Pisani, Víctor (1324-1380).
Militar italiano nacido en Venecia en 1324 y muerto en Manfredonia el 24 de agosto de 1380. Al frente de la armada de la Serenísima, alcanzó importantes victorias contra Génova en la cuarta guerra que la enfrentó con Venecia.
Hijo de Niccolo Pisani, que había sido capitano generale da mar de la República de Venecia en la guerra contra Génova (1352-1355), Víctor (Vettore) Pisani fue instruido en la disciplina marinera y luchó en la misma guerra. En 1252 pasó a formar parte de la tripulación de una galera bajo el mando del capitano in golfo, Marco Michieli. Poco después fue destinado con su galera al archipiélago, bajo el mando de Giovanni Sanudo y no participó en la batalla de la Lojera (29 de agosto de 1353), en la que su padre obtuvo una gran victoria sobre los genoveses. En cambio, sí tomó parte en la batalla de Portolongo (3 de noviembre de 1354), donde los venecianos fueron totalmente derrotados por Paganino Doria.
Firmada la paz con Génova, durante la guerra de Venecia contra el rey Luis de Hungría, Víctor estuvo al mando de cuatro galeras cuya misión era mantener la seguridad en las costas de Istria. Con la paz recibió los cargos de senador y capitano in golfo, combatiendo contra la armada del rey de Aragón en aguas sicilianas y contra la piratería que infestaba esos mares. Durante la rebelión de Candía de 1364 fue nombrado gobernador de la isla, aunque no llegó a desempeñar el cargo. Poco después volvió a estallar la guerra contra Hungría y Pisani volvió a recibir el encargo de proteger Istria, con el cargo de castellano de Modone, punto estratégico de la región. Después fue gobernador de Istria y de Tenedo, cuyas defensas ordenó fortificar.
Por su servicios a la República, Víctor Pisani recibió el mando de la flota veneciana cuando en 1378 estalló la cuarta guerra contra Génova. El 30 de mayo se enfrentó a una flota compuesta por diez naves genovesas frente al puerto de Anzio, venciendo al almirante Luigi Fieschi, capturando cuatro galeras y numerosos prisioneros. Tras esta victoria obtuvo el mando sobre una armada de 25 galeras con las que debía expulsar del Adriático a una flota genovesa compuesta por un número similar de naves. Después de haber saqueado la ciudad de Cattaro y de haber hostigado a las naves genovesas que traficaban con Levante, Pisani regresó al Adriático, donde se encontraba la armada genovesa de Luciano Doria, con la esperanza de inducir a éste a la batalla. Pero al contrario, el genovés se refugió en el fuertemente defendido puerto de Trau y Pisani inició el asedio de la fortaleza, dividiendo su flota en dos cuerpos, que colocó a la entrada del puerto. El invierno llegó y el almirante veneciano se vio obligado a detener el asedio y a retirarse a Pola, pero la primavera siguiente el senado veneciano aumentó la flota de Pisani con once galeras más y le envió una vez más a la conquista de Trau.
En tales circunstancias, Luciano Doria tomó la iniciativa de las operaciones y devastó Rovigno, Caorle y Grado. El 1 de mayo de 1379 Doria llegó de improviso a Pola y presentó batalla a los venecianos. Pisani era consciente de su propia debilidad y no quería combatir, pero fue obligado a ello por el ardor de sus capitanes y por el delegado de la Serenísima, que fue embarcado con él. Al cabo de pocas horas la batalla se resolvió a favor de Génova y Pisani huyó con 7 galeras, refugiándose en Parenzo y llegando poco después a Venecia.
En su patria, Víctor Pisani fue sometido a juicio, condenado y encarcelado, pero cuando ese mismo año (1379) planeó sobre Venecia la amenaza de las fuerzas navales de Pietro Doria, fue liberado por aclamación popular y nombrado de nuevo capitano generale da mar. Aprovechado el hecho de que la flota genovesa se encontraba cerrada en el canal de Brondolo, Pisani, con gran habilidad, logró bloquearla. Llamó de Oriente a Carlo Zeno y con su ayuda, a comienzos de 1380, pudo limitar el dominio de los genoveses a la ciudad de Chioggia, asediada desde entonces y conquistada el 24 de junio, con una captura para los venecianos de 19 galeras genovesas y más de 4.000 prisioneros.
Pisani recibió entonces el encargo de defender Istria y Dalmacia de una nueva flota genovesa, comandada por Matteo Muruffo, pero antes de llegar a trabar combate enfermó de malaria y murió poco después, cuando las naves venecianas se encontraban fondeadas en el puerto de Manfredonia. Su muerte fue considerada como una gran desgracia para los venecianos, que se apresuraron a firmar la paz con Génova.
Los restos mortales de Víctor Pisani fueron trasladados con gran pompa a Venecia y sepultados en la iglesia de San Antonio, destruida siglos después por las tropas napoleónicas. En la actualidad sus restos descansan en la iglesia de los santos Giovanni y Paolo.
Bibliografía
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