A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z
GeografíaBiografía

Steller, Georg Wilhelm (1709-1746)

Naturalista y explorador alemán, nacido en Windsheim en 1709 y fallecido el 14 de noviembre de 1746 en Tiumen (Siberia), que destacó como uno de los acompañantes de Vitus J. Bering en su segunda expedición a Alaska, a la que se unió en 1741.

Inició sus estudios de Teología en Wittemberg y Halle pero pronto varió su carrera hacia la Medicina y las Ciencias Naturales. A los 23 años ya destacaba en Berlín como un gran orador y realizaba numerosas conferencias, pero al poco tiempo se vio obligado a trasladarse a San Petersburgo. Allí, y gracias al apoyo del arzobispo de Novgorod, fue elegido en 1737 ayudante técnico de la Academia de las Ciencias, tras lo cual fue elegido por Bering como auxiliar técnico para su expedición. Salió de San Petersburgo en abril de 1737 y alcanzó Kamchatka tres años después, es decir, en 1740 donde trabajó para Krasheninnikov y donde, posteriormente, se juntó con Bering para cartografiar la costa occidental de América del Norte.

El 4 de junio de 1741 zarparon de Petropavlovsk los dos barcos de Bering, el San Pedro (en el que iba Steller) y el San Pablo, que pronto se separaron como consecuencia de las inclemencias del tiempo. Fueron los primeros europeos en recorrer la cadena de islas que forman las actuales Aleutianas, aunque no las reconocieron por islas, sino como parte del continente americano. El agua que recogieron en una de ellas produjo un gran número de enfermedades, y el escorbuto se declaró entre gran parte de la tripulación; incluso el propio Bering enfermó.

Después de haber avistado el 15 de julio durante unas pocas horas la costa norteamericana, Bering encalló en la isla que ahora lleva su nombre, donde falleció a finales de año, pensando que se encontraba en la península de Kamchatka. Las observaciones de Steller durante aquellas pocas horas sobre el clima, la vegetación, la fauna y la población de la costa NO de América representa, hoy día, el resultado más interesante y trascendente de toda aquella expedición que necesitó casi de diez años de preparación:

"La tierra la divisamos ya el 15 de julio; pero como yo había sido el primero en señalarla cuando no era aún tan visible que se pudiese dibujar su perspectiva, su descubrimiento se me atribuyó como cosa propia, según antigua costumbre, pues, al día siguiente, siendo el tiempo muy claro, apareció en el mismo lugar que yo había indicado la víspera. En aquel punto parecía la costa muy elevada y se veía una alta cordillera que penetraba tierra adentro; se la podía ver claramente desde el mar a una distancia de dieciséis millas holandesas. No recuerdo haber visto otra cordillera más alta en toda Siberia y Kamtchatka. La costa aparecía en todas partes muy recortada y, por ello, provista de numerosos golfos y puertos. [...] El único motivo de que no se intentara el desembarco en tierra firme es una apática terquedad, un temor absurdo ante un puñado de salvajes inermes y más asustadizos aún, de los cuales no era posible saber si mostrarían disposiciones amistosas u hostiles. Alegábase también una nostalgia pusilánime que se creía poder disculpar, especialmente cuando el propio comandante hacía tan poco caso de las habladurías de los descontentos. El tiempo que se dedicó a investigaciones en aquellos lugares estuvo en la siguiente proporción con los preparativos realizados: la organización de aquel gran viaje duró diez años; las investigaciones sólo duraron diez horas. De la tierra firme poseemos una proyección sobre papel y de la tierra misma que pudo descubrirse en la isla, solamente una idea incompleta, basada en conjeturas."

Tras diez horas de permanencia en la costa americana se emprendió el camino regreso por parte de todos aquellos que sobrevivieron a las enfermedades. Steller, por su parte, viajó por Kamchatka hasta 1743 hasta que le sobrevino la muerte el 14 de noviembre de 1746 en Tiumen, en el límite con el continente europeo. A Steller, además, se le deben las primeras descripciones del león marino y del manatí (o vaca marina).

El único gran superviviente de esta expedición nórdica fue Sven Waxel, que arribó a San Petersburgo en 1749.

Bibliografía

  • TREUE, W. La conquista de la Tierra. Barcelona, Ed. Labor, 1948.

Autor

  • Elena Escobar Blanco