Ramón V, Conde de Pallars Jussá (ca.1025-1098)
Conde de Pallars Jussá, nacido hacia 1025 y muerto en 1098. Su reinado es el más largo y más azaroso de todos los que hubo en el Pallars Jussá. Durante su gobierno debió enfrentarse con los condes de Urgel y, sobre todo, con sus más cercanos parientes, los condes de Pallars Sobirá, aliado en ocasiones con los sarracenos.
Hijo de Ramón IV de Pallars Jussá y de su mujer, doña Ermessenda, empezó a regentar el condado a la muerte de su padre en 1047. Desde el comienzo tuvo que enfrentarse a las dificultades derivadas de la desobediencia y la animosidad que la nobleza local, que intentaba extender su jurisdicción en detrimento de la autoridad condal, mostró contra él y que creó un estado generalizado de oposición, el cual a punto estuvo de acabar con la existencia del propio condado. Una de las más importantes rebeliones que debió sofocar el conde fue la del noble Guitard Isarn de Vallferrera y sus hijos quienes, después de negar los derechos de Ramón V sobre unos territorios de su propiedad, se apoderaron de Romadriu, de las villas de Burg y Ferreira y del castillo de Gilaré, lo que suponía el fin de su lealtad a Ramón V y su nueva alianza con el conde de Pallars Sobirá. Ante esta situación el conde de Pallars Jussá solicitó la ayuda de tropas musulmanas, con las que no sólo consiguió someter a la nobleza, sino que logró frenar las apetencias de Artau I de Pallars Sobirá, que pretendía reunir los dos territorios como en tiempos del conde Sunyer de Pallars.
En su defensa contra la nobleza, Ramón V, asistido por las tropas musulmanas, atacó la ciudad de Tremp (1070), capital del condado, que incendió, lo que causó un enorme daño a la iglesia parroquial, que más tarde fue dotada espléndidamente por el mismo conde. Ramón V reconquistó a Artau I los castillos de Sentis, Mont-ros, Regnard y Segur y luchó por su posesión en Castelló, Erill, Viu, Bellera, Adons, Ensen, Chaverol, Toralla, RIvert, Talarn y Tendrui. Durante el conflicto entre los dos primos, ambos accedieron a vender, entregar o cambiar diferentes castillos como medio de solventar sus diferencias. La ayuda musulmana contribuyó además a detener el expansionismo del conde Armengol IV de Urgel por las zonas de la Conca y del valle del Meiá, aunque con la montaña del Montsec y el valle de Ager en manos de los habitantes de Urgel, quedaba obstruida la expansión natural del condado de Pallars Jussá. Puede que este hecho explique el matrimonio de Ramón V con doña Valença, hermana del Señor de Ager, Arnau Mir de Tost. Éste tuvo lugar en 1056 y de él nacieron tres hijos: Pere Ramón, Arnau Ramón y Bernat Ramón; los tres reinaron en el Pallars Jussá. Doña Valença aportó como dote numerosas posesiones en la Conca; don Ramón ofreció a cambio a su esposa los castillos de Mur, Llimiana, Orcau y Basturç.
Los escasos documentos que han quedado de la época de Ramón V concuerdan con el clima de inestabilidad que dominó el país. Así encontramos gran número de ventas, permutas, donaciones, etc, que hicieron cambiar de manos castillos, propiedades, rentas y derechos, como resultado del gran desorden que provocó la política de agresión de los condes de Urgel y Pallars Sobirá sobre el Pallars Jussá. De 1064 ha quedado un documento por el cual el conde Artau de Pallars Sobirá otorga el perdón al conde de Pallars Jussá, esto no es sino un acto formal que cierra una acción judicial en la cual el ganador de un pleito se mostraba generoso con el perdedor. En 1069 el conde y su esposa fundaron el monasterio de Santa María de Mur, entre otros piadosos fines, para desterrar la ignorancia de sus territorios. En 1070 Ramón V, junto con su esposa y su hijo Pere, confirmaron a la iglesia de Urgel la villa de Sabort (o Sort), según el Libro de la Marca Hispánica, para expiar los pecados que había cometido al llamar a los sarracenos contra los cristianos. En 1079 el conde Ramón recibió de Artau de Pallar Sobirá una serie de posesiones usurpadas ilegalmente, entre las que se encontraban los castillos de Castellón, Toralla, Claverol, Erilla, Godra y Tormeda, entre otros, el monasterio de Santa María de Lavaix y el valle de Bohí, con sus términos y pertenencias. Entre 1070 y 1090 la nobleza local regresó a la lealtad al conde; de aquellos años han quedado numerosos tratados de conveniencia, en orden a restituir la autoridad condal.
Ramón V murió en 1098, dos años antes que su esposa, y fue enterrado, según su voluntad, en el monasterio de Santa María de Mur. Le sucedió en el condado su hijo Pere Ramón, que gobernó mancomunadamente con su hermano Arnau Ramón.
Bibliografía
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JMMT.
