Smith, Antonio (1832-1877).
Pintor y caricaturista chileno, nacido en Santiago en 1832 y fallecido en la misma ciudad en 1877, considerado el primer dibujante satírico-político de su país y uno de los primeros pintores auténticamente contemporáneos, cultivó principalmente el paisaje romántico y ejerció una considerable influencia en artistas chilenos posteriores como Pedro Lira.
Hijo de padre inglés y madre hispana, Antonio Smith estudió en el Instituto Nacional de la capital chilena y después ingresó en la Academia de Bellas Artes, dirigida a la sazón por el italiano Alejandro Ciccarelli. Durante esta época, las enseñanzas impartidas en dicho centro estaban subordinadas a las rígidas normas del academicismo pictórico, inspirado a su vez en el neoclasicismo; este ambiente no agradó al joven artista, que, debido a sus desacuerdos con Ciccarelli, se convirtió en el primer alumno que se apartaba de la Academia antes de concluir los estudios. Su eterno espíritu de rebeldía le condujo igualmente a abandonar la carrera militar (1857), que había iniciado en el Escuadrón de Granaderos de Caballería, para comenzar una vida de artista disidente y "bohemio", y frecuentar los círculos intelectuales más críticos con las clases dirigentes del país; se dedicó entonces a publicar caricaturas en las páginas de El Correo Literario en las que ridiculizaba a diversos personajes públicos de la época, incluido, como no, el propio Ciccarelli. El tono cada vez más crítico que fue adquiriendo le obligó finalmente a abandonar el país y dirigirse a Europa; esta etapa europea, durante la cual trabajó en varios talleres de pintura italianos y franceses, resultó fundamental en la definición de su estilo pictórico y en el definitivo alejamiento del academicismo. En 1866 regresó a Chile, donde desarrolló el resto de su carrera artística.
Antonio Smith fue uno de los primeros artistas de Chile en romper con la rigidez del academicismo predicado por las autoridades artísticas del país e introdujo una cierta interpretación subjetiva de la realidad. Además de marcar distancias con la frialdad de la pintura neoclásica, introdujo en Chile el género del paisaje, que tanto se cultivaría a lo largo del siglo XIX. Fuertemente influido por el romanticismo de los paisajistas ingleses, sus pinturas presentan escenas naturales, sin ninguna presencia humana, envueltos en las brumas matinales o en las extensas sombras provocadas por el atardecer; su intención consistía en captar una instantánea concreta del día, una atmósfera única y especial, que es así reflejo directo de la sensibilidad personal del artista. Su método de trabajo consistía en tomar bocetos previos durante largos paseos campestres que posteriormente eran llevados a la tela en el taller, prescindiendo en ocasiones de la veracidad con el modelo. En cuanto a su faceta de caricaturista, cultivó un humor mordaz y ácido al estilo europeo de la época, si bien hay que señalar que artísticamente no aportaron nada nuevo.
