Le Sage, Alain René (1668-1747).
Escritor y dramaturgo francés nacido en Sarzeau, en la región de Bretaña, en 1668 y fallecido en Boulogn-sur-Mer en 1747. Quedó huérfano a una edad temprana y fue confiado a un tío suyo que pronto dilapidó su fortuna. Sin dinero y muy joven, Le Sage tuvo que arreglárselas para vivir. Estudió Leyes y fue admitido en el Colegio de Abogados de París en 1692. Un compañero de estudios, Danchet, le animó a dedicarse a la literatura. En 1694 se estableció en París, y se casó.
Estudió la literatura española y se ganó la vida con traducciones y adaptaciones de obras españolas. En 1700 publicó la colección Théâtre espagnol, con refundiciones de Rojas, Calderón y otros autores que le inspiraron a escribir las novelas Le Diable boiteux (El diablo cojuelo, 1707), adaptación de la obra de Luis Vélez de Guevara, y Gil Blas de Santillana (en 4 volúmenes escritos entre 1715-1735), que le hicieron famoso y con las que, a pesar de su origen hispánico, retrata la sociedad parisiense con un acusado realismo. El retrato de Gil Blas cuenta las aventuras de un pícaro, al modo de las novelas picarescas españolas de los siglos XVI y XVII. Está considerada una obra maestra del realismo de transición entre los siglos XVIII y XIX.
Aunque fue sobre todo un novelista, Le Sage fue también un buen dramaturgo. Sus primeras obras dramáticas fueron adaptaciones de obras de Lope de Vega y de Rojas, pero su primer éxito fue Crispin rival de son mâitre (Crispín, rival de su señor, 1707). Dos años más tarde los actores no le aceptaron una obra ligera, Les Étrennes, que remodeló como Turcaret (Turcaret o el financiero, 1709), y que constituye la obra maestra de Le Sage y una de las mejores comedias de la historia del drama francés. La obra satiriza a los arribistas que se muestran orgullosos de su riqueza, a los financieros groseros que se ceban con los más pobres, unos hombres de negocios que constituían la clase más influyente de su tiempo, y refleja la amargura que provocaron los impuestos injustos bajo el reinado de Luis XVI. Como muchas otras obras, encontró una fuerte oposición en todos aquellos que atacaba, que intentaron sobornar a Le Sage y a la compañía de actores para que la quitasen de escena. Finalmente, la obra pudo representarse con éxito. Le Sage acabó por desvincularse del teatro oficial debido a una disputa con los actores de la Comédie-Française sobre el argumento de otra obra, Tontine. Durante muchos años escribió para los teatros de las ferias de París, solo o en colaboración con Piron, Autreau, Fuzelier, Dorneval, y otros. Escribió más de cien comedias breves destinadas a compañías bufas que tenían un interés meramente circunstancial; eran obras con un solo actor, que Le Sage reunió en los diez tomos de Théâtre de la Foire (Teatro de la Feria), la ópera cómica.
La vida de Le Sage fue feliz a pesar de la falta de dinero debida a que nunca aceptó mecenazgo alguno, en este sentido está considerado uno de los primeros escritores profesionales que pudo mantenerse sólo con su producción literaria. Se casó y tuvo cuatro hijos, y consiguió la estima de sus compañeros escritores. Su mayor pesar fue que dos de sus hijos decidieron convertirse en actores, una profesión que él desdeñaba. El mayor, René-André (1695-1743), tomó el nombre de Montménil, y después de unos años en provincias, actuó en la Comédie-Française con mucho éxito. Se hizo muy popular y se reconcilió con su padre después de que éste le viese interpretar el papel de Turcaret. Montménil murió de repente a la edad de 48 años. El segundo hijo de Le Sage llegó a ser canónigo de la catedral de Boulogne, y el tercero, François-Antoine (1700-?) tomó el nombre de Pitténec, pero no llegó a conseguir como actor tanta fama como su hermano, aunque actuó en la Foire St. Germain con dos refundiciones de obras de su padre que no tuvieron éxito.
