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FilosofíaEconomíaBiografía

Ricardo, David (1772-1823).

Economista británico, nacido el 19 de abril de 1772 en Londres y muerto el 11 de septiembre de 1823 en Getcombe Park (Gloucestershire), considerado como una de las máximas figuras de la escuela clásica de Economía que alcanzó, gracias a él, una verdadera formación científica. Su obra presenta aportaciones propias que le alejan de las doctrinas económicas de Adam Smith, tales como la teoría del salario natural, la ley de la renta y la teoría del valor. Defensor a ultranza del libre comercio (laissez-faire), estableció las bases del liberalismo económico o sistema capitalista.

Vida

Miembro de una familia judía de origen holandés, Ricardo fue el tercer hijo de un próspero agente de cambio y bolsa llamado Abraham Ricardo. Cuando apenas tenía catorce años de edad, Ricardo entró a formar parte del negocio familiar, trabajando largas jornadas en la City londinense (centro neurálgico financiero de Londres). En 1793 contrajo matrimonio con la hija de una familia cuáquera apellidada Wilkinson, acontecimiento que supuso la ruptura total con su familia y al poco tiempo con su religión, a la que abandonó para abrazar el unitarismo, corriente de pensamiento surgida al calor de la Revolución Francesa que intentaba conciliar el racionalismo con el republicanismo. Gracias a su talento y buen conocimiento de la Bolsa, Ricardo se estableció como corredor de bolsa por su cuenta, obteniendo tal éxito en los negocios que acabó por ocupar el puesto de contratista en la emisión de empréstitos para la Corona inglesa durante las guerras napoleónicas.

A partir de 1814, con una más que respetable fortuna, Ricardo se retiró a vivir a una finca de Gloucestershire. Cuatro años más tarde, ingresó en la Cámara de los Comunes como representante del "burgo podrido" de Portarlington, en Irlanda, propiedad del conde de Portarlington, al que Ricardo había hecho un préstamo de 25.000 libras esterlinas. Durante toda su etapa política, Ricardo nunca perteneció a ninguno de los dos partidos dominantes (los conservadores tories y los liberales whig), y se comportó siempre como un demócrata liberal y reformista. Tras sufrir un breve período de enfermedad, Ricardo falleció de forma repentina a los cincuenta y un años de edad; su mujer y sus siete hijos heredaron una espléndida fortuna que ascendía a 750.000 libras esterlinas, entre acciones, propiedades y dinero en metálico.

La Economía según David Ricardo

Uno de los hermanos de Ricardo, en unas memorias publicadas al poco de morir éste, afirmaba que David desde muy joven demostraba "gran placer por el razonamiento abstracto, dedicando gran parte de su tiempo libre al estudio de las Matemáticas, la Química, la Geología y la Mineralogía, además de ser uno de los miembros fundadores de la Real Sociedad Geológica de Londres".

Parece ser que Ricardo comenzó a interesarse vivamente por la Economía en 1799, cuando en una esporádica visita a la ciudad de Bath encontró en una librería un ejemplar de la obra de Adam Smith Wealth of Nations (La riqueza de las naciones). En un primer momento, su objeto de estudio se circunscribió a los problemas suscitados por sus propios negocios, es decir, a los asuntos monetarios y a las inmensas transacciones que realizaba con el Banco de Inglaterra. En 1809, Ricardo comenzó su actividad como teórico y escritor con la publicación de un artículo económico bastante extenso en el Morning Chronicle de agosto de ese mismo año, en el que criticaba la política practicada por el Banco de Inglaterra de emitir billetes de banco de forma masiva durante la guerra con Francia. Al año siguiente, Ricardo sacó a la luz su primer estudio importante, The High Price of Bullion, a Proof of the Depreciation of Bank Notes (El alto precio del oro, una prueba de la depreciación de los billetes), en el que continuaba con el mismo tema. La idea esencial de Ricardo era que el exceso de billetes emitidos por el Banco de Inglaterra había provocado la subida del precio del oro y la bajada sustancial en el tipo de cambio de la libra en el continente. Ricardo llegó a la conclusión de que el dinero era una mercancía igual que las demás, cuyo valor venía determinado por las condiciones de producción del preciado metal.

