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HistoriaPolíticaBiografía

Hasan Ibn al-Numan (620-700).

General musulmán encargado por el califa omeya Abd al-Malik de completar la dominación territorial y pacificar la provincia de Ifriqiya. Nació alrededor del año 620, probablemente en Arabia, y murió en el año 700, se cree que en algún lugar de Egipto, ya que fue depuesto de todos sus cargos por el gobernador de esta provincia Abd al-Aziz, hermano del califa.

Tras el relativo fracaso del general Uqba Ibn Nafi por doblegar e islamizar a las tribus beréberes autóctonas del Magreb, el califa omeya Abd al-Malik envió a Ifriqiya a Hasan Ibn al-Numan, uno de los generales de más prestigio en aquellos momentos. Lo primero que hizo Hasan Ibn al-Numan fue atacar y destruir por completo la ciudad de Cartago, de donde expulsó a la guarnición bizantina que se había aliado con algunas tribus beréberes para luchar conjuntamente contra el poder del califa, acción que causó una gran consternación en Constantinopla. El emperador bizantino Leoncio equipó una poderosa flota al mando del general Juan que arribó en las costas tunecinas en el año 697. Hasan Ibn al-Numan no pudo evitar que la región volviera a caer en manos de los bizantinos, quienes en esos momentos se habían aliado con la famosa y mítica guerrera beréber Kahina, que estaba al frente de un numeroso ejército de voluntarios dispuestos a enfrentarse a los dominadores árabes. Obligado a retirarse hacia el este, concretamente a la región libia de Barca, próxima a Trípoli, Hasan Ibn al-Numan esperó pacientemente la ayuda militar que previamente había pedido a Damasco para, al año siguiente, atacar definitivamente a los bizantinos y expulsarles para siempre del Magreb. Una vez hecho esto y después de reconstruir la capital de Kairuán, previamente ocupada por unos reyezuelos de origen beréber, Hasan se propuso eliminar la resistencia de la molesta Kahina, la cual ya no podía contar con la inestimable alianza militar de los bizantinos. Para ello, antes fijó su atención en ir reconquistando, una por una, las principales poblaciones de Ifriqiya que se habían revelado a la autoridad del califa, con cuya población no mostró compasión alguna, para, seguidamente, encauzar todas sus tropas y energías en derrotar a Kahina. Después de una larga y sangrienta campaña punitiva por toda Ifriqiya, en la que hubo momentos en los cuales las posiciones árabes estuvieron seriamente amenazadas, Kahina fue derrotada y asesinada en las proximidades de Awras. Para demostrar a todo el mundo su éxito, Hasan Ibn al-Numan envió su cabeza al califa Abd al-Malik a Damasco, guardada en un cofre riquísimo y acompañada de todo tipo de presentes.

Cuando todavía no había saboreado del todo su éxito militar y político, Hasan Ibn al-Numan cayó de repente en desgracia en la corte de Damasco, víctima de la codicia y envidia del hermano del califa, Abd al-Aziz, celoso de sus progresos como gobernador de Ifriqiya. El califa determinó cesar de todos los cargos a Hasan, justo cuando éste se disponía a organizar una grandiosa campaña conquistadora de castigo por todo el Magreb occidental. Fue tal la saña que el príncipe omeya descargó contra el hábil militar y gobernador, que éste acabó sus días sumido en la más absoluta de las miserias, vagando de un lado a otro por Egipto hasta que falleció sin ser recordado por nadie.

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Autor

  • Carlos Herraiz García