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PolíticaBiografía

Muir, Thomas (1766-1798)

Abogado y revolucionario escocés, nacido en Escocia el 25 de agosto de 1766 y muerto en Chantilly (Francia) el 27 de septiembre de 1798. Fue uno de los jefes de la conspiración escocesa de 1792 y miembro de la Convención de los Amigos del Pueblo de Edimburgo.

Hijo de comerciantes, fue educado en la Glasgow Grammar School y en la Universidad de Glasgow. Allí asistió a las clases de sociología de John Millar, el cual abogaba por la reforma del parlamento y la instauración de la república. Las enseñanzas de John Millar tuvieron una gran influencia sobre el joven Muir, que pronto compartió los puntos de vista de su maestro. A principios de la década de 1790 Muir fue expulsado de la universidad por encabezar una protesta contra la propia universidad. Gracias a la intervención de Millar, Muir fue admitido en la facultad de Derecho de la Universidad de Edimburgo, donde se licenció en 1792.

Desde que salió de la facultad Muir defendió a clientes con pocos ingresos económicos, al tiempo que criticaba un sistema judicial, el inglés, que favorecía a los ricos en perjuicio de los pobres. En estas fechas, al tiempo que la Revolución Francesa se iba consolidando, Muir ingresó en la Sociedad de los Amigos del Pueblos. Rápidamente se convirtió en una de las figuras dirigentes de este movimiento. El 11 de diciembre de 1792 se organizó la primera Convención de Amigos del Pueblo en Edimburgo. La reunión estuvo presidida por Thomas Muir. La Convención envió una petición formal de reformas al Gobierno, pero el Ministro del Interior, temeroso de que los graves acontecimientos revolucionarios de Francia se extendiesen a las islas británicas, respondió con el arresto de los líderes de los Amigos del Pueblos.

En 1793 fue arrestado, acusado de sedición. Liberado bajo fianza, Muir fue enviado, junto con Thomas Paine, por la Sociedad de los Amigos del Pueblo a Francia. Según otra versión no fue enviado por nadie, sino que el viaje lo realizó por sí mismo. De una u otra forma, el viaje no favoreció en nada a la causa judicial que tenía abierta en Inglaterra por sedición, ya que en aquellos momentos, cuando toda Europa hablaba de la inminente ejecución de Luis XVI; cualquier viaje a Francia era considerado como un movimiento revolucionario.

El 11 de febrero de 1793 fue llamado para que se presentara ante la justicia inglesa, pero la guerra le impidió acudir a tiempo. Pese al evidente peligro de su regreso a Inglaterra y en contra del consejo de sus amigos franceses, Muir hizo todo lo posible por llegar cuanto antes a Inglaterra, convencido de su inocencia. Tras un largo viaje a través de Irlanda alcanzó Edimburgo en agosto de ese mismo año. En el proceso, Muir se empeñó en defenderse a sí mismo, pese a los consejos de sus más cercanos. Frente a su defensa, las acusaciones de Lord Braxfield, un temible juez. Tras un juicio de dudosa legalidad, Muir es hallado culpable y condenado por alta traición. Desde ese momento se desató una fuerte represión hacia todos aquellos que habían tenido algo que ver con el condenado.

El 15 de noviembre de 1793 Muir fue conducido a Newhaven, desde donde salió poco después hacia Londres y de allí a su destino definitivo en el penal de Botany Bay (Australia). El 25 de septiembre de 1794, tras un penoso viaje, Muir llegó a Sidney. Durante más de un año, Muir se dedicó a la lectura, el trabajo agrícola y a la redacción de un tratado legal: Law of Scotland. En febrero de 1796 un barco enviado por los revolucionarios norteamericanos llegó a Botany Bay con la intención de rescatar a Muir. El 11 de febrero, Thomas Muir abandonó Australia de incógnito y se dirigió a Estados Unidos. A principios del verano cuando el barco de Muir estaba cerca de las costas norteamericanas, sufrió un accidente y naufragó. Casi toda la tripulación pereció y los que sobrevivieron fueron recogidos por una tribu indígena. Muir escapó de los indígenas sólo para encontrarse perdido en medio de los inmensos territorios norteamericanos. Recorrió la costa oeste de Estados Unidos de un extremo a otro hasta alcanzar Panamá. Allí es socorrido por el gobernador español. Una vez repuesto continuó su viaje en busca de un puerto desde el que poder regresar a la costa este de Estados Unidos. De este modo llegó, gravemente enfermo, a Vera Cruz, donde volvió a ser socorrido por las autoridades españolas. La suerte de Muir cambió al llegar a La Habana. Allí, las autoridades españolas le consideraron un elemento peligroso para la estabilidad del gobierno americano. El gobernador de La Habana decidió enviar a Muir a España para que allí se decidiera su futuro. Tras cuatro semanas de arresto, Muir partió de regreso a Europa.

El 26 de abril de 1797, a las puertas del puerto de Cádiz, la fragata española que transportaba a Muir fue atacada por sorpresa por un navío inglés. En el enfrentamiento Muir resultó gravemente herido y fue trasladado a la costa. Tras dos meses en un hospital de Cádiz, Muir logró recuperarse lo suficiente para darse a conocer. La noticia se transportó rápido hasta Francia, desde donde se hizo todo lo posible para que el insigne paciente tuviera la mejor atención posible. En septiembre de ese mismo año, el gobierno francés nombró a Muir ciudadano de la república y le instó para que abandonara España y se instalara en suelo francés.

En diciembre de 1797 llegó a Burdeos, donde fue recibido con júbilo. Tras dos meses de viaje, el 4 de febrero de 1798, llegó a París, débil y enfermo. Fue recibido como un héroe, pero su salud estaba muy deteriorada. Las heridas que recibió en el enfrentamiento naval no tenían remedio en la medicina de la época. Así, el 27 de septiembre de 1798, con 32 años de edad, falleció en Chantilly, donde se le enterró con todos los honores.

Autor

  • Juan Antonio Castro Jiménez