A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z
LiteraturaHistoriaBiografía

Hurtado de Mendoza, Diego (1503-1575).

Escritor, soldado, diplomático e historiador español, nacido en Granada en 1503, y fallecido en Madrid en 1575. Era hijo de Pedro Íñigo López de Mendoza y de Francisca Pacheco, hermano de María Pacheco, y tío del cuarto Conde de Tendilla, Íñigo López de Mendoza. Según Marañón fue el más ilustre de la familia (tras del primer Marqués de Santillana, claro).

Vida

Realizó sus estudios primero en Granada y luego en Salamanca, en cuya Universidad fue discípulo del humanista italiano Pedro Mártir de Anglería. Apasionado del saber, dominó varios idiomas entre ellos el latín, árabe y el hebreo. Fue célebre por sus prontos y desplantes, y hay quien le considera autor del Lazarillo. Como diplomático estuvo en Inglaterra, Venecia y Roma, y llegó a representar al rey en el Concilio de Trento. Por un incidente con Diego de Leyva, Felipe II lo desterró al Castillo de la Mota, de donde no salió hasta la Guerra de Granada (Véase la Sublevación de las Alpujarras), en la que participó a las órdenes de su sobrino, el marqués de Mondéjar. Esta rebelión de Abén Humeya en Las Alpujarras (1568) quedó plasmada en su famosa Historia de la Guerra de Granada. Al finalizar la guerra, permaneció allí desterrado hasta que, en 1574, se le permitió volver a Madrid, donde falleció al año siguiente.

Para lograr el perdón real, había donado su gran biblioteca a Felipe II cuando éste estaba creando la de El Escorial, y allí se pueden ver sus libros. No hay que confundirlo con el primer Duque del Infantado (que se llamaba igual).

Obra

Al margen de su importancia como figura política, Diego Hurtado de Mendoza constituye el mejor ejemplo de la asimilación en la poesía española de la corriente italiana introducida por Boscán y Garcilaso de la Vega. Estos dos poetas propusieron una nueva forma de hacer versos, según los modelos que habían conocido en Italia. Ellos fueron los innovadores, pero el éxito de su propuesta se debió, principalmente, a los continuadores de esta tendencia. Entre ellos destaca, por su calidad, Diego Hurtado de Mendoza.

Sobresalió tanto por su obra en verso como por sus escritos en prosa. Algunos estudiosos de la literatura del Renacimiento creen que él fue el autor del Lazarillo de Tormes, novela que sigue considerándose anónima.

Sí fue el autor, en cambio, con total seguridad, de la Historia de la guerra de Granada, publicada en 1627 por Luis Tribaldos de Toledo, en la que siguió de cerca a Salustio y Tácito; su independencia de juicio fue quizás lo que le valió el carácter de obra inusitada. En esta obra demostró su auténtica condición de humanista: por un lado, mostró su interés por los sucesos políticos de su alrededor; por otro, contó los episodios de este acontecimiento histórico (la rebelión de los moriscos de la región granadina de las Alpujarras) imitando los modelos de los grandes historiadores de la Antigüedad romana.

Fue uno de los poetas más destacados de su tiempo. Conoció la poesía petrarquista de Boscán y Garcilaso, y se decidió a escribir versos siguiendo esa moda, a la que dio un impulso definitivo.

Supo utilizar esos modelos de la poesía italiana para escribir poesía burlesca o humorística, como si se estuviera riendo de la obsesión que los poetas españoles tenían por dichos modelos italianos. En la actualidad, su poesía jocosa está tan valorada como sus poemas serios.

Además de los temas burlescos, en su poesía tiene gran importancia el amor. Otros temas destacados en sus versos son la moral, la amistad y el comentario de las anécdotas de su tiempo.

Aparte de la poesía italianizante , Hurtado de Mendoza cultivó también la poesía tradicional castellana, al estilo de la que hacían los poetas cortesanos del siglo anterior. Sus redondillas fueron elogiadas incluso por Lope de Vega.

Autor

  • J. R. Fernández de Cano.