Con la publicación en 1815 de Essay on the Influence of a Low Price of Corn on the Proffits of Stock (Ensayo sobre la influencia del bajo precio del trigo sobre los beneficios del stock), Ricardo estableció los elementos fundamentales de sus teorías económicas, obra que estaba muy influenciada por las teorías poblacionistas expresadas años antes por Thomas Robert Malthus en An Essay on the Principle of Population (Un ensayo sobre el principio de población) y por el utilitarismo defendido por el filósofo Jeremy Bentham, ambos pensadores muy amigos de Ricardo, aunque éste sostuviera siempre una agria polémica con el primero por sus diferentes concepciones económicas. En este libro, Ricardo trató de demostrar que las restricciones a la importación de trigo que practicaba desde hacía bastante tiempo Gran Bretaña eran un obstáculo al progreso económico del país porque elevaban considerablemente los salarios, mucho más de lo que hubieran aumentado sin tales trabas, por lo que los beneficios eran inferiores. Debido a la concepción dominante de la época de que el progreso se identificaba necesariamente con la acumulación de capital, y que ésta provenía de los beneficios, al disminuir estos últimos se ponían trabas al mismo tiempo al progreso económico.

Principios de economía política y tributación

En 1818 Ricardo publicó al que sería su obra más significativa y principal punto de arranque para los posteriores economistas que siguieron la senda abierta por él, Principles of Political Economy and Taxation (Principios de economía política y tributación). En ella, Ricardo expuso su teoría del "homo oeconomicus", esto es, procedió a elaborar una teoría de los fenómenos económicos en la que no tomó en cuenta más que los móviles económicos de los agentes. Para Ricardo (en este punto reside el interés y la originalidad de su obra), el universo económico era susceptible de una comprensión racional, en razón de la racionalidad inmanente al funcionamiento del sistema. El autor expuso con claridad meridiana los principios de la teoría de la renta de la tierra, de los beneficios y salarios y la teoría del valor, temas con los que se apartó definitivamente de los presupuestos defendidos por Adam Smith hasta la fecha.

Sobre estas bases, Ricardo construyó una teoría de la evolución de la sociedad capitalista que no preveía, ni tan siquiera, el subempleo ni crisis estructurales, elementos que, como todos sabemos, son la otra cara de la moneda de las economías liberales o capitalistas.

La teoría del valor

Para Ricardo, el punto de partida del análisis es el problema del valor. Para abordarlo adoptó el principio de la determinación del valor por el trabajo. Ricardo distinguió entre el valor en uso y el valor en cambio, siendo ambos independientes entre sí, ya que para él podía haber objetos con elevado valor en uso y escaso valor en cambio. El elemento determinante del primero es su utilidad, mientras que para averiguar el determinante del segundo es preciso distinguir entre aquellos que pueden ser considerados como bienes raros, cuyo valor en cambio depende esencialmente de los deseos y posibilidades del comprador, y aquellos que son fácilmente reproducibles, cuyo valor en cambio depende del trabajo humano que se ha necesitado para producirlos. Hay que tener en cuenta que Ricardo consideraba el capital como trabajo acumulado, que se incorporaba también al producto final en el proceso de elaboración de éste. Este valor en cambio se identificaba con el precio natural, el cual tenderá siempre al precio de mercado. Éste, a su vez, viene determinado por las condiciones de la oferta y la demanda.

La teoría de la renta de la tierra

Esta teoría, planteada anteriormente por Malthus como el propio Ricardo reconoció, encajaba a la perfección en su teoría del beneficio. La renta de la tierra era concebida por Ricardo como el excedente producido por el trabajo aplicado en las condiciones relativamente más favorables en comparación con el trabajo aplicado en las tierras más marginales o de menor calidad. Para Ricardo, dicha renta era la consecuencia de la escasez de tierras que se había producido al compás del crecimiento de la población y del progreso social, los cuales obligaron a poner en cultivo tierras de menor calidad que a la larga ofrecieron una productividad ínfima en comparación con la tierras buenas. La diferencia entre el producto de las tierras de mejor y menor calidad es lo que Ricardo consideró como renta de la tierra o renta diferencial. Según él, esa diferencia era la que determinaba que se persiguiera cultivar unas tierras antes que otras.

