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Khubilai Kan [o Khan], Emperador de China (1215-1294).

Gran Kan de los mongoles y emperador chino, el primero de la dinastía de origen mongol Yuan, nacido en 1215 y fallecido en 1294. Era el segundo hijo de Tolui y nieto de Gengis Kan. Su madre, Sorghagtani, una cristiana nestoriana culta y dotada de gran inteligencia, se encargó de su educación y de la de sus tres hermanos, a quienes enseñó los principios del gobierno y la tolerancia religiosa. También fue conocido como "Señor de los tártaros de toda la tierra y de todos los reinos".

Mongke, hermano mayor de Khubilai y emperador de los mongoles desde 1251, era dueño de un vasto imperio que incluía Persia, el sur de Rusia, Mongolia, Manchuria y el norte de China; a su vez, la dinastía china Song, con su capital en Hangzhou, ocupaba los territorios al sur del río Huai. Mongke encargó a cada uno de sus hermanos gobernar una parte del imperio; así, Hulegu fue mandado a Persia, Arigh Boke permaneció en Mongolia y Khubilai tuvo que ocuparse, desde 1251, del norte de China, en la que había heredado unos extensos territorios equivalentes a las provincias de Henan y Shanxi.

La primera tarea que Mongke se asignó fue volver a emprender la conquista de China del sur, que su hermano Ogodai, sucesor de Gengis Kan, había intentado sin éxito. Encargó a Khubilai atacar primero el reino independiente Tai de Nanchao (o Dali), situado en el Yunnan, al oeste del imperio chino de los Song, que fue derrotado en 1253. Luego, tras someter a los tibetanos, el general de Khubilai, Uriyangqai, dirigió una ofensiva contra Annan, cuya capital, Hanoi, fue tomada en 1257. Al año siguiente, Mongke decidió dirigir personalmente la conquista del imperio chino, pero murió antes de poner fin a su proyecto, en 1259, durante el sitio de la fortaleza de Hechuan, a orillas del río Jialing, mientras Khubilai y Uriyangqai estaban atacando los territorios chinos simultáneamente por el norte y por el sur. Khubilai, al enterarse de que su hermano menor, Arigh Boke, encargado de la defensa de Mongolia, planeaba hacerse elegir Gran Kan, pactó una tregua con los generales chinos y se dirigió hacia su residencia de verano, en el sureste de Mongolia. En una asamblea formada por sus ejércitos y sus fieles aliados, fue elegido Gran Kan el 5 de mayo de 1260 en la ciudad de Shang-tu, conocida por los occidentales como Xanadú; mientras en Karakorum, Arigh Boke se negaba a reconocer la legitimidad de esa asamblea y adoptaba el mismo título. Tras varios enfrentamientos militares, la rivalidad de los dos hermanos por la sucesión al poder acabó con la derrota de los ejércitos de Arigh Boke en 1264 y con su muerte dos años más tarde.

Khubilai reconoció muy pronto la superioridad de la civilización china, por la que se sentía especialmente atraído. Cuando era todavía gobernador del norte de China, bajo el reinado de Mongke, se rodeó de hombres que habían recibido una educación china, como el antiguo monje budista de la secta Chan, Liu Bingzhong (1216-1274), quien le convenció de la eficacia del sistema administrativo chino. Esa atracción le llevó a adoptar las costumbres del país ocupado y a respetar sus instituciones. Por eso, una vez nombrado Kan, en 1264 se estableció en Pekín, antigua capital de los Jin, quienes habían ocupado el norte de China desde 1125, antes de caer en manos de los mongoles. Como la ciudad había sido en parte destruida, Khubilai encargó su reconstrucción a varios arquitectos musulmanes. Pekín, llamada entonces Tatu ('Gran Capital'), también conocida en esta época por su denominación turca, Cambaluc (‘Ciudad del Soberano’), se convirtió en capital del imperio mongol y sustituyó en ese papel a la ciudad de Karakorum.

