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HistoriaReligiónBiografía

Vargas Arévalo, José María (1902-1988).

Religioso dominico ecuatoriano, considerado el mayor especialista en crítica de arte religioso de su país.

Vida

El padre Vargas nació en Chordeleg (cantón Gualaceo, provincia del Azuay) en 1902 y falleció en Quito en 1988. Realizó sus primeros estudios en su pueblo natal y a partir de los doce años en Quito. A los quince entró en el Noviciado de los Padres Dominicos y en 1928 recibió la ordenación sacerdotal. Fue iniciado en el camino de la investigación histórica por Jijón Caamaño -de cuya hacienda el "Chillo-Jijón" sería más tarde capellán-, durante los meses en que éste se vio obligado a ocultarse en el convento de los dominicos de Quito. Otro gran amigo y maestro del padre Vargas fue el padre Vacas Galindo, también dominico, cuya labor prosiguió en varios campos.

Desde 1928 hasta 1940 dirigió la revista Oriente Dominicano en la que publicó algunos ensayos sobre misiones y misioneros. En un principio, y documentado en el archivos de Vacas Galindo, se interesó por la Historia del Ecuador con el ánimo de refutar la de González Suárez, hasta que el consejo de su amigo Crespo Toral le hizo seguir avanzando en las historia de su país buscando hechos positivos. En 1944 ganó el premio Tobar de la Municipalidad de Quito, con su obra Arte quiteño Colonial. Otras dos veces se le otorgaría este mismo premio: en 1967 con Patrimonio artístico ecuatoriano, (inventario de obras de arte de conventos y monasterios del Ecuador, obra que le encargó la Conferencia Episcopal), y en 1968 con Historia de la Cultura Ecuatoriana (ambicioso proyecto que presenta la más amplia y completa visión del desarrollo de la cultura de ese país; esta obra, que puede considerarse como la más densa, útil y hermosa del padre Vargas, fue reeditada en tres tomos en la colección Clásicos Ariel). En 1945 el padre Vargas ayudó a Espinosa Pólit en la fundación de la Universidad Católica de Quito y se hizo cargo de la cátedra de Religión en varias Facultades. En el viaje que hizo a Roma en 1947 para participar en el Capítulo General de su Orden, tuvo la oportunidad de frecuentar el Archivo de Indias en Sevilla y el Archivo Nacional de Madrid.

Dentro de su Orden, ocupó los cargos de Provincial del Ecuador (1948-1951) y de Definidor General en 1957. En 1977 le correspondió a él, por encargo expreso de la familia Jijón Caamaño, trasladar el Museo de la familia a la Universidad Católica de Quito y dirigirlo a partir de esa fecha. En 1984 recibió el premio Nacional de Cultura "Eugenio Espejo", por su obra El arte Ecuatoriano en el siglo XIX. Miembro de la Academia Cultural Ecuatoriana, de la Sección de Historia de la Casa de la Cultura, de la Academia Nacional de Historia y de la Academia Ecuatoriana de la Lengua, recibió también varios reconocimientos oficiales a su labor: Título honorífico de maestro en Teología, otorgado por el Papa (1952); Doctorado Honoris Causa de la Universidad Católica de Quito, Orden Nacional al Mérito (1977) y condecoración Sebastián de Benalcázar de la Municipalidad de Quito (1969), entre otros. Hombre inteligente, de suave carácter, pobre, bueno, infatigable y metódico en su trabajo, poco amigo de escuchar radio o televisión, tenía tiempo para todo. La muerte lo sorprendió en 1988, cuando trabajaba con ahínco en Estudios sobre la evangelización en América y Los factores que forman la nacionalidad ecuatoriana.

Obra

Sus campos favoritos de trabajo fueron la historia y la crítica de arte ecuatoriano. Además de las obras ya mencionadas, escribió en el campo de la historia: La cultura de Quito Colonial (1941), La Misión científica de los geodésicos franceses en Quito (1945), Biografía del P. Bedón (publicada en 1963), que le mereció el ingreso a la Academia de Historia del Ecuador; La economía política del Ecuador durante la Colonia (1957), Ecuador, monumentos históricos y arqueológicos (1953), Historia de la Iglesia en el Ecuador durante el Patronato español (1962), Historia del Ecuador (cuyo primer volumen, "Siglo XVI", apareció en 1981 y el segundo, "Siglo XVII", en 1982), Polémica universitaria en Quito Colonial (1983). Sus principales obras referidas al arte son: María en el arte ecuatoriano (1954), Los maestros del arte ecuatoriano (1955), Arte, naturaleza y religión (1955), Arte religioso ecuatoriano (1956), El arte ecuatoriano (1964, un libro que constituyó un verdadero esfuerzo editorial para la época), El arte religioso en Cuenca (1967). En 1977 apareció en España la Historia del arte ecuatoriano, editada por Salvat, en la que el P. Vargas, autor de los tomos II y III, plasmó la síntesis de todo su conocimiento crítico del arte ecuatoriano. También escribió varias obras referidas a la iglesia del Ecuador en general y más particularmente a la historia de los Dominicos: Nuestra Señora del Quinche (1943), Misiones ecuatorianas en los archivos europeos (1956), Índice Documental (1952, publicada en México), La evangelización en Ecuador, Registro documental de la Casa Generalicia de la Orden de Predicadores, Santa Teresa de Jesús, doctora de la Iglesia (1982), La Iglesia y el patrimonio cultural ecuatoriano (1982), Historia de la provincia dominicana del Ecuador ("Siglo XIX", 1982 y "Siglo XVI y XVII, 1986; con esta obra dio inicio al proyecto que quiso realizar Vacas Galindo), Nuestra Señora del Rosario en el Ecuador (1983).

Otro género cultivado por el padre Vargas fue el de la biografía: Gil Ramírez Dávalos (1957), Remigio Crespo Toral, el hombre y la obra (1962), Don Hernando de Salinas y la Fundación de la Real Audiencia de Quito (1963), Biografía de Eugenio Espejo (1966), Federico González Suárez (1967), Miguel de Santiago, su vida y su obra (1970), Jacinto Jijón Caamaño (1971), Fray Bartolomé de Las Casas (1974).

El padre Vargas dio a conocer la historia y el arte ecuatoriano en numerosos congresos por toda América, e incluso dictó un ciclo de conferencias en la Escuela de Altos Estudios de París (1965).

Autor

  • CCG.