La teoría del salario natural

Para elaborar esta teoría, Ricardo se basó en la idea de que los salarios tendían siempre a establecerse en un mínimo de subsistencia, utilizando la distinción entre precio natural y precio de mercado. El primero era aquel que podía considerarse como la cantidad mínima que un obrero necesitaba para vivir según el nivel de vida habitual y generalmente aceptado, esto es, la cantidad necesaria para reponer sus desgaste y asegurar la continuidad de la especie. El precio natural dependía del precio que el trabajador tenía que pagar por las subsistencias (el coste de la vida para Ricardo). El precio de mercado era aquella remuneración que el trabajador recibía por su trabajo, determinado por las condiciones de la oferta y la demanda. Este salario debía siempre estar al nivel de subsistencia, pues de lo contrario, en el caso de que lo superase el número de obreros crecería y el exceso de oferta reduciría el precio. Para Ricardo, este mínimo vital no era fijo, ya que estaba sometido al nivel de progreso alcanzado por la sociedad, creciendo paralelamente con ésta. Es del todo punto manifiesta la enorme influencia que ejerció esta teoría en los posteriores estudios realizados por Karl Marx.

Otras aportaciones de relieve de Ricardo

Uno de los aspectos en los que más descolló la capacidad reflexiva y teórica de Ricardo fue en el ámbito del comercio internacional. A él se debe la teoría de los costes comparativos, piedra angular de la doctrina librecambista o capitalista. Según esta ley, teniendo en cuenta la relación proporcional entre precios y horas de trabajo, cada nación tiende a especializarse en la producción y exportación de bienes que les representa un menor coste en relación a otos países; y viceversa, cada país tenderá a importar aquellos bienes que les representa un mayor coste de producción o fabricación.

En aspectos monetarios, Ricardo se mostró como un defensor de la teoría cuantitativa del dinero y un convincente expositor de la teoría de la paridad del poder de compra respecto de los tipos de cambio extranjeros. En cuanto a la doctrina del equilibrio automático de la balanza comercial, Ricardo la definió como la relación directa entre la masa monetaria en circulación y el nivel de los precios, de forma que una variación de una de las dos magnitudes podía alterar automáticamente la otra en el sentido contrario.

El legado ricardiano

La influencia de Ricardo fue enorme. Su pensamiento dominó rápidamente la Economía británica y, a través de ésta, se extendió por todo el mundo. De ahí que actualmente se le considera como el verdadero fundador de la Economía clásica y por ende del liberalismo económico o capitalista, ejerciendo un poderoso influjo sobre economista de la talla de Alfred Marshall e incluso, a sensu contrario, John Maynard Keynes, al igual que su espíritu sobrevoló en gran parte de la obra de Marx. La obra de Ricardo suplanto rápidamente a la de Adam Smith y J. B. Say, además de relegar a un segundo plano a la de su adversario y amigo Malthus. Esta circunstancia se debió, fundamentalmente, al hecho de que Ricardo fue capaz de elaborar una síntesis coherente de las grandes teorías de las que se venía alimentando la Economía clásica de aquel momento. Con él la ciencia de la Economía se separó definitivamente de la tutela de la Sociología, y pasó a ser reconocida desde ese momento con sus propios mecanismos de estudio.

El pensamiento de Ricardo creó escuela, cuyos representantes más destacados fueron James Mill, John R. McCulloch y John Stuart Mill. Sin embargo, poco después de su muerte un importante número de economistas comenzaron a criticar abiertamente sus doctrinas, a las que rechazaron de demasiado rígidas. Por contra, otro grupo de economistas conocidos con el significativo nombre de "socialistas ricardianos" se basaron en sus teorías para apoyar sus tesis socialistas.

Bibliografía

  • HOLLANDER, Samuel. La Economía de David Ricardo. (México D. F: Ed. Fondo de Cultura Económica, 1988).

  • NAPOLEONI, Claudio. Fisiocracia, Smith, Ricardo, Marx. (Barcelona: Ed. Oikos-Tau, 1981).

C. Herráiz García

Autor

  • Carlos Herraiz García