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FilosofíaBiografía

Derrida, Jacques (1930-2004).

Filósofo francés de origen argelino, nacido el 15 de julio de 1930 en El Biar (Argelia) y fallecido en París el 9 de octubre de 2004, que fundó la escuela filosófica de la deconstrucción, metodología analítica que ha sido aplicada a otras materias del saber, como la literatura, la lingüística, el derecho y la arquitectura.

Derrida nació en el seno de una familia de comerciantes judíos. Cursó estudios superiores en la École Normale Supérieure (Escuela Normal Superior), y más tarde hizo el doctorado en la universidad estadounidense de Harvard. En 1956 obtuvo la cátedra de Filosofía y fue profesor de esta materia en Argel entre 1957 y 1960. Desde 1960 a 1964 enseñó Historia de la filosofía en La Sorbona de París, puesto que dejó para hacerse cargo de la cátedra de Filosofía en la École Normale Supérieure, donde permaneció hasta 1984. Durante un prolongado período de tiempo colaboró activamente con el grupo vinculado a la revista Tel Qued, publicación vinculada al estructuralismo. Desde principios de la década de los años setenta, Derrida compaginó sus clases en París con frecuentes visitas a las universidades más prestigiosas de los Estados Unidos de América, en calidad de conferenciante, director de cursos de filosofía o como profesor invitado, tales como la John Hopkins, Yale, Universidad de California en Irvine, etc.

Obras fundamentales

En 1962, Derrida dio a conocer su primera obra, Introducción a la fenomenología de Husserl, integrada por un extenso prólogo y la traducción de algunos documentos del filósofo Edmund Husserl; en ella, Derrida realizaba un examen en profundidad de los principios de las tesis fenomenológicas sostenidas por el filósofo alemán.

En 1967 sacó a la luz al mismo tiempo tres de sus obras fundamentales: La voz y el fenómeno, La escritura y la diferencia y Sobre la gramatología. Las dos últimas integradas por una colección de sus mejores ensayos. En 1972 volvió a sorprender al mundo de la filosofía con otra remesa de tres libros: Los márgenes de la filosofía, Posiciones (recopilación de una serie de entrevistas a revistas y rotativos especializados) y La diseminación.

Otras obras suyas son: La arqueología de la frivolidad (1973), ¿Qué queda después del saber absoluto? (1974), Cristal (1974), La verdad en la pintura (1978), Carta postal de Sócrates a Freud (1980), La filosofía como institución (1984), La deconstrucción en las fronteras de la filosofía (1989), Adiós a Emmanuel Lévinas (1998), emotivo elogio fúnebre en recuerdo de su gran amigo y maestro; Espectros de Marx (1993), donde describe la vinculación de su teoría con las ideas del pensador alemán; y Voyous (2003).

Pensamiento filosófico de Jacques Derrida

El método filosófico elaborado por Derrida, y que él mismo llamó deconstructivismo, se sitúa contra todo logocentrismo o discurso racional, y lleva a sus últimas consecuencias algunas actitudes de la etapa final de Martin Heidegger. Derrida aplicó su método de análisis de textos denominado deconstrucción fundamentalmente al lenguaje, y más tarde también a la metafísica. Entre ambos campos, según Derrida, existe una clara implicación, ya que una determinada visión de lo que hay está incluida en el esquema lingüístico que se utiliza. El análisis deconstructivo se debe aplicar, como él mismo hizo, por igual a textos literarios que filosóficos, lo que ha llevado a algunos autores a criticar la obra de Derrida sobre el supuesto de que iguala ambos discursos. La deconstrucción muestra los numerosos estratos semánticos que operan en el lenguaje. Al deconstruir la obra de filósofos anteriores a él, Derrida trató de demostrar que el lenguaje está cambiando de una forma constante. No obstante, Derrida insistió a menudo en el hecho de que no se propone equiparar la filosofía con la literatura, aunque añadió que hay dimensiones literarias y de ficción en los textos filosóficos del mismo modo que se hallan filosofemas en los textos literarios. En realidad, el proceso deconstructivo no pretende tanto un desguace del texto como del sujeto constituyente, al que despoja de los trazos que lo han caracterizado tradicionalmente: la identidad consigo mismo, la consciencia, la intencionalidad, la presencia o proximidad a sí mismo y la autonomía en relación al objeto. Así pues, se trata en realidad de resituar la función del sujeto y de reelaborar el pensamiento del mismo desde perspectivas que no sean ni dogmáticas, ni empíricas, ni fenomenológicas, recuperando la función crítica, aunque no en el sentido kantiano de la filosofía.

En resumen, lo que Derrida pretendió con su deconstruccionismo es superar la filosofía en tanto que metafísica onto-teológica, para luego poder intervenir en el campo de las oposiciones que critica, releer desde todos los ángulos y desde todos los fragmentos, a fin de confrontar la filosofía con la ficción y otras prácticas de la escritura. En suma, situarse al límite de todos los discursos criticando el racionalismo filosófico occidental y aplicar el deconstruccionismo como una búsqueda que lleva a los límites de la filosofía, a sus fronteras, más allá de la toda representación posible.

Bibliografía

  • BOLIVAR BOTÍA, A.: El Estructuralismo: De Levi Strauss a Derrida, Madrid: Cincel,1985.

  • BROEKMAN, J. M.: El estructuralismo, Barcelona: Herder, 1979.

  • CRUZ, J.: Filosofía de la estructura, Pamplona: Editorial de la Universidad de Navarra, 1967.

CHG.

Autor

  • Carlos Herraiz García