Simón Bar Kojba (s II d.C.)
Líder judío de la segunda revuelta contra Roma, que tiene lugar entre 132 y 135 de nuestra era. Su nombre hebreo, que puede traducirse como 'hijo de la Estrella', alude al carácter mesiánico con el que se rodeó su figura (de acuerdo con Nú 24, 17); en ambientes cristianos en cambio se le conoce como Bar Koziba, o 'hijo del engaño', sin duda tratando de ridiculizar al pretendido mesías.
Recogiendo los sentimientos antiromanos difundidos entre el pueblo judío desde la destrucción del Templo en el año 70, en medio de un ambiente apocalíptico de espera escatológica inmediata, y tomando como motivo o detonante una prohibición de practicar la circuncisión, y el hecho de que Adriano había comenzado a edificar sobre las ruinas de Jerusalén la colonia Aelia Capitolina, Simón, llamado el Nasí o 'Príncipe', se levantó contra los romanos. Logró un éxito inicial muy significativo en las montañas de Judá.
Según algunos historiadores, se coronó rey en Jerusalén y reinstauró el sacrificio y el culto de esta ciudad bajo la dirección del Sumo Sacerdote Elazar; se restablecieron las fiestas judías y la observancia del sábado. Se acuñaron incluso monedas proclamando su reinado. A pesar de ello, otros historiadores ven en todo esto, más una declaración de intenciones que hechos reales.
Algunos de los rabinos más significados de su tiempo, entre ellos Aqiba, le reconocieron públicamente como Mesías. A orillas del Mar Muerto, en algunas cuevas en las que se refugiaron algunos de sus seguidores cuando la situación empeoró, al llegar ejércitos romanos más numerosos, han aparecido algunas cartas en hebreo del propio Bar Kojba, monedas del tiempo de su reinado ("por la liberación de Jerusalén"), y otros interesantes restos de su época.
Los romanos le dieron muerte en 135, en el asalto a la fortaleza de Betar (no lejos de Jerusalén), que acabó con la revuelta. Las consecuencias del fracaso fueron muy duras para los judíos: se terminó la edificación de Aelia Capitolina y se prohibió a los judíos bajo pena de muerte entrar en esta colonia. Varios rabinos destacados, entre ellos Aqiba, habían muerto durante la revuelta. La mayor parte de los habitantes de Judea tuvieron que establecerse en Galilea o en la diáspora, y el nombre de Judea se cambió por el de Palestina.
Bibliografía
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SCHÜRER, E. Historia del pueblo judío en tiempos de Jesús, I. Madrid: Cristiandad, 1979. AYASO, J.R. Judæa Capta. Estella: Verbo Divino, 1990.
