Gardoqui y Arriquivar, Diego María de (1735-1798).
Comerciante, banquero y político español, nacido en Bilbao el 12 de noviembre de 1735 y fallecido en Turín el 12 de noviembre de 1798. Fue el primer embajador de España en los Estados Unidos de América (entre 1785 y 1789) y Ministro de Hacienda con Carlos IV (1792-1796).
Por línea paterna, pertenecía al linaje vizcaíno de los Gardoqui, cuya casa señorial se hallaba en Larrabezua, en la villa de Gernika. “Maestros de naos y comerciantes” durante los siglos XVII y XVIII, el cabeza de los Gardoqui bilbaínos, José Ignacio de Gardoqui Mezeta, impulsó la creación de varias sociedades mercantiles bajo distinta razón social: “Gardoqui e hijos” y “José Gardoqui e hijos”. En 1730 disponía de una importante flota de escalas en numerosos países, centrada en constantes relaciones comerciales con los ingleses (bacalao, azúcar, salmón, vino, etc.).
Fue en el ámbito de esta floreciente casa financiera donde Diego Mª inició el aprendizaje en las tareas económicas de la familia. Tras varios años de estancia en Londres para ser educado en el idioma y costumbres británicas, en 1758 ya formaba parte de la firma comercial al lado de su hermano mayor José Joaquín, lo que le procuró el desempeño de importantes cargos en distintas instituciones de su ciudad natal. En 1765 fue elegido Prior segundo del Consulado de Bilbao. En 1768, 1771 y 1774 ejerció como Regidor Capitular del Ayuntamiento y Contador de la Villa. En 1776 alcanzó la suprema magistratura de Prior del Consulado. De su vinculación política con Bilbao destacó su afán de conseguir para la Villa la libertad de comercio con las colonias de Ultramar; liberalismo económico dentro de las tendencias “arbitristas” del siglo XVIII, muy en consonancia por otra parte con la obra Recreació política del también comerciante bilbaíno y tío de Diego Mª, Nicolás de Arriquivar.
La independencia de las trece colonias norteamericanas en 1776 y la guerra planteada entre éstas e Inglaterra determinó por parte de España el reconocimiento de la beligerancia y un apoyo encubierto a la causa revolucionaria canalizado en buena medida a través de la firma comercial familiar de los Gardoqui. Ya en marzo de 1777, Diego Mª había actuado como intérprete y parte interesada entre el Primer Secretario de Carlos III, Grimaldi, y los representantes del “Congreso de las Provincias Unidas de América Septentrional”: Benjamín Franklin, Silas Deane y Arthur Lee. En 1779, el inicio abierto de hostilidades entre España e Inglaterra conllevó un contacto más directo entre Gardoqui y John Adams, Ministro Plenipotenciario de Estados Unidos en Gran Bretaña, y más tarde con John Jay, Ministro Plenipotenciario en la corte de Carlos III. Así también se incrementó la ayuda a los rebeldes por parte de la firma Gardoqui en forma de envíos de dinero, pertrechos y municiones.
En 1783, año de la firma del Tratado de Paz de París por el que se reconocía la independencia de los Estados Unidos, el rey Carlos III nombró a Gardoqui Comisario de Guerra, Cónsul y Agente General en Londres. Pero, un año más tarde, fue enviado a Filadelfia como Encargado de los Negocios del Rey en los Estados Unidos. Hasta 1789, trató de conseguir la renuncia expresa del Congreso estadounidense a todo derecho de navegación por el curso inferior del río Mississippi a favor de España y sus posesiones (la Luisiana), empresa en la que fracasó. Asistió también al proceso constituyente en la Convención de Filadelfia y a la toma de posesión de George Washington en Nueva York, en abril de 1789, como Presidente de la Nación.
De regreso a España, en abril de 1790 fue nombrado Director General de Comercio y Consulados de España e Indias con el título de Consejero de Estado. En 1792 alcanzó la Secretaría del Despacho de Hacienda vacante por el fallecimiento de Pedro López de Lerena. En años posteriores fue Diputado General del Señorío de Vizcaya y en 1794 obtuvo la Gran Cruz de Carlos III.
Durante su gestión al frente de la Secretaría de Hacienda (1792-1796) hubo de enfrentarse con las necesidades presupuestarias derivadas de las guerras contra la Francia revolucionaria e Inglaterra. Para el mantenimiento del ejército, Gardoqui recurrió a una serie de impuestos que recayeron en las clases medias y bajas, a la emisión de vales reales y a empréstitos. A pesar de sus esfuerzos, del establecimiento de una Secretaría de Balanza y de un fondo monetario de amortización, no consiguió frenar el deterioro financiero, lo que provocó su sustitución por Pedro Varela (1796). Los logros y fracasos de su Secretariado quedaron bien reflejados en sus cuatro “Memorias” fiscales publicadas en el Diccionario de Hacienda de Canga Argüelles (1826-1827). Tras su cese, fue nombrado en noviembre de 1796 embajador ante la corte de Cerdeña, con sede en Turín, ciudad en la que falleció mientras desempeñaba su cometido.
José Luis Cano de Gardoqui y García.
