A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z
PolíticaLiteraturaHistoriaBiografía

Brugière, Amable-Guillaume-Prosper. Barón de Barante (1782-1866).

Ensayista, erudito, historiador, político y diplomático francés, nacido en Riom el 10 de junio de 1782 y fallecido en Barante (Puy-de-Dôme) el 22 de noviembre de 1866. Humanista fecundo y polifacético, entregado principalmente al estudio de la historia y la literatura francesas, mostró también una intensa y constante implicación en el devenir político y en la vida social de su tiempo, en la que desempeñó algunos cargos públicos de elevada responsabilidad. Por los méritos alcanzados como hombre de Letras, fue elegido miembro de la Académie Française el 19 de junio de 1828.

Nacido en el seno de una familia aristocrática en la que siempre se había concedido un lugar de privilegio a la cultura humanística, heredó de su padre tanto el sentido del deber hacia el desempeño de cargos públicos como el gusto por el estudio y la creación literaria. Su progenitor, Claude-Ignace Brugière, Caballero de Barante (1755-1814), había cursado estudios de Leyes, ejercido la abogacía e ingresado en la Administración el 4 de abril del año VIII de la Revolución (1800), en calidad de Prefecto del departamento de Aude; poco después, pasó a la prefectura de Ginebra, en la que tampoco resistió mucho tiempo, ya que abandonó enseguida cualquier actividad pública para consagrarse de lleno a la escritura de numerosas obras.

Siguiendo los pasos de su padre, Amable-Guillaume-Prosper Brugière quedó pronto integrado en la Administración pública de su nación, en la que, en marzo de 1806, cuando aún no había cumplido los veinticuatro años de edad, ya ejercía como auditor del Consejo de Estado. Cinco meses después (concretamente, el día 9 de agosto de aquel mismo año), el joven barón de Barante partió hacia España en su primera misión diplomática, y a su regreso a Francia fue nombrado intendente de la ciudad de Dantzig (8 de noviembre de 1806). Allí permaneció hasta el 8 de julio de 1807, fecha en la que accedió al cargo de sub-prefecto de Bressuire.

Su meteórica carrera dentro de la Administración pública francesa recibió un nuevo impulso el 1 de febrero de 1809, cuando fue nombrado prefecto de Vendée, cargo del que pasó, en marzo de 1813, a la prefectura de Loire-Inférieure, en la que permaneció por espacio de dos años. Hastiado de esta constante dedicación por el mantenimiento del orden público, el 20 de marzo de 1815 presentó su dimisión y se desligó de su intensa relación con las autoridades policiales, más no renunció por ello a su brillante trayectoria política. En efecto, ya en plena Restauración (1814-1824) fue elevado a la alta dignidad de consejero de Estado, cargo que abandonó para convertirse en secretario general del Ministerio del Interior, lo que le permitió ejercer como ministro interino en diferentes etapas de su vida. Entre otros cargos públicos, fue también director de Contribuciones Directas e Indirectas (cargo relacionado con el fisco, los impuestos y el monopolio del tabaco) y miembro de la Cámara de los Diputados, a la que llegó tras ser elegido por la demarcación de Puy-de-Dôme el 22 de agosto de 1815. Cuatro años después fue honrado con el título de "Par de Francia" y admitido como miembro de pleno derecho en la Cámara de los Pares. Además de estos cometidos políticos desempeñados en su país, el barón de Barante, en su faceta de diplomático, llevó a cabo diferentes misiones fuera de Francia; entre ellas, las más destacables son las que cumplió como embajador de su nación en Turín (1830) y en San Petersburgo (1835). Por la suma de todos estos servicios prestados a sus conciudadanos, fue condecorado con la Gran Cruz de la Legión de Honor.

En su faceta de intelectual, escritor e investigador, Amable-Guillaume-Prosper Brugière destacó por sus brillantes traducciones al francés de diferentes obras europeas, entre las que cabe recordar algunas piezas teatrales del alemán Schiller (1759-1805) y del británico Shakespeare (1564-1616) -como el célebre Hamlet-. Pero sobresalió, por encima de todo, por sus espléndidos, rigurosos y documentadísimos trabajos de investigación histórica, entre los que resulta obligado mencionar su Histoire de la Convention (Historia de la Convención) -centrado en dicho período de la Revolución Francesa- y, de forma muy señalada, su Histoire des ducs de Bourgogne et de la Maison de Valois (Historia de los duques de Borgoña y de la Casa de Valois, 1824-1826) -considerado como su mayor aportación a la historiografía francesa del siglo XIX, y convertido en un gran éxito de ventas desde el momento de su aparición, debido, en buena medida, al ameno y sugerente estilo literario que animaba a la pluma del autor, cercano en muchas ocasiones a la mejor narrativa de su tiempo.

En el campo de la política y las leyes, publicó unas interesantes Cuestiones constitucionales que fueron muy comentadas en los foros jurídicos franceses de la primera mitad del siglo XIX. Y también brilló a gran altura en sus estudios literarios, con obras tan valiosas como las tituladas Miscelánea literaria y Tableau de la Littérature au XVIIIe siècle (Cuadro de la literatura [francesa] en el siglo XVIII). Como dato anecdótico, cabe apuntar que en estos trabajos sobre literatura -y, singularmente, en el citado en último lugar, que pasa por ser otra de sus obras mayores- el barón de Barante se mostró bastante clásico y conservador en lo que a sus gustos estéticos se refiere, cuando en su faceta de hombre público había exhibido siempre un talante liberal y progresista.

Casi un cuarto de siglo después de su muerte vio la luz el primero de los otro volúmenes que conforman su monumental libro de memorias Souvenirs (Recuerdos, 1890-1901), obra en la que el humanista de Riom dejó un valioso legado de informaciones de primera mano para el lector curioso y, fundamentalmente, para el estudioso de la política, la sociedad, la cultura y, en general, todos los aspectos de la vida en la Francia del siglo XIX.

Autor

  • J. R. Fernández de Cano.