A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z
EsculturaQuímicaMedicinaArtes industrialesBiografía

Arfe y Villafañe, Juan de (1535-1603).

Químico y orfebre español, nacido en León en 1535 y fallecido en Madrid en 1603.

Hijo del famoso orfebre Antonio de Arfe y nieto del alemán Enrique de Arfe, fundador en España de la dinastía, Juan de Arfe y Villafañe fue un típico “artista-técnico” renacentista, cuya vida transcurrió en Valladolid, Sevilla, Segovia y Madrid. Se presentaba a sí mismo como "esculptor de oro y plata", lo que expresa claramente su autoimagen diferenciada del orfebre como mero artesano. Tan sobresaliente como su producción artística, que incluye piezas tan célebres como las custodias de las catedrales de Avila, Sevilla y Burgos, fue su actividad científico-técnica como ensayador y como tratadista de las bases científicas del arte.

“En el siglo XVI –afirman C. Stanley Smith y J. Forbes- no hubo campo alguno de la ciencia aplicada más avanzado que la técnica de los ensayadores. Gracias a siglos de experimentación puramente empírica, se habían desarrollado métodos de análisis químico cuantitativo cuando las circunstancias lo justificaban desde el punto de vista económico”. El gran aporte de metales preciosos americanos convirtió a la España de la época en un importante centro de acuñación de moneda. El empleo de métodos rigurosos para determinar su ley llegó a ser una necesidad ineludible que, junto a las exigencias planteadas por la explotación minera, concedió gran relieve a la labor de los ensayadores. Felipe II intentó incluso reglamentar su actividad y normalizar sus criterios a través de una junta convocada el año 1585, en la que Arfe ocupó una destacada posición. Once años más tarde fue nombrado, como hombre de confianza del monarca, ensayador de la importante ceca de Segovia. Resultado de su experiencia en este campo había sido la publicación del libro Quilatador de la plata, oro y piedras (1572), primera monografía consagrada al tema, ya que con anterioridad solamente habían aparecido los escuetos recetarios titulados Probierbuchlein y los capítulos acerca de la cuestión de los tratados de minero-metalurgia de Vanocio Biringuccio y Georg Bauer (Agricola), mientras que la Beschreibung de Lazarus Ercker, otro gran hito en la historia del ensayo, fue impresa en 1574. Además de la primera edición, Arfe publicó otra versión muy ampliada del Quilatador en 1598. Ambas se reimprimieron en un solo volumen el año 1678. E. Portela considera la obra de Arfe “un manual práctico escrito por un técnico” y subraya su originalidad y su estricto atenimiento a la experiencia. Se ocupa detalladamente de las unidades de peso y sus equivalencias, así como de todos los instrumentos utilizados por los ensayadores, y ofrece una descripción clara y minuciosa del proceso analítico aplicado a la plata y al oro, citándose generalmente como ejemplo de precisión la dedicada a la copelación y los cambios de color que en ella se producen. La redacción tiene un estilo directo, sin carga alguna de erudición libresca, e intenta únicamente dar a conocer los métodos que el autor había comprobado que eran más rápidos y exactos.

Arfe expuso los fundamentos científicos del arte en su tratado De varia commesuración para la Esculptura y Architectura (1585-1587), que tiene cuatro partes o “libros”. El primero es un resumen de geometría práctica para los que “no son muy ejercitados en matemáticas”. Se basa en Euclides y utiliza también materiales de la Architectura de Sebastiano Serlio, de la geometría de Durero y de los comentarios a Vitrubio de Danielo Barbaro. Termina con un breve estudio sobre los relojes de sol y con nueve tablas de las coordenadas geográficas de la Península Ibérica. El segundo “libro”, titulado De la proporción y medida particular de los miembros del cuerpo humano, fue el primer texto impreso sobre anatomía artística, como veremos a continuación. El tercero se ocupa de la forma y tamaño, en relación con el cuerpo humano, de una serie de mamíferos y aves, domesticados y silvestres, incluyendo breves descripciones y grabados de cada uno. Aunque influidos por las ilustraciones de los tratados zoológicos de la época, principalmente los de Conrad Gessner, las figuras están basadas en observaciones propias, con la excepción de la relativa al rinoceronte, que es una reproducción de la famosa xilografía de Durero de 1515. El cuarto “libro” está dedicado a la arquitectura y a las “piezas de iglesia”, es decir, los objetos de culto que hacían los orfebres. Estudia en especial los “cinco órdenes” arquitectónicos según la obra de Serlio y la del francés Philibert de l’Orme.

Los dos primeros “libros” se publicaron inicialmente en 1585, pero la impresión de toda la obra no concluyó hasta 1587. Adquirió pronto gran prestigio, convirtiéndose en uno de los textos técnicos españoles del siglo XVI de pervivencia más prolongada. Lorenzo de San Nicolás lo resumió en la segunda parte de su Arte y uso de la Arquitectura (1664), concediéndole igual autoridad que a los grandes tratadistas italianos. Entre 1675 y 1795 fue reeditado cinco veces con diversas adiciones y rectificaciones. Finalmente, en 1806, fue reelaborado íntegramente por un grupo encabezado por el grabador José Asensio Torres, de acuerdo con las corrientes científicas y artísticas de la Ilustración y los recursos de la calcografía.

