Karpati, Rudolf (1920-VVVV).
Esgrimista húngaro, nacido en Budapest el 17 de julio de 1920, considerado una de las máximas figuras en la historia de este deporte y uno de los mejores representantes de la brillante escuela húngara de sable, dominadora de esta especialidad durante la primera mitad del siglo XX. Karpati, apodado "el águila real", tanto por su físico como por su forma de batirse, acumuló en su carrera un palmarés difícil de igualar, pues conquistó varias veces todos los títulos internacionales posibles. Alrededor de él se creó una leyenda a la altura de los grandes mitos del deporte contemporáneo.
Nacido en el seno de una familia acomodada de Budapest, estudió en la Facultad de Letras y en la Academia de Arte Musical de la capital húngara antes de dedicarse por entero a la esgrima. Tenía la misma pasión por las artes como por el deporte, y en las dos reflejó un afán perfeccionista que, además de convertirle en maestro de su disciplina, le llevó a ser un deportista muy completo, capaz de saltar 1,80 metros en altura y correr los 400 metros en 50 segundos.
La Segunda Guerra Mundial retrasó su entrada en la alta competición internacional hasta los Juegos de Londres en 1948, en los que se proclamó por primera vez campeón olímpico con el equipo húngaro de sable, un título que ya no se le escaparía en todas sus participaciones olímpicas. La supremacía de Karpati y los esgrimidores de su país, ya demostrada desde la década de 1920, se hizo también patente en los Campeonatos del Mundo, con cinco títulos consecutivos por equipos entre 1953 y 1958; formaban parte de aquella fenomenal selección hombres veteranos como Bertalan Papp, Pal Kovacs, Aladar Gerevich -todos con más de cuarenta años- y jóvenes promesas como Zoltan Horvath. Karpati consiguió dos oros mundiales más, en 1954 y 1959, dos medallas de plata en 1955, final en la que cayó ante Gerevich, y 1957, más un bronce en 1953.
Sin embargo, para obtener su primera medalla de oro olímpica individual tuvo que esperar hasta los Juegos de Melbourne en 1956, cuando siendo ya todo un veterano se impuso en la final al polaco Pawlowski, y repitió en Roma '60, donde puso un brillante final a su carrera deportiva haciéndose con el oro frente a Horvath. Después siguió ligado a la esgrima como árbitro y en el cargo de Presidente de la Federación Húngara. En 1990 le fue otorgada la Orden del Mérito Olímpico por parte del presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Juan Antonio Samaranch.
MAH
