A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z
PolíticaBiografía

Villarias, Sebastián de la Quadra, Marqués de (1687-1766).

Político español. Nacido en San Julián de Musques (hoy Muskiz, Vizcaya) el 19 de enero de 1687, y muerto en Madrid el 23 de abril de 1766. Con una larga carrera previa en la administración cortesana, fue Secretario de Estado de Felipe V durante diez años, de 1736 a 1746. Como tal afrontó la Guerra de la Oreja de Jenkins contra Inglaterra y, según el deseo de la reina Isabel de Farnesio, la intervención española en Italia con el objeto de obtener tronos para los infantes Carlos (que fue rey de las Dos Sicilias antes de serlo más tarde de España) y Felipe (duque de Parma). Promovió además la cultura, creando y protegiendo la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (1744) y la Real Academia de la Historia, además de dirigir las obras de construcción de los palacios reales de Madrid y La Granja. Recibió el título de Marqués de Villarías en 1739.

Educación e ingreso en la Administración

Era el séptimo hijo de Simón de la Quadra y Medrano, que había sido Síndico General de las Encartaciones y alcalde de San Julián, y de María de Llarena y Sobrado. Su familia pertenecía a la nobleza rural vasca, y solía desempeñar cargos administrativos en la comarca vizcaína del valle de Somorrostro (Las Encartaciones, al NO del País Vasco, en la frontera con Cantabria). Sebastián estudió primero en la escuela de San Julián, próxima a su casa, a orillas del río Barbadún; después, dado que su padre quería orientar su carrera hacia la Corte, marchó a Madrid en 1700, a servir como paje de José de Grimaldo (que sería luego Secretario de Guerra y Hacienda).

En 1703 fue introducido por aquel en la Administración, y en 1705 entró en la Secretaría de Negocios Extranjeros, Justicia y Gobierno. En 1709 lo hizo en la Secretaría de Guerra, como oficial y 2.200 ducados anuales de sueldo; en esta Secretaría permaneció varios años en continuo ascenso. En 1719 fue nombrado alcalde ordinario de los Cuatro Concejos del valle de Somorrostro; sin embargo, como se le exigía estancia en el lugar y su posición en la Corte le imposibilitaban desplazarse, se eligió como sustituto a su hermano Agustín.

La carrera de Sebastián de la Quadra en la Secretaría de Estado (1720-1736)

En 1720 se le nombró segundo oficial de la Primera Secretaría de Estado, ocupándose de la correspondencia con Holanda e Inglaterra; en 1722 acompañó, junto con el Secretario de Estado y protector suyo José de Grimaldo, a la princesa María Ana Victoria al doble intercambio de la isla de los Faisanes (según lo convenido, ella debía casarse con Luis XV de Francia, mientras que la princesa francesa Luisa Isabel de Orléans estaba destinada al futuro Luis I de España; no obstante el primer enlace nunca llegó a realizarse, si el segundo). También dentro de la Secretaría de Estado, fue nombrado oficial primero en 1723; el mismo año recibió el encargo de ser Secretario del Rey, con carácter vitalicio. A partir de entonces tuvo bajo su responsabilidad la correspondencia con Francia, Portugal y Turín, a los ministros relacionados con estos asuntos y, en ausencia de su titular, la correspondencia con Venecia y la primera mesa. En 1730 fue además Secretario de la Cámara de Gracia y Justicia, y en 1731, Oficial Mayor de la Secretaría de Estado, de modo que tuvo que acompañar al rey en sus desplazamientos y sustituir al Secretario de Estado en los consejos, cuando faltase.

En 1732, en reconocimiento a sus años de servicio en la Corte, se le otorgó el título honorífico de Secretario Ad honorem; el mismo año fue nombrado Secretario de la Cámara de Aragón, de modo que incluía en sus competencias los asuntos de esta Corona. Era norma que el Oficial Mayor pasase a ser el nuevo Secretario de Estado cuando quedase vacante, y Sebastián de la Quadra ocupó finalmente este cargo en 1736, al morir José Patiño. Asumía como principal tarea las relaciones exteriores de España, junto con el cuidado de asuntos menores como correos, academias, archivos, palacios reales, etc. En 1738 fue nombrado Consejero de Estado, sin ninguna atribución concreta, pero que el rey daba sólo a sus más valiosos colaboradores.