Una vez asentado su poder, Khubilai decidió reemprender la conquista, interrumpida por la muerte de Mongke, de los territorios chinos situados al sur del río Yangzi. En el año 1268 mandó asediar las ciudades de Xiang Yang y Fang Cheng, situadas a orillas del río Han. Convencido de que la victoria no era más que cuestión de tiempo, no dudó en proclamarse emperador de China en 1271 y dio a su dinastía el nombre de Yuan ('Gran Origen'), ocho años antes de la caída de la dinastía china de los Song. Las fortalezas chinas, protegidas por altas murallas, pudieron ser tomadas gracias a la técnica de los estrategas musulmanes, y se rindieron en 1273, un año antes de la muerte del emperador Song, Duzong. Tres años más tarde, la capital del imperio chino, Hangzhou, se rindió al general mongol Bayan, y el emperador Gongzong, un niño de cinco años, fue capturado y conducido hacia el norte. Khubilai Kan, dando muestras de magnitud, le acogió y le mandó al Tíbet para que los monjes budistas se encargaran de su educación. Mientras tanto, en el norte, se iniciaba la rebelión de los príncipes mongoles, encabezada por Gaidu, nieto de Ogodai. Fieles seguidores de las tradiciones ancestrales, veían como una traición la conversión de Khubilai a la civilización china. Las campañas de Gaidu, iniciadas en 1275, le llevaron hasta Karakorum, y para defender la ciudad Khubilai tuvo que llamar al general Bayan, ocupado en la guerra contra los chinos. La corte china, entonces refugiada en Fujian y luego en Guangdong (Cantón), no pudo resistir el avance de los ejércitos mongoles, que tomaron la ciudad en 1277. El primer ministro Chen Yizhong no tuvo otro remedio que embarcarse con el joven emperador Duanzong, de ocho años de edad, quien encontró la muerte en el naufragio del barco. Un año más tarde, la desaparición de su sucesor, Bing Di, un niño de seis años, durante una batalla naval en 1279, puso fin a la dinastía Song.

Tras haber conseguido reunificar China, dividida desde la invasión de los Jin, en 1127 Khubilai Kan pretendió con menos éxito devolver al imperio chino su antigua extensión. Durante las campañas en Indochina, los ejércitos mongoles, compuestos en su mayoría por chinos, encontraron una resistencia que sólo se pudo vencer tras varias expediciones infructuosas. Redujeron el reino de Champa en 1285, y tres años más tarde el país de Annam se declaró vasallo del emperador mongol; no obstante, durante la invasión de Birmania, los ejércitos de Khubilai sólo consiguieron saquear su capital antes de retirarse. Las expediciones marítimas contra Japón, primero en 1274 y luego en 1281, así como las incursiones hasta Java en 1293, no tuvieron ningún éxito.

Los mongoles carecían de un sistema capaz de administrar un imperio de tal envergadura. Mientras la herencia territorial de Gengis Kan se repartía entre los miembros de la familia imperial, los países conquistados en Asia se convirtieron en feudos. Pero para gobernar China, Khubilai Kan no tuvo otro remedio que recurrir a la ayuda de antiguos funcionarios del imperio Jin, de manera que las instituciones chinas fueron conservadas o adaptadas a las necesidades de los nuevos dirigentes. La sociedad fue dividida en cuatro clases, lo que venía a resaltar los privilegios de los nuevos dueños de China y de sus aliados, tanto como las obligaciones de las poblaciones recientemente sometidas. Los mongoles, por encima de todo, formaban una casta militar exenta de pagar impuestos, seguidos por hombres procedentes de los feudos de Asia Central, Próximo Oriente, el sur de Rusia y Europa, que disfrutaban de un estatuto especial y que fueron encargados de las tareas administrativas. La tercera clase estaba compuesta por los súbditos del antiguo imperio Jin, en el norte de China, y la cuarta por los chinos del sur que, juntos, tenían que mantener a las clases privilegiadas, obligados a pagar impuestos en forma de cereales y telas, a prestar servicio en el ejército o a trabajar en las obras de edificación.

La ocupación mongol trajo así a China una población de extranjeros que iban a ejercer los principales cargos administrativos, antes reservados a los letrados chinos, quienes pasaron a ocupar el rango más bajo de la escala social. Así fue como Marco Polo, llegado de Pekín en 1275, prestó servicio en la administración mongol durante diecisiete años (véase Libro de las maravillas del mundo). Los mongoles, que otorgaban una importancia especial a las técnicas, supieron aprovechar los conocimientos de sus aliados extranjeros, expertos en el arte militar, en el cálculo y en las técnicas de irrigación. A los arquitectos musulmanes les encargaron la construcción de la nueva capital, Tatu, y los astrónomos musulmanes, como el persa Jamâl al-Din (que estableció un nuevo calendario en 1267), dieron a esta ciencia un impulso que se prolongaría durante el siglo XIV.

