Dihya (s. VII).
Reina de varias tribus berberiscas del siglo VIII, en la época de la invasión árabe del Magreb. De religión judía, Dihya también fue llamada Kahena ('la adivina'), ya que parece ser que tenía el don de la profecía. Al negarse a reconocer al califa omeya de Damasco y a abrazar el Islam, las fuerzas árabes establecidas en la región de Ifriqiya (actual Túnez) cargaron contra ella al mando del gobernador Hassan Ibn Naaman al-Gazani, quien fue derrotado severamente por las escasas fuerzas que Dihya logró aglutinar. Bien asentada en su territorio, que comprendía las tierras entre Tánger y Trípoli, al poco tiempo las fuerzas califales volvieron a atacarla sin resultado positivo alguno, ya que Dihya adoptó la táctica de tierra quemada para privar de sustento, avituallamiento y logística al ejército invasor. Aunque la táctica funcionó, no obstante sumió a toda la región en una pobreza espantosa que a la postre se volvió contra ella y su popularidad. Cuando ésta se encontraba en el fragor de una batalla contra el invasor árabe, muchos de sus hombres más fieles la abandonaron. Dihya, al verse desprotegida y derrotada, emprendió la huida precipitadamente hacia el interior del país. Se supone que fue asesinada en el transcurso de este viaje por un traidor pagado por el gobernador árabe Hassan Ibn Naaman al-Gazani. Éste envió su cabeza al califa omeya de Damasco Abd al-Malik, guardada en un cofre riquísimo y acompañada de presentes magníficos. Tras su muerte, toda la región fue conquistada por las fuerzas invasoras árabes, con lo que se iniciaba la lenta islamización del Magreb occidental.