La política exterior de Sebastián de la Quadra, Secretario de Estado (1736-1747)

La política exterior durante el mandato de Sebastián de la Quadra estuvo condicionado por el interés de la reina Isabel de Farnesio de lograr para sus hijos Carlos y Felipe sendos tronos, preferiblemente en Italia; por otra parte, los asuntos pendientes que el nuevo Secretario heredó de su antecesor eran la falta de relaciones con Portugal, un Concordato con la Santa Sede y las tensas relaciones con Inglaterra.

El restablecimiento de relaciones con Portugal y la Santa Sede (1737)

Respecto a Portugal, el 15 de marzo de 1737 firmó el Convenio de París con este país, habiendo mediado Francia, Holanda e Inglaterra; se puso así fin a una ruptura que databa de 1735, causada por un incidente menor, sin que los intentos de acuerdo hubiesen tenido éxito hasta entonces por las graves tensiones entre españoles y portugueses en las tierras americanas de Sacramento.

Con la Santa Sede también se habían roto relaciones en 1736, por el intento de asalto de las multitudes a la embajada española en Roma: los ánimos de ambas cortes estaban ya predispuestas a este paso deste tiempo atrás, por las numerosas regalías que pasaban a la Iglesia y que Felipe V trataba de detener con la oposición de las autoridades eclesiásticas; pero, dispuestos pronto los ánimos a la reconciliación, se firmó el 5 de septiembre de 1737 un Concordato, que Sebastián de la Quadra refrendó después, y que limitaba el derecho de asilo en sagrado, la percepción de donaciones y la ordenación de sacerdotes (y, por tanto, el número de personas exentas de tributos).

La guerra con Inglaterra (1739-1748)

Inglaterra era una antigua adversaria de España, hacia la cual había existido una cierta aproximación por la concesión española del "Navío de Permiso" (1713), los tratados de Viena de 1731, la ayuda inglesa para dar al príncipe Carlos el ducado de Parma, y el convenio de 1732; pero el contrabando inglés y la imposición en 1737 de los derechos de almirantazgo al comercio extranjero (un real de vellón por tonelada) tensaron de nuevo las relaciones: por fin, en 1738 el duque de Newcastle y otros belicistas ingleses presentaron en la Cámara de los Comunes al capitán Robert Jenkins, un contrabandista que explicó haber perdido una oreja y su mercancía a manos de un corsario español.

La guerra estalló entre ambos países en 1739 (Guerra de la Oreja de Jenkins), a pesar del pacifismo del Primer Ministro británico Robert Walpole y al del propio Sebastián de la Quadra. De nada sirvió el Convenio de El Pardo de principios de año, por la animosidad contra España de Newcastle y la South Sea Company ("Compañía del Mar de sur", que buscaba las mayores ventajas comerciales posibles). Casi todos los combates acontecieron en América: Portobelo (Panamá) fue tomada por los ingleses del almirante Vernon en noviembre de 1739, quien fracasó al intentar hacer lo propio con Cartagena de Indias en marzo de 1741, por la decidida defensa de Blas de Lezo, y con Santiago de Cuba en noviembre del mismo año. La paz de Aquisgrán que puso fin a la guerra se firmó en 1748, un año después de cesar Sebastián de la Quadra como Secretario de Estado (1747); desde 1742 había compartido además el cargo con José Campillo y luego, muerto este en 1743, con el Marqués de la Ensenada.

El intervencionismo en Italia

Junto Inglaterra, el otro punto importante de atención exterior fue Italia: ya en noviembre de 1739 el príncipe Carlos (futuro Carlos III de España) había sido coronado como rey de Nápoles, fruto de una intensa labor diplomática. Después, al morir en 1740 el emperador Carlos VI y nombrar heredera a su hija María Teresa estalló una guerra por la sucesión del trono austriaco, en la que participaron varios países europeos, y que fue aprovechada por Felipe V de España para intentar obtener para su hijo Felipe el ducado de Lombardía; era el pago exigido al apoyo de las pretensiones del elector de Baviera.

Con estos intereses se logró la ayuda francesa por el Tratado de Fontainebleau (1743) y el Tratado de Aranjuez (1745), reforzados con el matrimonio de María Teresa, hija de Felipe V, con Luis, Delfín de Francia. Dentro del contexto de la Guerra de Sucesión de Austria (en la que también había desembocado la hispano-inglesa), los ejércitos hispano-franceses llegaron a conquistar Piacenza, Parma, Milán y parte de Piamonte, pero complicaciones diplomáticas y reveses militares complicaron la situación; además, Felipe V moría el 9 de julio de 1746, pasando a ser nuevo rey de España su hijo Fernando VI.

