Luis XV, Rey de Francia (1710-1774).
Rey de Francia, llamado el Bienamado, nacido en Versalles en 1710 y muerto en la misma localidad en 1774. Sucedió a su abuelo Luis XIV cuando apenas tenía cinco años, por lo que fue constituido un Consejo de Regencia dirigido por Felipe, duque de Orleans
La minoría de edad de Luis XV estuvo marcada por los problemas de la Hacienda, heredados del Rey Sol, a los que el regente tuvo que hacer frente. La política seguida por éste no hizo sino agravar el problema, ya que las ideas de Law resultaron un fracaso.
En 1723 Luis XV fue declarado mayor de edad, pero no ejerció realmente el poder hasta 1743, ya que dejó el gobierno en manos de sus ministros. El primero de ellos fue el duque de Borbón, que se hizo cargo del gobierno entre 1723 y 1726, fecha esta última en la que cayó en desgracia y fue desterrado de la Corte. El duque de Borbón consolidó la alianza con Polonia a través del matrimonio del rey con María Leszczynska en 1725, hija de Estanislao I. Con ella tendría el rey diez hijos, entre ellos el heredero al trono. Lo sustituyó al frente del reino el cardenal Fleury(1653-1743) que estuvo en el poder hasta su muerte en 1743. Durante su gobierno estabilizó la moneda, por la extraordinaria gestión realizada anteriormente por Orry; y saneó las arcas reales, lo que motivó un cierto despegue económico. No pudo evitar que Francia se viese envuelta en la Guerra de Sucesión de Polonia (1733-1735), debido a los lazos que unían ambas monarquías. Fleury trató de mantener la paz, sobre todo con la Inglaterra de Walpole, pero los acontecimientos le superaron.
Durante estos años, el rey se dedicó a la caza, los viajes y las diversiones cortesanas, sin mostrar el más mínimo interés por los asuntos de gobierno. Pero esta situación cambió cuando en 1743 falleció el cardenal Fleury y Luis XV se hizo cargo personalmente del Gobierno.
Durante su largo reinado, abundante en cambios de gobierno y en intrigas, fue convirtiéndose en un monarca impopular, cometió frecuentes errores y abusos de autoridad que contribuyeron en buen grado a desprestigiar a la Monarquía y crear en el pueblo el sentimiento de rechazo hacia la Corona que se manifestó durante el reinado de su sucesor (Véase Revolución Francesa).
A partir de 1737, rotas las relaciones con su esposa, Luis XV permitió que sus sucesivas amantes adquiriesen gran influencia en el reino en el tiempo en que disfrutaban del favor regio. De este modo, la Marquesa de Pompadour y posteriormente la condesa de Du Barry ejercieron el poder en Francia, en medio de un lujo desaforado que escandalizó a Francia.
En política interior supo mantener el equilibrio entre las distintas facciones de poder llamándolas alternativamente al poder. En un principio alentó la obra de los enciclopedistas, pero debido a la crítica de ésta hacía el orden establecido prohibió su publicación (Véase Enciclopedia). Emprendió un tibio plan de reformas hacendísticas, absolutamente necesarias para sanear las finanzas francesas, pero fue incapaz de realizarlas debido a la oposición de los nobles.
En política exterior fue donde se produjeron sus mayores fracasos. Arrastró a Francia a la Guerra de Sucesión Austríaca (1740-1748), que desembocó en la guerra de los Siete Años, en la que también participó y que tuvo como principal consecuencia la pérdida del Imperio colonial francés en la India y Canadá, pese a la unidad de acción de todas las ramas borbónicas de Europa.
Acabó por ser odiado por sus súbditos, que veían en él un rey déspota, sobre todo tras desterrar a los parlamentarios en 1771 y convertir el Parlamento en un mero tribunal de justicia, con motivo de los enfrentamientos que tenía con los parlamentarios a causa de la política religiosa y financiera.
Al final de sus días entregó el poder a un triunvirato formado por Maupeou, Terray y d'Aiguillon, que desarrolló una política de despotismo económico e intervencionismo, la cual en nada ayudó al creciente desprestigio regio. Falleció en 1774 y dejó como heredero a su nieto Luis XVI.