Palau y Ferré, Matías (1924-2000)
Pintor, escultor y ceramista español, nacido el 24 de agosto de 1921 en la localidad tarraconense de Montblanc y fallecido el 1 de enero de 2000 en la misma ciudad.
Finalizados sus estudios de arte en la Escuela Sant Jordi de Barcelona, en 1957 marchó París, pensionado por el gobierno francés, para ampliar su formación en la Escuela de Bellas Artes. Ese mismo año expuso su obra en el Salón de Octubre de Barcelona, en el Ateneo de Madrid y en la National Book de Londres, y, dos años después, en la parisina galería Paul Cézanne. En 1961 dio comienzo su etapa italiana en la Escuela Italiana de Arte. Su primera visita a Nueva York tuvo lugar en 1971, como artista invitado para el homenaje que se tributó a Picasso. A partir de ese momento, su prestigio se consolidó en el panorama internacional, buena prueba de lo cual fueron los homenajes que varias instituciones latinoamericanas le ofrecieron en vida, y el hecho indiscutible de que fue uno de los artistas españoles más cotizados en el resto del mundo, especialmente en Japón y en Estados Unidos, lugares donde sus obras se admiraron en mayor medida.
En su obra se aúna la tradición española del cubismo sintético heredado de Picasso, y la del fauvismo francés, al que dotó de cierto sentido catalán con un distinto tratamiento de los colores. A todo esto se une una concepción del espacio más plana que tridimensional, al visualizar aquél desde muchos puntos de vista.
Palau y Ferré fue un punto de referencia de la pintura del siglo XX, no sólo por su personal estilo figurativo, ino por la honestidad que imprimió a su trayectoria. Él mismo llegó a quemar gran parte de su producción pictórica para denunciar la terrible situación a la que se vio sometido en sus primeros años, cuando firmó con un marchante de arte un contrato por el que se comprometía a pintar una determinada cantidad de telas; cuando, con el correr del tiempo, su cotización artística subió, pensaba que había saldado suficientemente su deuda, pero los tribunales no lo consideraron así y le obligaron a seguir pintando para su acreedor. Las cenizas de muchos de los cuadros que quemó se exponen en varios museos estadounidenses, como muestra de la importancia de la libertad artística.
Murió en su domicilio de Montblanc el día 1 de enero de 2000, a consecuencia de un ataque cardíaco. Recibió a título póstumo el nombramiendo de hijo predilecto de su ciudad natal.
