspector del comisariado nacional de educación de la Rusia soviética. Elaboró nuevos materiales educativos y programas para los cursos de física, matemáticas y astronomía, mientras enseñaba estas asignaturas en distintos centros educativos.
La idea de fundar la primera revista de divulgación científica de la nueva Rusia soviética pronto le atrajo, ya que todas las editoriales habían sido cerradas después de la Revolución. Su proyecto fue apoyado por el gobierno, y en 1919 salió a la luz la revista En el taller de la naturaleza, que fue dirigida por Perelman hasta 1929. En ella colaboraron insignes científicos como el citado Tsiolkovski, A. E. Fersman, M. Y. Piotrovski y N. A. Rimin.
A esta labor editorial se sumaron múltiples colaboraciones de Perelman en otras publicaciones, como El periódico rojo, La ciencia y la técnica, El pensamiento de la pedagogía, El tiempo y otras muchas. Aparte de las revista antes mencionadas, fue editor de Aritmética recreativa, Álgebra recreativa, Astronomía recreativa y Mecánica recreativa. Fue autor de más de 40 libros de divulgación científica, 18 manuales escolares y diferentes libros de texto. Sólo de su Física recreativa en ruso se han publicado más de 30 ediciones.
Entre 1931 y 1933 formó parte de la dirección de LenGIMR (el Grupo de Investigación del Movimiento Radioactivo de Leningrado), y fue jefe del departamento de propaganda. Estuvo implicado en el primer proyecto de cohete soviético, así como en otros de los que iniciaron la carrera espacial rusa, en colaboración estrecha con el científico Sergey Pavlovich Korolev, con quien se carteó hasta 1936.
El proyecto al que más empeño puso y al que más tiempo dedicó fue, no obstante, el de la Casa de las Ciencia Recreativas, que durante la década de los treinta del siglo XX fue visitada en masa por los alumnos de toda Leningrado; en ella, desde los más pequeños hasta los adultos podían acercarse a los adelantos de la técnica de una manera sencilla y amena. La guerra, no obstante, frustró el proyecto, y se llevó por delante la mayoría de los materiales expuestos.
Perelman, involucrado de manera activa en el proyecto soviético, no dudó en poner al servicio de la Unión de Repúblicas sus conocimientos científicos en los difíciles años de la invasión alemana. Fue lector de soldados y marineros, elaboró temas útiles para las operaciones militares soviéticas y continuó con su tarea de escritor, volcado en las necesidades de su nación. No obstante, el bloqueo de Leningrado fue poco a poco diluyendo sus actividades hasta que, como casi todos los supervivientes, sólo pudo preocuparse por su supervivencia, debido a la hambruna y el frío. La desnutrición pudo primero con su esposa, en enero de 1942, y más tarde con él mismo, el 16 de marzo de ese mismo año.
A pesar de no haber hecho ningún descubrimiento científico relevante, sus obras han sido merecedoras de más de 300 ediciones en Rusia, con una tirada total de casi 15 millones de volúmenes. Sus libros, además, fueron traducidos a varios idiomas, entre ellos el alemán, francés, español, inglés, italiano, checo, portugués, búlgaro y finlandés. Sus textos, de fácil comprensión y lectura placentera, están repletos de datos curiosos y comentarios a pasajes de la literatura universal, con explicaciones sencillas de cómo ocurren los fenómenos de la Naturaleza. Su labor divulgativa continúa vigente hoy día.
Direcciones en Internet
http://www.geocities.com/yakov_perelman ; página dedicada a Yakov Perelman, con algunos textos traducidos al español.
FDS