Éste confirmó a Sebastián de la Quadra y al Marqués de la Ensenada en sus puestos; los dos secretarios, que cada vez estaban más abiertamente enfrentados, dieron consejos distintos al monarca sobre el modo de proceder en Italia: Ensenada proponía proseguir con intensidad la guerra, y sólo negociar desde la fuerza, mientras que de la Quadra prefería la paz con Austria y con Inglaterra (o con alguna de ellas), aunque para ello no se contase con Francia. Éste último fue el camino elegido (lográndose obtener para el infante Felipe el ducado de Parma, Piacenza y Guastalla), pero quedó excluido el Secretario de Estado, pues fue la propia reina Bárbara de Braganza, poco proclive al mismo, quien encargó a su padre el rey de Portugal la mediación con Inglaterra. Por fín, el 4 de diciembre de 1747 fue sustituido por José de Carvajal; continuó, no obstante, en la Secretaría de Gracia y Justicia.

Otros rasgos de la vida política de Sebastián de la Quadra

El mecenazgo cultural

Sebastián de la Quadra, él mismo un hombre culto (dejó una importante biblioteca a su muerte), cuidó de modo especial las artes. Coordinó las obras de construcción y decoración del nuevo Palacio Real de Madrid (en sustitución del desaparecido Alcázar, que ardió en 1734) y del palacio de La Granja de San Ildefonso, con gran protagonismo en la decoración (por ejemplo, contrató al pintor Carle Van Loo). Protegió a la Real Academia de la Historia (acogida al rey en 1738) y creó la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en colaboración con el escultor Giovanni Domenico Olivieri (ambos redactaron en 1741 sus Reglas, siendo aprobado el proyecto de fundación en 1744; el propio Sebastián de la Quadra quedó como protector oficial, y Olivieri como director general). También protegió a varios escritores y artistas, facilitando la publicación de sus obras a los primeros, y proporcionando empleo a los segundos en los palacios en construcción.

Cargos menores y clientes: la protección de su familia y del Señorío de Vizcaya

Tuvo otros cargos menores, compaginables con los administrativos en la Corte, y que en realidad fueron fuente de ingresos: desde 1722, el prebostazgo de Bermeo, Guernica y Ondarroa, por el que asumía competencias judiciales en estas villas (las cuales pagaban a cambio ciertos diezmos); y, desde 1723, el patronato sobre las iglesias de Gamiz y Pedernales (que también suponía ingresar parte de sus rentas). Una vez nombrado Secretario de Estado, ayudó a familiares (hermanos y sobrinos especialmente) y paisanos con distintos cargos y dignidades, hasta el punto de que en la Secretaría de Estado llegó a haber 25 oficiales vascos (diez de su familia) de 35, que formaron en la Corte el "partido vizcaíno"; un primo suyo, Pedro de la Quadra y Achiga, llegó a ser obispo de Osma y Arzobispo de Burgos.

Aunque desde su partida en 1700, Sebastián de la Quadra no volvió nunca a su pueblo natal, se ocupó personalmente de todos los problemas que sobre la comarca de Somorrostro y el Señorío de Vizcaya entero, y a través de sus hermanos Agustín y Nicolás, llegaban a la Corte.También dio ayuda económica para la construcción de la iglesia de San Juan Bautista en San Julián de Musques, y apoyó las pretensiones de Castro Urdiales (Cantabria) para reintegrarse al Señorío de Vizcaya y obtener sus mismos privilegios fiscales (que logró entre 1738 y 1741, prolongándose la situación hasta 1763).

Carácter y consideración de su acción política

Sebastián de la Quadra era de carácter tranquilo y discreto, culto y de gran religiosidad (poseyó varias reliquias). Era propio de su quehacer político recabar meticulosamente numerosos informes para cualquier asunto, y acatar sin reparos la voluntad de los reyes Felipe V e Isabel de Farnesio, especialmente de esta última. Fue muy criticado por el embajador inglés Keene y caricaturizado hasta la malevolencia por el periódico clandestino El duende (cuyo primer redactor, Manuel Freire, estaba al servicio del rey de Portugal), y que había sido fundado precisamente para derribar a Patiño. La propia reina lo consideraba sólo apto "para cumplir la parte material de su empleo". No obstante, estudios recientes con más rigor lo califican de culto e ilustrado.

