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DeportesBiografía

Lamela, Yago (1977-2014).

Yago Lamela.

Atleta español, nacido en Avilés (Asturias) el 24 de julio de 1977 y fallecido el 8 de mayo de 2014 en el mismo lugar, subcampeón mundial de salto de longitud y récordman nacional absoluto con una marca de 8,56 metros.

Demostró desde niño unas cualidades atléticas impresionantes y también fue un buen estudiante. Sobresaliente en informática, estudió en la Universidad de Oviedo. En sus temporadas como júnior se proclamó campeón de España en longitud y triple salto en pista cubierta en 1995 y repitió triunfos al aire libre en triple salto en 1994 y 1995 y en longitud en 1996. Dos años después, fue campeón nacional promesa en las dos diciplinas.

Sin embargo, su entrenador Juan José Azpeitia le animó a especializarse en la longitud y abandonar el triple salto. A partir de entonces la trayectoria de Lamela comenzó a progresar. En 1998, en el Europeo en pista cubierta de Valencia saltó 7,95 metros y ocupó la quinta posición. Su marca ascendió a los 8,18 metros en Arganda, en la Liga de Clubes. Fue finalista en Budapest con un salto de 7,93, en el curso de los Campeonatos de Europa. En el Memorial Cagigal del Palacio de los Deportes de Madrid, saltó los 8,22 y en el Campeonato de España logró repetir esta marca. Se convirtió en campeón nacional absoluto en 1999 en pista cubierta y atesoró los tres últimos campeonatos (1998-1999-2000) en competición al aire libre.

El 7 de marzo de 1999 realizó un salto de 8,56 metros y con él se adjudicó la medalla de plata en el Mundial en pista cubierta disputado en Maebashi, Japón. El oro se lo llevó en esa ocasión Iván Pedroso con un salto de 8,62 metros. Con su nuevo registro, Lamela lograba el récord europeo y la cuarta mejor marca de todos los tiempos. Sólo quedaban por delante de él en esos momentos Carl Lewis, con 8,79 e Iván Pedroso, con los 8,62 que le convirtieron en campeón mundial. Su irrupción imprevista para el mundo deportivo de la Federación española de Atletismo, hizo que se le ampliara la ayuda de la beca del Pan ADO con vistas a su concurrencia a los Juegos Olímpicos de Sydney del año 2000.

En junio de ese año Yago consiguió en Guadalajara el récord de España y la mejor marca mundial del año en salto de longitud, con 8,49 metros. La anterior plusmarca, también en poder del atleta asturiano, era de 8,26 metros y databa del mes de mayo. En los campeonatos del mundo de atletismo al aire libre celebrados en Sevilla en 1999, Lamela volvió a realizar una competición destacada y obtuvo la medalla de plata con un salto de 8,40 metros, en un emocionante duelo con el cubano Iván Pedroso que, al final, se colgó el oro.

A pesar de las esperanzas que se pusieron en él antes de los Juegos de Sydney 2000, el subcampeón mundial no pudo recuperarse por completo de una lesión, tuvo una decepcionante actuación en la cita olímpica y fue eliminado con un mejor salto de 7,89 metros. Algunos meses después, Lamela decidió romper con el hombre que había dirigido toda su carrera deportiva, Juanjo Azpeitia, y confiar sus entrenamientos en el técnico Juan Carlos Álvarez. También abandonó a su club de toda la vida La Avilesina y su residencia en Asturias para trasladarse a Madrid con la esperanza de recuperar el alto nivel que demostró en Sevilla. Sin embargo, el joven atleta asturiano no consiguió superar sus problemas físicos y anímicos y estuvo ausente de la cita más importante de la temporada, los Campeonatos del Mundo de Edmonton (Canadá) 2001, donde su máximo rival, el cubano Iván Pedroso, logró su cuarto título mundial.

En los últimos días de diciembre de ese año, Lamela se trasladó a Valencia para trabajar bajo la tutela de Rafael Blanquer, preparador especialista en saltadores que ya contaba entre sus pupilos con la campeona mundial Niurka Montalvo. El cambio surtió el efecto deseado y Lamela volvió a recuperar confianza en sus posibilidades. Lo demostró en la primera gran cita de la temporada, los Europeos de pista cubierta en Viena'2002, donde con un concurso en clara progresión (8,04; 8,11; 8,14; 8,13 y 8,17) logró la medalla de plata por detrás del también español Raúl Fernández (8,22). En la misma temporada, también subió al podio en los Europeos al aire libre de Múnich para colgarse la medalla de bronce. En la Copa del Mundo de Atletismo, disputada a finales de año en Madrid, ocupó la tercera posición tras el estadounidense Stringfellow y el cubano Pedroso.

El calendario de la temporada 2003 representaba una auténtica prueba de fuego para que el asturiano confirmara la recuperación de su nivel y ya en las primeras convocatorias estableció con 8,43 metros la mejor marca mundial del año. De este modo ganó por mérito propio la condición de favorito en los Campeonatos Mundiales en pista cubierta, celebrados en Birmingham, aunque finalmente el estadounidense Dwight Phillips superó en un centímetro su último y mejor salto (8,28) y Lamela sólo pudo colgarse la medalla de plata. A pesar de la frustración, no faltó emoción en el concurso del atleta asturiano que compitió lesionado desde su segundo intento.

En el mes de junio logró en Alemania un salto de 8,44 metros y en el mes de agosto, apenas unos días antes de la cita mundialística, alcanzó los 8,53 metros, sus mejores marcas desde 1999. Con estos registros, Lamela viajó a París con el objetivo de convertirse en nuevo campeón del mundo de la especialidad y, hasta el día de la final, mantuvo altísimas las expectativas. Concurría al Mundial con la mejor marca del año, en un extraordinario momento de forma y con posibilidades de rentabilizar la ausencia del plusmarquista mundial Iván Pedroso. Pese a todo, el estadounidense Dwight Phillips y el jamaicano James Beckford le precedieron en el podio y Lamela, con un mejor salto de 8,22 metros, tuvo que conformarse con la medalla de bronce.

La siguiente cita importante de su carrera, los Juegos Olímpicos, celebrados en Atenas en agosto de 2004, tampoco se resolvió de manera satisfactoria para el saltador asturiano. Se fue al undécimo puesto, con una discreta marca de 7,98 m. Poco después se sometió a una operación en el tendón de Aquiles, en Finlandia, cuya recuperación se vio retrasada a causa de un accidente de tráfico. En 2006, poco antes de su reaparición en la competición, Lamela volvió a lesionarse. En abril de 2007 entró de nuevo en quirófano a causa de una tendinosis, la operación fue el éxito, pero la rotura de un  gemelo en un entrenamiento le obligó a abandonar. Finalmente, el 11 de marzo de 2009 anunció oficialmente su retirada del atletismo, dos días después de que el alemán Sebastian Bayer le arrebatara el récord europeo de salto de longitud en pista cubierta con una marca de 8,71 metros, en los campeonatos de Europa celebrados en Turín.

Autor

  • Isabel Sánchez Calvo