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HistoriaBiografía

Fernández de Córdoba y Coalla, Juan (ca. 1587-1654).

Administrador colonial español, nacido hacia 1587 en Málaga y muerto en 1654 en España (se desconoce el lugar exacto). Marqués de Miranda de Auta, fue gobernador de Ceuta y luego presidente y gobernador del Nuevo Reino de Granada.

Nació en Málaga hacia 1587 o 1595, según los testimonios de su hábito de Santiago (1625) y fue hijo de Gómez Fernández de Córdoba y Ana Manrique. Estaba emparentado con las mejores familias andaluzas, como los condes de Cabra, los marqueses de Ardales y los duques de Nájera y de Sesa. Tuvo la educación propia de un caballero, ingresando pronto al servicio del rey. Fue capitán de infantería y caballería en Flandes y otros lugares de Europa y obtuvo el título de marqués de Miranda de Auta, aparte de señor de Colmenar, gentilhombre de boca del rey y mayordomo del infante Carlos. Estuvo presente en la ceremonia de la entrega de las dos reinas (Luis XIII con Ana de Austria y Felipe IV con Isabel de Borbón), y en el séquito del príncipe inglés Carlos, cuando éste regresó de España a Londres. En 1638 estuvo con las fuerzas que socorrieron Fuenterrabía. Poco antes de producirse la independencia de Portugal fue nombrado gobernador de Ceuta, donde Fernández de Córdoba logró que la plaza siguiera siendo española después de 1640, la única de las antiguas posesiones portuguesas que no revirtieron a la Corona lusitana. Regresó a Madrid y fue nombrado gobernador en Panamá y luego removido a presidente del Nuevo Reino de Granada. Se casó con Antonia Ortiz y tuvo un solo hijo, Antonio Fernández de Córdoba, segundo marqués de Miranda de Auta.

Su Gobierno neogranadino duró ocho años, desde 1645 hasta 1653. Llegó a Cartagena con los galeones y entró en Santa Fe el 23 de diciembre de 1645. Hombre prudente y de buenas maneras, cuidó mucho el protocolo, ensalzó los méritos de sus colaboradores, desarrolló una política de concordia con el arzobispo y mantuvo el reino en paz. El marqués tomó el juicio de residencia de su antecesor, logró aumentar en dos plazas de oidor la Audiencia santafereña (curiosamente con dos oidores criollos). Además mandó reorganizar el archivo a Juan Flórez de Ocáriz y atendió las gobernaciones dependientes. Durante este período se suprimió la provincia de Muzo y La Palma, por problemas económicos, y se mejoró mucho la de Cartagena, donde se construyeron el Canal del Dique y varias obras de fortificación. El Canal fue una obra importante y costosa que facilitó y abarató el comercio con el río Magdalena. Se inauguró el 20 de agosto de 1650. En cuanto a las fortificaciones cartageneras, se inició la construcción del de San Felipe de Barajas y se dio un gran impulso al de Bocachica. El puerto reinició la trata con negreros holandeses, que sustituyeron a los antiguos portugueses, cuyos negocios habían cesado tras la independencia de su país. Fernández de Córdoba realizó así mismo una gran labor cultural en el reino, destacando la fundación del Colegio Mayor del Rosario (inaugurado en 1658), al que se unió la creación del convento de monjas clarisas en Mérida (1659).

El presidente pidió relevo de su cargo en 1650, pues se sentía anciano y enfermo, pero los neogranadinos suplicaron a la Corona que no se lo otorgase. Se le prolongó nuevamente, pero volvió a solicitarlo en 1651, alegando que tenía más de sesenta años y estaba viudo. Se le concedió al fin en 1652 y partió para España al año siguiente, donde falleció en 1654.

Bibliografía

  • LUCENA SALMORAL, M. Presidentes de Capa y Espada del Nuevo Reino de Granada. Bogotá, Historia Extensa de Colombia, 1967.

MLS

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  • 0201 MLS