Títulos y señorío de Sebastián de la Quadra, Marqués de Villarías

Su carrera administrativa en la Corte y el nombramiento como Secretario de Estado supuso a Sebastián de la Quadra un incremento de su prestigio: mientras que él y su familia extendían su influencia por su villa natal, la comarca circundante y en otros lugares de Vizcaya (e incluso fuera de ella), él personalmente recibió varios títulos de nobleza. Todo ello le supuso importantes ingresos, que unidos a los reportados por su oficio, daban una importante suma: en 1765 (un año antes de su muerte) poseía una renta de 159.719 reales y 22 maravedíes.

Su familia se ocupó de construir una nueva iglesia en San Julián de Musques (las obras comenzaron en 1742). Tanto Las Encartaciones como el Señorío de Vizcaya completo aprovecharon la posición de un paisano para dar solución rápida a distintos problemas; no obstante, no siempre hubo relaciones fluidas entre Sebastián de la Quadra y el Señorío de Vizcaya, a causa de la rivalidad por cuestión de competencias jurisdiccionales entre el Señorío y Las Encartaciones (donde su familia ocupaba los primeros puestos administrativos).

Sebastián de la Quadra fue caballero de la Orden de Santiago desde 1730, por solicitud de ingreso al rey. En 1738, valorando los buenos servicios de Sebastián de la Quadra, Felipe V le concedió Título de Castilla; se trataba de un honor hereditario que permitía al receptor la elección del nombre del título: el elegido fue "Marqués de Villarías" (en marzo de 1739, previo nombramiento como Vizconde de Nela, para cumplir así una orden por la que para ser marqués o conde primero había que ser vizconde); el señorío concedido, la villa burgalesa de Villarías (que hasta entonces pertencía a los marqueses de Mortara) quedaba bajo su propiedad y su jurisdicción (nombramiento de alcalde, juicio de algunos delitos, y percepción de multas).

Más tarde aumentó su señorío con la compra de tierras en la vecina Medina de Pomar y en Villanueva de la Serena (Badajoz, 1746), y con todas ellas y el solar familiar creó a su muerte un mayorazgo. En febrero de 1739 recibió del rey Carlos VII de las Dos Sicilias (luego Carlos III de España) el collar de San Genaro, que le incorporaba a la orden del mismo nombre. Su escudo nobiliario era propio de los de la Quadra: escudo partido en campo de azur con tres barras de plata, y en campo de oro con cruz flordelisada de gules; con bordura de plata de ocho aspas de gules. Él añadió una cruz de Santiago detrás del escudo, una corona de marqués sobre el mismo y, alrededor, el collar de San Genaro. Existe un retrato suyo en el palacio de la Diputación de Vizcaya, en el que lleva las cruces de Santiago y San Genaro.

La muerte de Sebastián de la Quadra y su testamento

Sebastián de la Quadra, marqués de Villarías, murió el 23 de abril de 1766 en Madrid, a los 79 años; fue enterrado en la iglesia del convento de los Padres Clérigos Regulares Ministros de los Enfermos Agonizantes. En su testamento dejó como heredero universal a su hermano Agustín, pues nunca llegó a casarse para cumplir las reglas de la Orden de Santiago.

Enlaces de Internet

http://www.bm30.es/socios/instituciones/muskiz_es.html ; Página del Ayuntamiento de Muskiz (en español).
http://rabasf.insde.es ; Página con una breve historia de la Real Academia de San Fernando (en español).

Bibliografía

  • AREITIO MENDIOLA, D. El gobierno universal del Señorío de Vizcaya. Cargos y personas que lo desempeñaban. (Bilbao, Imprenta Provincial: 1943).

  • BARRIOS, F. El Consejo de Estado de la Monarquía Española, 1521-1812. (Madrid: 1984).

  • BÉDAT, C. La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, 1744-1808. (Toulouse: 1958).

  • Historia de España, dir. por R. Menéndez Pidal. Vol. XXIX-1: "La época de los primeros borbones. La nueva monarquía y su posición en Europa (1700-1759)". (Madrid: Espasa-Calpe: 1987).

  • ZULUAGA CITORES, A. Sebastián de la Quadra: primer marqués de Villarías, Secretario de Estado en el reinado de Felipe V (1687-1766). (Santander, América Grafiprint: 1999).

Autor

  • Bernardo Gómez Álvarez