Matías, San (s. I).
Santo y apóstol, elegido después de la ascensión para completar el número de los Doce, en lugar de Judas Iscariote.
Único personaje bíblico con este nombre, cuyo significado es 'don de Dios', de él habla solamente el Libro de los Hechos de los Apóstoles, en el relato de su elección, que dice así: "Un día se levantó Pedro y dijo: 'es preciso que uno de los hombres que anduvieron con nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús convivió con nosotros, a partir del bautismo de Juan hasta el día en que fue llevado de entre nosotros al cielo, sea testigo con nosotros de su resurrección'. Fueron presentados dos: José, llamado Barsabás, por sobrenombre Justo, y Matías. Después de orar al Señor "les repartieron las suertes y la suerte cayó sobre Matías, que fue agregado al número de los doce apóstoles" (Hch 1,15-26).
Matías era, por lo tanto, de origen judío, como los otros apóstoles, y había conocido y seguido a Jesús desde el principio de su predicación. Probablemente era uno de los setenta y dos que Jesús envió por delante de él de dos en dos (Lc 10,1). Llamado a ser con los otros apóstoles "testigo de la resurrección" de Cristo, es de suponer que también él vio a Cristo resucitado, y que hubiera predicado el evangelio hasta el fin de sus días. Sobre el lugar de su apostolado y tiempo y forma de su muerte, no se tienen datos. Según una tradición habría predicado y sufrido el martirio en Capadocia (Turquía); otros lo sitúan en Palestina, donde habría sido lapidado por los judíos. La leyenda añade que, de no haber muerto en la lapidación, habría sido decapitado; de ahí que en su iconografía, aparezca frecuentemente un hacha. Asimismo, su nombre fue especialmente venerado entre los gnósticos del antiguo Egipto.
A él se atribuyen no pocos escritos apócrifos, como Evangelio según San Matías, Las tradiciones de Matías, Los discursos secretos de Jesús a Matías y Hechos de Andrés y Matías en el país de los antropófagos (este último cuenta las aventuras del apóstol en un pueblo de caníbales, donde habría sido martirizado), obras éstas de las cuales apenas nos han llegado algunos fragmentos. Las reliquias de San Matías se conservarían en Santa María la Mayor de Roma, y en la catedral de Tréveris. Su fiesta se celebra el 14 de mayo, y es patrono de los carniceros y los ingenieros.