La economía mongol se basaba esencialmente en la caza y en la cría de ganado, y los sucesores de Gengis Kan, tras la conquista del imperio Jin, pensaron en convertir en prados los territorios del norte de China. Khubilai Kan, sin embargo, se dio cuenta de que se podía sacar mayor provecho si se favorecía la agricultura, que había sido hasta entonces la principal fuente de riqueza de los chinos. Siguiendo su ejemplo, mantuvo el sistema de las tierras públicas, cultivadas en beneficio del estado, construyó graneros en todo el imperio y mejoró la irrigación de los campos. La explotación económica fue especialmente dañina para la población campesina del sur, doblemente sometida a las exigencias de la administración y de los grandes terratenientes.

La extensión del nuevo imperio provocó una intensificación del comercio y una apertura de China hacia los territorios occidentales. Los comerciantes, en su mayoría musulmanes de Asia Central, se beneficiaron del favor de los mongoles, quienes les encargaban a menudo recolectar los impuestos en China. La prosperidad económica en una época de relativa estabilidad política permitió a Khubilai Kan mejorar el sistema monetario en vigor en el imperio de los Song y extender en 1260 el uso del papel moneda, cuyo valor llegaría a ser bastante estable a partir de 1287.

Una de las principales tareas de Khubilai Kan fue establecer una red de comunicación capaz de responder a las necesidades de la mensajería imperial y de abastecimiento de la nueva capital. Para ello, se mejoró el sistema de postas que existía a lo largo de las rutas de la estepa y se extendió a todo el territorio chino. Para llevar hasta la nueva capital los cereales procedentes del sur de China, se aumentó el transporte marítimo desde la desembocadura del río Yangzi hasta Hai Jin Zhen (actual Tianjín), mientras se procedía a la restauración de los tramos del Gran Canal que unía Hangzhou, en el sur, con el Río Amarillo; el Gran Canal se prolongó hasta Lingqing en 1289. Más al norte, el trazado del canal fue completado desde Tongzhou hasta la capital, entre 1292 y 1294, por Guo Shoujing, famoso matemático y astrónomo, entonces encargado de la regulación de las aguas.

Mientras las ciencias y las artes técnicas estaban en pleno desarrollo, las letras conocían una suerte más modesta. Los géneros clásicos dejaron de ocupar el primer lugar ante la aparición de una literatura popular, a menudo satírica, en forma de canciones, cuentos y novelas. Las críticas y el pesimismo fueron también las principales características de las obras del teatro de la época, que contó con autores de gran valor, como Ma Zhiyuan y Guan Hanqing.

Si los letrados confucianistas perdieron el prestigio del que habían gozado dentro de la sociedad china, no ocurrió lo mismo con el confucianismo, que se benefició de la tolerancia religiosa de los mongoles. Se respetaron los ritos confucianistas, así como los templos taoístas (véase taoísmo) y las antiguas creencias chinas. Pero los mongoles se sentían más atraídos por las prácticas religiosas de los budistas tibetanos, que se asemejaban a sus propias costumbres chamánicas. A partir de 1280, Khubilai encargó los asuntos religiosos del imperio al budista Senge, que iba a convertirse en el personaje más influyente de la corte y en el más odiado por los chinos, debido a sus crímenes y a su corrupción. Aunque los representantes del cristianismo fueron bien acogidos, su influencia fue mucho menos duradera que la de los musulmanes, cuyas comunidades, instaladas sobre todo en el norte de China y en la provincia de Yunnan, supieron adaptarse pronto a la civilización china.

Khubilai Kan murió en 1294; dejó un país próspero, pero con muchos problemas sin resolver. Fue sucedido por su nieto Temur Oljeitu. El imperio mongol, que reunía culturas tan distintas, gozaba de una estabilidad aparente pronto amenazada por las reivindicaciones de autonomía de los países conquistados, mientras la constante hostilidad ante la política de integración de Khubilai Kan por parte de los príncipes que permanecían en Mongolia ponía de relieve las diferencias entre el norte y el sur. En los territorios chinos, la ineficacia de la administración, dejada en manos de gente inexperta y corrupta, y la explotación del pueblo, dominado por una clase dirigente rica y arrogante, iban a provocar las rebeliones que pondrían fin a la dinastía Yuan.

Bibliografía

  • EBERHARD, W.: A History of China, Londres: Thames and Hudson, 1970.

  • MARSHALL, R.: Storm from the East: From Genghis Khan to Khublai Khan, Cambridge: Cambridge University Press, 1993.

  • ROSSABI, M.: Khublai Khan: His Life and Times, Berkeley: University of California Press, 1988. SAUNDERS, J. J.: The History of the Mongol Conquests, Nueva York, 1971.

Consuelo Marco Martínez / Catherine François Brugidou.

Autor

  • Consuelo Marco Martínez / Catherine François Brugidou.