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Ocio y entretenimientoBiografía

Pastor, César (1958-VVVV).

Matador de toros mejicano, nacido en Ciudad de México el 7 de mayo de 1958. Su temprana vocación taurina le impulsó a afrontar el duro aprendizaje novilleril en plazas de menores de su país natal, en el que estrenó su primer terno de alamares a mediados de los años setenta para hacer el paseíllo sobre el pequeño redondel de La Florecita (México D.F.). Como ya hicieran algunos de sus compatriotas, decidió continuar su trayectoria como novillero en la cuna del Arte de Cúchares, por lo que, sin tomar la alternativa en suelo azteca, cruzó el Atlántico y se presentó en los ruedos españoles durante la temporada de 1979. Así, afrontó su primer compromiso serio el día 6 de mayo de dicho año, fecha en la que se enfundó el traje de luces para hollar el albero de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, en cuyos carteles había aparecido anunciado junto a los jóvenes novilleros Fernando Vera y Mario Triana. Aquella tarde, el buen hacer de César Pastor fue recompensado por la afición hispalense con la concesión de una oreja, triunfo que le valió su regreso a los carteles sevillanos el 13 de mayo y el 24 de junio.

Una semana antes de esta tercera comparecencia en la Maestranza sevillana, César Pastor había logrado alcanzar uno de los objetivos insoslayables en la trayectoria profesional de todos los aspirantes a gran figura del toreo: hacer el paseíllo sobre la arena de la madrileña plaza de toros de Las Ventas. En efecto, el joven novillero mejicano compareció ante la primera afición del mundo el día 17 de junio de 1979, fecha en la que, en compañía del francés Patrick Varin y el ya mencionado coletudo hispalense Mario Arévalo Fernández ("Mario Triana"), se las vio con un encierro perteneciente a la vacada de Rocío de la Cámara. También entonces causó buena impresión el toreo de César Pastor entre la exigente afición venteña, lo que le supuso un cierto reconocimiento que fue decisivo a la hora de afrontar el paso al escalafón de los matadores de toros.

Así las cosas, la ceremonia de su doctorado taurino no se hizo esperar. El día 22 de julio de aquella campaña de 1979, en el redondel de la pequeña plaza de Marbella (Málaga), el diestro de Ciudad de México recibió la alternativa de manos de su padrino, el singular coletudo jerezano Rafael Soto Moreno ("Rafael de Paula"); el cual, bajo la atenta mirada del infortunado espada Francisco Rivera Pérez ("Paquirri"), que hacía las veces de testigo, cedió a César Pastor los trastos con los que había de dar lidia y muerte a estoque a un cornúpeta criado en las dehesas de Carlos Núñez. El toricantano no defraudó las expectativas que la afición española había comenzado a depositar en su arte, y fue premiado con una vuelta al ruedo tras la muerte del toro de su doctorado, así como con un apéndice auricular del segundo enemigo de su lote. El resto de esta temporada de su presentación en España no transcurrió por los mismos senderos triunfales, ya que fue herido por asta de toro el día 7 de agosto en las arenas del coso de Málaga, donde, tras un rápida recuperación, volvió a ser corneado el día 2 de septiembre.

A pesar de estos serios percances, al final de dicha temporada de 1979 César Pastor regresó a su país natal con el marchamo de torero triunfador en España, lo que le aseguró un buen puñado de contratos en los principales coliseos mejicanos. A partir de entonces, se consolidó como una de las figuras cimeras del escalafón superior azteca, y de ese crédito vivió durante dos o tres temporadas, sin animarse a retornar a las plazas de la Península Ibérica para refrendar sus triunfos ultramarinos y confirmar su doctorado ante la afición más severa del mundo. Finalmente, en 1982 volvió a cruzar el océano Atlántico para vestirse de luces en diversas plazas portuguesas, aunque no desaprovechó la ocasión de cumplir con su obligado paso por Las Ventas.

En la tarde de su confirmación de alternativa en la capital española (15 de mayo de 1982), César Pastor fue apadrinado por el matador jiennense José Fuentes Sánchez, quien le facultó para que muleteara y estoqueara un cornúpeta marcado con el hierro de Francisco Martínez Benavides, que atendía a la voz de Pelele. En calidad de testigo de dicha ceremonia, se halló también presente en el ruedo de Madrid el aguerrido espada gaditano Francisco Ruiz Miguel. No anduvo afortunado el diestro de Ciudad de México en la lidia de sus dos enemigos, lo que no fue óbice para que siguiera en los primeros puestos del escalafón azteca durante las campañas siguientes, en las que firmó un gran número de ajustes sin que apenas fuera castigado por las astas de sus oponentes (el único percance de consideración lo sufrió el día 14 de septiembre de 1984 en la plaza de toros de San Miguel de Allende, en el estado de Guanajuato, donde fue corneado en el recto). Esta buena fortuna, aliada con su decisión de no volver a enfrentarse a la mayor fiereza del toro hispánico, permitió a César Pastor seguir durante muchos años al frente del escalafón azteca, en el que alcanzó la supremacía al término de la campaña de 1989, después de haberse vestido de luces en cincuenta y dos ocasiones a lo largo de dicho año.

Bibliografía.

  • - ABELLA, Carlos y TAPIA, Daniel. "De Niño de la Capea a Espartaco" en Historia del toreo, vol. 3 (Madrid; Alianza, 1992, 3 vols.).

  • - COSSÍO, José María de. Los Toros (Madrid; Espasa Calpe, 1995). (2 vols.).

  • - VINYES RIERA, Fernando. México, diez veces llanto (Madrid; Espasa-Calpe, 1987).

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