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PeriodismoLiteraturaBiografía

Avilés Ramírez, Eduardo (1895-1989).

Poeta, traductor y periodista nicaragüense, nacido en León (capital del departamento homónimo) en 1895 y fallecido en Bour La Reine (Francia) en 1989. Fue un consumado maestro de la crónica periodística, generó en el que acabó siendo reconocido en todo el ámbito cultural centroamericano como el sucesor indiscutible de su maestro y modelo, el narrador, ensayista y cronista guatemalteco Enrique Gómez Carrillo.

Hombre de vivas inquietudes humanísticas desde su infancia y adolescencia, cursó sus primero estudios en el prestigioso Colegio San Ramón (de León), donde dio muestras de poseer una innata capacidad para el cultivo de las Letras. En plena juventud, se sitió también atraído por la política y desplegó una intensa actividad en la vida pública de la Nicaragua de comienzos del siglo XX, siempre al lado del Partido Liberal y del gobierno que, en representación de esta formación política, encabezaba el presidente José Santos Zelaya.

En 1910, tras la renuncia de Zelaya y la designación, por parte del Congreso nicaragüense, de José Madriz como nuevo presidente del Gobierno, Eduardo Avilés llegó incluso a enrolarse en las fuerzas militares leales al régimen establecido, que tuvieron que hacer frente a las tropas insurrectas sostenidas por los Estados Unidos de América. Finalmente, en el verano de dicho año los generales Chamorro y Juan Estrada alcanzaron la capital, destituyeron a Madriz y, tras un fugaz paso de Estrada por la presidencia, pusieron al frente del gobierno a Adolfo Díaz, secretario de una compañía minera estadounidense y aliado incondicional de Washington. Avilés Ramírez, al igual que otros muchos enconados defensores del Partido Liberal, abandonó con pesar su nación, que habría de permanecer bajo control norteamericano durante más de dos décadas.

Así las cosas, el joven escritor nicaragüense comenzó a desplegar su intensa labor periodística en las diferentes naciones centroamericanas por las que pasó durante este exilio, como El Salvador (donde colaboró asiduamente en el rotativo El Diario) y Guatemala (país en el que publicó sus crónicas en el periódico La República). Y pasó, a continuación, a Cuba, en donde habría de permanecer durante ocho años (1917-1925), en el transcurso de los cuales incrementó notablemente su prestigio como articulista, merced a las crónicas que estampó en El Diario de la Marina y otras publicaciones de gran difusión en el ámbito geocultural caribeño y centroamericano.

A mediados de la década de los años veinte, impulsado por su deseo de ampliar horizontes culturales y profesionales, Eduardo Avilés Ramírez cruzó por vez primera el Atlántico rumbo al continente europeo, para afincarse primero en Francia y empaparse del rico ambiente literario que bullía en suelo galo durante aquel período de florecimiento de las vanguardias. Poco después, consiguió una acreditación diplomática y, en representación de su país, residió durante un largo período en Portugal, para pasar a continuación a España y ejercer nuevas funciones diplomáticas al servicio del gobierno nicaragüense. Finalmente, regreso a Francia y, tras una prolongada estancia en París -donde continuó acreditándose como un excelente articulista o chroniqueur-, se asentó al final de su vida en la pequeña localidad de Bour La Reine, donde pasó plácidamente el resto de su longeva existencia (falleció a los noventa y seis años de edad).

En el amplio alcance humanístico de sus saberes, Avilés Ramírez tocó con acierto en sus crónicas algunos géneros tan variados como el comentario histórico, la descripción geográfica o el artículo de penetración psicológica. Poseedor de una vastísima erudición, acertó también a combinar la riqueza de datos y saberes con una asombrosa amenidad estilística, con lo que llegó a convertirse en uno de los principales responsables de la conversión de la crónica periodística del siglo XX en género literario.

Sus principales escritos quedaron recogidos en obras como Páginas escogidas (París: Editons Excelsior, 1929), Marruecos (Madrid: Talleres de la Editorial Castro, 1939) y El libro de las crónicas (Caracas: Ediciones de la Presidencia de la República, 1978). El erudito escritor nicaragüense fue, además, autor de un volumen de poemas, titulado Simbad (París: Editons Excelsior, 1928) y de un ensayo de corte literario publicado bajo el título de España en los versos de Rubén Darío (Flers: Imp. Dolloppe, 1970).

Bibliografía

  • JIRÓN TERÁN, José. "Biografía, relaciones literarias y obras de Eduardo Avilés Ramírez", en La Prensa Literaria (Managua), 15 de abril de 1978, págs. 6-7.

  • LORIE BERTOR, Francisco. "Un libro de Eduardo Avilés Ramírez", en Diario de las Américas (Miami, USA) 6 de marzo de 1980.

  • LLOPESA, Ricardo. "Eduardo Avilés Ramírez y su Libro de las crónicas", en La Prensa Literaria (Managua), 23 de noviembre de 1980.

Autor

  • J. R. Fernández de Cano.