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HistoriaPolíticaBiografía

Diego de Almagro, el Mozo, Gobernador de Perú (1518-1542).

Conquistador español nacido en Panamá en 1518 y muerto en Cuzco (Perú) en 1542. Era hijo ilegítimo, mestizo, del conquistador manchego Diego de Almagro y de su criada la india panameña Ana Martínez.

Fue legitimado por las Capitulaciones de Toledo de 1429 emitidas por el propio emperador Carlos V. Pasó su niñez en su ciudad natal, Panamá, donde debió recibir cierta educación; los cronistas de Indias le describen como apuesto. En 1535, todavía muy joven, marchó al Perú. Arribó a Cuzco mientras su padre estaba en Chile; embarcó hacia este país a bordo de uno de los buques auxiliares dirigidos por Ruy Díaz. Al comenzar en 1537 la guerra civil entre Diego de Almagro y Francisco Pizarro por la posesión de Cuzco, él quedó como rehén en manos de Hernando Pizarro, que lo trasladó a Lima antes de la derrota de su padre. Bien tratado por Francisco Pizarro, solicitó su gracia para evitar la ejecución de aquel; aunque Pizarro prometió conceder el indulto y marchó a Cuzco, a su llegada su hermano Hernando Pizarro ya había cumplido apresuradamente la sentencia de muerte (julio de 1538) dictada por él mismo. Según el testamento paterno, el Mozo quedaba como heredero de gran parte de los bienes del malogrado manchego y de su gobernación de Nueva Toledo, quedando bajo la tutela de Diego de Alvarado y otros oficiales partidarios suyos hasta su mayoría de edad.

Fue alojado como huésped en el propio palacio de Francisco Pizarro. Sin embargo, no terminaron con estos hechos las guerras civiles peruanas, pues mientras por una parte Alfonso de Alvarado viajaba a España para defender los derechos de Almagro (ahora de su hijo) y Hernando Pizarro hacia lo propio respecto a los de su hermano, por otra crecía el resentimiento de Almagro el Mozo, aún residente en Lima. Acabó por ser expulsado por Pizarro de su casa, y poco después los partidarios que había ido reuniendo a su alrededor (conocidos como los de Chile) asesinaron a aquel (26 de junio de 1541) y le proclamaron a él gobernador interino, a la espera de recibir la confirmación real. Luego abandonó Lima para establecerse en Cuzco. Su posición fue fortalecida por el apoyo de los descontentos y reconocimiento de muchas ciudades, pero las dominadas por los pizarristas opusieron resistencia y luego se unieron a Cristóbal Vaca de Castro, el nuevo gobernador nombrado por el emperador y recién llegado de España. Vaca de Castro ofreció a Almagro el indulto si aceptaba su autoridad, pero él la rechazó seguro de sus fuerzas. Tampoco Vaca de Castro contestó a una petición de Almagro para quedar él como gobernador de únicamente Cuzco y su territorio.

Así, los ejércitos de ambos se enfrentaron en la batalla de Chupas (16 de septiembre de 1542). El Mozo contaba con unos 500 soldados, divididos en dos escuadrones de caballería colocados en vanguardia (él mismo mandaba uno); artilleros detrás (dirigidos por el griego Pedro de Candía), e infantería y algunos arcabuceros en última posición (con varios capitanes). Frente a él se situaban los 800 hombres de Vaca de Castro, sin artillería, con la infantería en el centro (al mando de Pedro Vergara y Juan Vélez de Guevara) y la caballería en las alas (Gómez de Alvarado, Garcilaso de la Vega y otros). Tras las andanadas de la artillería almagrista se trabó combate cuerpo a cuerpo, momento en el cual intervino una pequeña caballería de reserva de Vaca de Castro que decidió la batalla. Además, algunos hombres de Almagro se pasaron al bando contrario y así este fue finalmente derrotado. Huyó con algunas fuerzas hacia las montañas (donde vivía en rebeldía Manco Capac, que era su aliado), pero habiendo entrado en Cuzco fue reconocido y perseguido; en el valle de Yucay fue aprisionado al fin y reconducido a Cuzco. En la cárcel habló con Vaca de Castro; más adelante trató de huir, de modo que se le trasladó de prisión y se aceleró su juicio. Condenado a muerte, fue decapitado poco después, apenas cuatro años después que su padre y con sólo veinticuatro de edad. Fue enterrado en el mismo sepulcro que aquel en la iglesia del convento de Nuestra Señora de la Merced.

Bibliografía

  • CIEZA DE LEÓN, P. La Crónica del Perú. Edición de Manuel Ballesteros. (Madrid, Historia 16: 1985).

  • Crónicas de la conquista del Perú. (México, Nueva España: 1940).

  • Crónicas del Perú. 5 vols. (Madrid, Atlas; 1963-1965).

  • INCA GARCILASO DE LA VEGA. Comentarios reales de los incas. (Madrid, Castalia: 2000).

  • KIRKPATRICK, F.A. Los conquistadores españoles. (Madrid, Rialp: 2000).

  • MARTÍN DE ALMAGRO, J.A. Testamento de Don Diego de Almagro, mariscal de campo, adelantado de Chile. (Ciudad Real, Instituto de Estudios Manchegos: 1982). MENDIBURU, M. de. Diccionario histórico-biográfico del Perú. Vol. 1. (Lima, Imprenta J. Francisco Solís: 1874-1890).

Autor

  • Bernardo Gómez Álvarez