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Ocio y entretenimientoBiografía

Bautista Cruz, Francisco, o "Paco Bautista" (1945-VVVV).

Matador de toros español, nacido en Quesada (Jaén) el 4 de octubre de 1945. En el planeta de los toros es conocido por su apelativo hipocorístico de "Paco Bautista". Torero precoz, mostró desde niño una entusiasta afición que le llevó, a muy temprana edad, a tomar parte en cuantos festejos menores y labores camperas se desarrollaban en la tierra salmantina en la que se crió. Allí, en la explotación ganadera del criador charro Antonio Pérez de San Fernando, se fogueó en el duro aprendizaje del oficio taurino, y pronto estuvo en condiciones de participar en diferentes novilladas sin picadores que le animaron definitivamente a orientar su vida profesional por los ásperos senderos del Arte de Cúchares.

No logró, pese a esta precocidad, estrenar su primer terno de alamares hasta la temporada de 1965, cuando, ya a punto de cumplir los veinte años de edad, logró tomar parte en una de las célebres novilladas nocturnas denominadas "de la oportunidad", y verificadas en el madrileño coso de Vista Alegre. Dos años después (concretamente, el día 9 de septiembre de 1967), debutó en el redondel de Palencia en una primera novillada asistida por el concurso de los varilargueros, después de haber atravesado por un largo y dificultoso período de aprendizaje que le había llevado a intervenir en más de treinta festejos menores. A pesar de esta acumulación de oportunidades, su trayectoria novilleril -lastrada con todos los sinsabores inherentes a un diestro modesto como él- se prolongó durante siete temporadas. Así, en la campaña de 1968 tomó parte en once novilladas picadas, ninguna de las cuales se verificó en un coso de primera categoría. Fue al año siguiente cuando el joven "Paco Bautista" logró comparecer, por vez primera, ante la selecta afición de Madrid, en un festejo celebrado en la plaza Monumental de Las Ventas el día 25 de julio de 1969. Se jugaron aquella tarde reses procedentes de la ganadería de Cortijoliva, a las que el diestro jiennense se enfrentó en compañía de los novilleros Vicente Linares y Juan Carlos Castor ("Luguillano"); "Paco Bautista" gustó en su presentación ante la rigurosa afición de la Villa y Corte, por lo que volvió a ser anunciado en un cartel venteño el siguiente 15 de agosto.

Pero estos discretos triunfos no bastaron para imprimir a su carrera el empujón decisivo, por lo que aún se vio circunscrito al circuito novilleril durante otras dos largas temporadas. Finalmente, el día 27 de agosto de 1972, ante sus paisanos de Linares, consiguió hacer el paseíllo dispuesto a recibir la alternativa que había de otorgarle su padrino, el coletudo sevillano Diego Puerta Diánez; el cual, bajo la atenta mirada del malogrado matador gaditano Francisco Rivera Pérez ("Paquirri"), que comparecía en calidad de testigo, cedió al toricantano la muleta y el estoque con los que había de trastear y despenar a una res criada en las dehesas de don Baltasar Ibán. En medio del delirio de sus paisanos, "Paco Bautista" protagonizó frente a sus dos oponentes sendas faenas apoteósicas, que le valieron los dos apéndices auriculares del toro de su doctorado, y las dos orejas y el rabo del astado que cerraba plaza. Entusiasmada por el nacimiento de un nuevo ídolo taurino de la tierra, la afición de Linares sacó a hombros a un emocionado "Paco Bautista", quien pronto renovó con nuevos triunfos (cosechados, sobre todo, en las arenas de la Ciudad Condal) este éxito inaugural de su carrera como matador de toros. En total, al término de aquella temporada de su alternativa el diestro de Quesada había intervenido en trece corridas, cifra que, en virtud de sus buenas maneras, aumentó hasta cuarenta y dos en la campaña de 1973.

La confirmación de su título de doctor en Tauromaquia se verificó -como es preceptivo- en el ruedo de la primera plaza del mundo, ante el severo dictamen de la afición madrileña. Corría, a la sazón, el día 14 de mayo de 1974, fecha en la que se abría también el ciclo ferial consagrado a la memoria del patrón de Madrid. Hizo las veces de padrino el coletudo de Linares José Fuentes Sánchez, y de testigo el joven espada castellonense Raúl Aranda Pérez; y ambos tuvieron ocasión de comprobar cómo "Paco Bautista" respondía en el coso venteño a las expectativas despertadas por sus buenas actuaciones en la plaza de Barcelona, plasmadas en un toreo brillante y efectivo que le valió, aquella tarde de su confirmación, la recompensa de una oreja. Éxitos como éste le permitieron firmar durante aquella temporada la nada despreciable cantidad de cuarenta y ocho ajustes.

Instalado, pues, en los puestos más cómodos del escalafón superior, el lidiador jiennense realizó treinta y cinco paseíllos en la campaña de 1975, para descender hasta los veinticinco al año siguiente y entrar en un franco declive en la temporada de 1977, en la que sólo se vistió de luces en dieciséis ocasiones. Consciente de esta decadencia, "Paco Bautista" rehusó cuanto pudo la comparecencia en Madrid (plaza en la que sólo intervino cinco tardes a lo largo de toda su trayectoria profesional) para prodigarse por otros coliseos menores en los que era más apreciado su toreo, con la única excepción -dentro de las plazas de primera categoría- del ruedo de Barcelona, donde siguió gozando de un espléndido cartel. Con todo, su buena estrella se iba apagando vertiginosamente, e incluso llegó a defraudar sin paliativos a su querido público de la Ciudad Condal el día 18 de agosto de 1979, cuando se vio incapaz de estoquear a una res que hubo de ser apuntillada en los corrales.

A consecuencia de este estrepitoso fracaso, las ofertas dejaron de llegar a la oficina de su apoderado durante los primeros años de la década de los ochenta, lo que precipitó la definitiva retirada de "Paco Bautista". Para cortarse la coleta, eligió como escenario el redondel de esa plaza Monumental de Barcelona en la que había sido ovacionado en tantas ocasiones, donde realizó su último paseíllo como matador de reses bravas el día 10 de octubre de 1982, acompañado en los carteles por el diestro sevillano José Luis Vargas Álvarez y por el espada lusitano Víctor Mendes. Testimonio del afecto que le seguía guardando la afición barcelonesa fue la emotiva vuelta al ruedo que se obligó a dar a "Paco Bautista" después de su simbólico corte de coleta.

Bibliografía.

  • - ABELLA, Carlos y TAPIA, Daniel. Historia del toreo (Madrid: Alianza, 1992). 3 vols. (t. 2: "De Niño de la Capea a Espartaco", pág. 95).

- COSSÍO, José María de. Los Toros (Madrid: Espasa Calpe, 1995). 2 vols. (t. II, pág. 303).

Autor

  • 0103 JR