Lo mismo que otros muchos artistas italianos y españoles desde los inicios del Renacimiento, Arfe completó su formación morfológica, asistiendo a las disecciones de cadáveres humanos en una cátedra universitaria de anatomía. En el segundo “libro” de su tratado, al comenzar su estudio sobre los huesos, dice que “para la demostración desta parte hemos gastado mucho tiempo y diligencia … aprovechándonos de tener los huesos siempre delante”, ya que tenía un esqueleto en “mi propia estancia”. Más tarde, en la introducción de la parte dedicada a los músculos, afirma: “Nos pareció era razonable cosa de ver hacer anatomía de algunos cuerpos; y así, nos fuimos a Salamanca, donde a la sazón se hacía por un catedrático de aquella Universidad, que llamaban el Dr. Cosme de Medina, y vimos desollar por las partes del cuerpo algunos hombres y mujeres justiciados y pobres”. Cosme de Medina, miembro de la escuela anatómica valenciana y discípulo de Luis Collado, fue el primer titular de la cátedra de anatomía fundada en Salamanca en 1551, así como uno de los responsables de los estatutos de la Universidad de 1561, que contienen una de las más minuciosas y avanzadas reglamentaciones de la época sobre la enseñanza anatómica, a la que Arfe asistió.
El “libro” anatómico de su tratado tiene cuatro secciones. La primera expone la “medida y proporción del cuerpo humano”, tema del que se habían ocupado anteriormente numerosos autores, entre ellos, Durero en su obra Vier Bücher von menschlicher Proportion (1528). La cuarta estudia los “escorços”, aplicación de la perspectiva “para mostrar relieve en lo que hacemos”. La novedad del “libro” reside en la segunda y tercera, dedicadas respectivamente a los huesos y a los músculos. Como hemos adelantado, fue el primer texto impreso sobre anatomía artística, iniciando un género que continuaron durante el siglo siguiente Juan Rizi, Bernardino Genga y otros autores. Está ilustrado con veintiocho xilografías originales, procedentes de la observación personal directa, cada una con su correspondiente explicación, complementadas con resúmenes en octavas reales, siguiendo un recurso mnemotécnico habitual en las obras didácticas renacentistas.

Bibliografía.

Fuentes.

Quilatador de la plata, oro y piedras, Valladolid: A. y D. Fernández. Edición transformada por el autor en Madrid: Guillermo Drouy, 1598. (El contenido de ambas fue compilado en Madrid: Antonio Francisco de Zafra, 1678).
De varia commensuración para la Esculptura y Arquitectura, Sevilla: Andrea Pescioni y Juan de León, 1585. (2.ª edición en Madrid: Francisco Sanz, 1675). Nuevas impresiones bien documentadas, pero sensiblemente alteradas con respecto al original, en Madrid: Vda. de Pedro Enguera, 1736; Madrid: Miguel Escribano 1763 y 1773; Madrid: Plácido Barco López, 1795; y Madrid: Imprenta Real, 1806, está última en dos volúmenes.

Ambas obras han sido reeditadas recientemente (1974 y 1976, respectivamente), con introducciones a cargo de A. Bonet Correa.

Estudios.

MAFFEI, E.-RÚA FIGUEROA, R.: Apuntes para una Biblioteca Española de libros, folletos y artículos, impresos y manuscritos, relativos al conocimiento y explotación de las riquezas minerales y a las ciencias auxiliares, vol. I, Madrid: J. M. Lapuente, 1871-1872, pp. 43-47.
PICATOSTE RODRÍGUEZ, F.: Apuntes para una biblioteca científica española del siglo XVI, Madrid: Tello, 1891, pp. 16-18.
SMITH, C. S.; FORBES, R. J.: "Metallurgy and Assaying", en A History of Technology, vol. III, 2.ª edición, Oxford: Oxford University Press, 1964, pp. 27-71.
SÁNCHEZ CANTÓN, F. J.: Los Arfes, escultores de plata y oro, Madrid: Saturnino Calleja, 1920. LÓPEZ PIÑERO, J. M.: Ciencia y técnica en la sociedad española de los siglos XVI y XVII, Barcelona: Labor, 1979.
PORTELA, E.: "Nota previa sobre el Quilatador (1572) de Juan Arfe de Villafañe", en III Congreso Nacional de Historia de la Medicina, vol. III, Valencia, 1969, pp. 275-277.
---: Los orígenes de la química moderna en España, Tesis Doctoral, Universidad de Valencia, 1977.
CAMON AZNAR, J.-PIJOÁN, J.: "La arquitectura y la orfebrería españolas del siglo XVI", en Summa Artis, vol. XVII, Madrid: Espasa-Calpe, 1996.
CHECA CREMADES, F.: Pintura y escultura del Renacimiento en España, 1450-1600, Madrid: Cátedra, 1983.
CRUZ VALDOVINOS, J. M.: Cinco siglos de platería sevillana, Madrid, 1992.
GONZÁLEZ GONZÁLEZ, N.-CRUZ VAQUERO, A.: La Custodia del Corpus de Ávila, Ávila, 1994.
HERNMARCK, K.: Custodias procesionales en España, Madrid: Ministerio de Cultura, 1987.
---: Orfebrería sevillana de los siglos XIV al XVIII, Ministerio de Educación y Ciencia, 1970.
SANZ SERRANO, M. J.: Juan de Arfe y al custodia de Sevilla, Sevilla, 1978.
BONET CORREA, A. "Juan de Arfe y Villafañe". En: Figuras, modelos e imágenes de los tratadistas españoles, (Madrid, Alianza Editorial, 1993, pp. 37-104).
LÓPEZ PIÑERO, J. M. "Felipe Jerez Moliner, Clásicos españoles de la ilustración morfológica. I. El “libro” anatómico de Juan de Arfe (1585) y su reelaboración en 1806", Archivo Español de Morfología, 1 (1996), 9-21.

Autor

  • José María López PiñeroEugenio Portela