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HistoriaPolíticaBiografía

Wendi o Liu Henh, Emperador de China (202-157 a.C.).

Emperador chino, el cuarto de la dinastía Han Occidental, nacido en el año 202 a.C. y fallecido en el 157 a.C. Era hijo de una concubina del emperador Gaodi a quien sucedió en 179 a.C. Su nombre antes de ser emperador era Liu Henh.

El principio de la dinastía Han puede ser considerado como una época de transición entre el régimen feudal abolido por Shihuangdi, primer emperador de China, y la instauración de un poder centralizado y burocrático, mantenido a duras penas por los sucesores de Wendi. Los decretos y las leyes que sirvieron a Shihuangdi para gobernar con poder absoluto fueron aplicados con menos rigor por los primeros emperadores Han, en su esfuerzo por restablecer una idea de la soberanía más acorde con la tradición. La influencia de los legistas, tan poderosos durante la dinastía anterior, se vio poco a poco eclipsada por el resurgimiento de las teorías confucianas, opuestas a todo dogmatismo excesivo, más flexibles y también más humanitarias. Liberados de toda censura, los confucianistas supieron ganarse la confianza del emperador Wendi y llegaron a ocupar importantes puestos en su gobierno. Wendi puso en práctica, tanto en la administración del imperio como en su vida privada, las ideas confucianas, que pretendían hacer del soberano un educador del pueblo y el responsable del buen funcionamiento de la sociedad, según el ejemplo de los míticos reyes de la antigüedad.

Lejos de ser un partidario del poder autocrático, como lo fue Shihuangdi, Wendi gobernó con la ayuda de un Consejo Privado, al que sometía sus decisiones para que fueran discutidas por ministros y hombres de confianza. Uno de ellos era Jia Yi (201-169 a.C.), letrado confucianista y creador de los primeros fu, género literario típicamente chino. Sus poemas, de estilo propio, eran entonces muy famosos en todo el país, y fue recomendado a Wendi por su gran conocimiento de los clásicos. Entró a formar parte del Consejo Privado, donde propuso reformas del calendario, de los nombres de los funcionarios, de los ritos y de la música. En la corte tenía por misión responder a las preguntas del emperador y de los ministros. Su influencia sobre el soberano llegó a hacerse tan grande que le valió el odio de algunos gobernadores y altos oficiales. Dando fe a las calumnias de sus detractores, el emperador le exilió al sur del río Yangzi, donde acabaría por suicidarse.

En 165 a.C. se estableció por primera vez el sistema de exámenes oficiales para la selección de los funcionarios, basados en el conocimiento de los libros clásicos del confucianismo. A partir de entonces se reforzó el sistema burocrático, formado por letrados que tuvieron que demostrar sus méritos intelectuales y morales.

Aunque la contribución de los ministros al gobierno sirvió para afianzar las instituciones, la autoridad del emperador se vio amenazada por el poder creciente de los vasallos, quienes supieron aprovecharse del laxismo de los primeros emperadores Han. Durante el primer año del reinado de Wendi, el rey de Nanyue, establecido en el suroeste de China, se rebeló y se otorgó a sí mismo el título de emperador. Cuentan que Wendi, fiel seguidor de la moral confuciana, en lugar de castigarle, ofreció presentes a los miembros de su familia, después de lo cual el rey de Nanyue abandonó sus propósitos y se hizo vasallo suyo en 179 a.C.

Otro peligro con el que tuvo que enfrentarse Wendi vino del norte. Los xiongnu (o Hsiung-nu), pueblo nómada de Mongolia, habían representado desde siempre una amenaza para la seguridad del imperio. Gaodi, el primer emperador de la dinastía Han, había conseguido frenar sus ataques entregando tributos a sus jefes y proponiéndoles alianzas temporales. Durante el reinado de Wendi, los xiongnu multiplicaron sus incursiones en territorio chino hasta alcanzar la provincia de Henan en 177 a.C. Diez años más tarde llegaron al oeste de Chang´an, entonces capital imperial, que se vio de nuevo amenazada por el avance de las tropas xiongnu en 167 a.C. Tras la invasión de 162 a.C., Wendi, en una declaración pública, achacó esta desgracia a su poca virtud, de acuerdo con las ideas confucianas que hacían del soberano el único responsable de las calamidades. Esas mismas razones le llevaron a cargar con las faltas de los funcionarios, y llegó a ofrecer dinero a los corruptos para avergonzarlos. Cuando la sequía afectó al país, adoptó una actitud más virtuosa, redujo sus gastos personales e hizo distribuir cereales de los graneros imperiales.

Wendi se propuso reformar el código penal, tan impopular en tiempo de Shihuangdi. A la justicia represiva instituida por este emperador, opuso un sistema de recompensas y amnistías periódicas. En 178 a.C. suprimió un decreto que castigaba las críticas hechas al emperador, y las mutilaciones penales fueron conmutadas por trabajos forzados en 167 a.C.

Estos cambios se acompañaron de una moderación de las medidas tomadas por Shihuangdi para controlar la economía. En 175 a.C. se autorizó la circulación de moneda privada. Los impuestos sobre los productos fueron reducidos a la mitad en 168 a.C., y más tarde suprimidos, aunque al final del reinado de Wendi se volvió a restablecer una tasa mínima.

Para aliviar los gastos provocados por los entierros, tradicionalmente costosos, Wendi ordenó reemplazar los objetos funerarios de oro y plata por piezas de cerámica, y prohibió los vestidos ornados con perlas o jade con los que se revestía a los muertos. Se hizo construir una tumba modesta, y quiso que el duelo impuesto al pueblo por su muerte fuese menos riguroso y más corto.

Consuelo Marco Martínez / Catherine François Brugidou.

Autor

  • Consuelo Marco Martínez ; Catherine François Brugidou.